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Pedro Aznar: «Chile es pródigo en artistas notables» Se presentará el 7 de diciembre en el Teatro Teletón de Santiago y el 8 en Valparaíso

Pedro Aznar: «Chile es pródigo en artistas notables»

Adelanta que tocará la música de todos los discos, en orden cronológico. «Es un lindo viaje en el tiempo, y la selección de canciones es muy equilibrada. Están los éxitos que marcaron su momento, y las canciones que mejor expresan cada etapa de mi carrera», comenta en esta entrevista el cantautor, que cultiva una larga y afectuosa relación con nuestro país.


Pedro Aznar (Buenos Aires, 1959) vuelva a Chile una vez más. Esta vez, el cantautor argentino vendrá en el marco de la gira «Resonancia», que lo hará tocá el jueves 7 de diciembre en el Teatro Teletón de Santiago y el día siguiente en la Universidad Técnica Federico Santa María de Valparaíso.

«Tocaremos música de todos los discos, en orden cronológico», adelanta desde Buenos Aires este músico que, en vista de su precoz genialidad musical, empezó a tocar con Charly García en Serú Giran con apenas 18 años, y cuyos conciertos de la próxima semana serán abiertos por el cantautor Benjamín Walker.

«Es un lindo viaje en el tiempo, y la selección de canciones es muy equilibrada. Están los éxitos que marcaron su momento, y las canciones que mejor expresan cada etapa de mi carrera. Hacemos un pequeño recuento cinematográfico, en la mitad del show, donde se proyecta un compilado de las películas para las que compuse música. Edité las imágenes yo mismo, y fue muy conmovedor revisitar esas obras».

El artista agrega que además de la música de los 18 discos, desde “Pedro Aznar” de 1982 hasta “Contraluz” de 2016, también van a presentar dos canciones nuevas que están incluidas en el Resonancia EP, un mini-álbum que publicó en noviembre.

«Resonancia implica un eco, un ida y vuelta», dice al ser consultado sobre el nombre de la gira. «Habla de que la obra se completa con quien la escucha, con su historia y con lo que cada uno pone de sí en ese encuentro de emociones».

Larga relación con Chile

Aznar tiene una larga relación con Chile. Vino la por primera vez a los diecisiete años, en 1976, tocando con el grupo Alas y compartiendo conciertos con el grupo Congreso, en plena dictadura.

Volvió luego en 1980 con Serú Girán, para una aparición en televisión, y en 1995 hizo su primer concierto como solista en el Auditorio de Santa Rosa de Las Condes. Además produjo el disco de Cecilia Echenique “Brasil amado”.

«A partir de 2001 mi relación con el público chileno se hizo mucho más fluida y cercana, y desde entonces he venido todos los años y presentado cada uno de mis discos. Tengo una entrañable relación con Chile, su gente y su cultura, tengo muchos y muy queridos amigos y es siempre un enorme placer volver aquí», afirma.

«Tengo la suerte de contar con un público hermoso, en Chile. Son cálidos y efusivos, y a la vez su escucha es atenta, profunda, dedicada… Recibo bellísimas muestras de cariño de parte de ellos. Y ese cariño es mutuo, desde luego».

Además del público, Aznar recalca que nuestro país «también es pródigo en artistas notables». Y nombra a «Francesca Ancarola, Magdalena Matthey, Eli Morris, Manuel García, Chinoy, Nano Stern y muchos otros».

«Tuve el gusto de compartir escenario y grabaciones con muchos de ellos, y siempre ha sido enriquecedor y placentero», asegura.

Con una fuerte devoción por Violeta Parra -a esta altura ya es famosa su emotiva versión de las «Décimas»- cree que la obra de la artista ha trascendido porque supo encarnar la voz de su pueblo, no sólo de Chile, sino del continente.

«Fue una artista pródiga, multifacética, profunda, comprometida con su tiempo», señala. «Su obra se hizo atemporal y universal, como pasa con los que saben reflejar el misterio, la complejidad, el tormento y la belleza del alma humana con pasión, talento y una entrega completa y verdadera».

Satisfacción con lo logrado

Al momento de evaluar sus 35 años de carrera, el músico señala que al revisitar y profundizar en toda su obra, «me encontré con la emoción de ver un horizonte musical muy rico, muchos objetivos logrados y el entusiasmo por la música intacto».

«Este presente es el resultado de un trabajo continuo, apasionado y perseverante. Estoy orgulloso de lo hecho, y muy motivado para seguir adelante», señala quien se perfeccionó en Estados Unidos, tocó con Pat Matheney y es uno de los grandes referentes de la música argentina junto a Fito Páez, Andrés Calamaro y Luis Alberto Spinetta.

En cuanto a los hitos, cree que hay puntos muy salientes, de definición y profundización artística especial en “Pedro Aznar” (1982), “David y Goliath” (1994), “Quebrado” (2008), “Ahora” (2012) y “Contraluz” (2016).

Influencias musicales

En este fanático de Los Beatles -en su recitales suele hacer covers de varios de sus principales temas- se ven múltiples influencias musicales. Está el rock, con los grandes grupos de los 60s y 70s (además de Beatles, los Rolling Stones, Who, Led Zeppelin), y cantautores como Joni Mitchell y Nick Drake.

También está el blues, la música popular latinoamericana (Milton Nascimento, Mercedes Sosa, Astor Piazzolla, Egberto Gismonti, Violeta Parra, Atahualpa Yupanqui, Chabuca Granda), el jazz (especialmente Miles Davis), y también, por qué no, la música clásica (Bach, Mozart, Brahms, Schumann, Chopin, Wagner, Debussy, Ravel, Stravinsky). No hay que olvidar que su padre era violinista.

Y si bien la enorme calidad y variedad de los solistas de su generación le resulta difícil de explicar, aventura que es «una combinación de momento histórico, cultura local y contexto mundial».

«El rock argentino dio, sin lugar a dudas, artistas notables. Y siguen apareciendo músicos y poetas de gran calidad, no sólo en el rock, sino en el folklore, el jazz y el tango, que han tenido un enorme crecimiento y un influjo de sangre joven muy importante en los últimos años».

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