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Relato de Aurus empieza a jugarse en la Justicia Compass también están haciendo análisis internos con el bufete de su confianza, Barros & Errázuriz.

Relato de Aurus empieza a jugarse en la Justicia

Enrique Elgueta
Por : Enrique Elgueta Periodista y consultor senior en Comsulting.
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Para Aurus la verdad es una sola: Peña actuó solo falseando los “fact sheets” de los fondos Insignia y Global, de tal manera que ocultaba el verdadero rendimiento de sus inversiones alterando las valorizaciones de los activos en que invertía el fondo. Es por ello que se espera que en los próximos días presente una querella contra su ex hombre de confianza, la cual estaría en manos del penalista Juan Domingo Acosta.


En el caso La Polar, Julián Moreno –ex  gerente de productos financieros– pasó de ser “autor ejecutor” a “autor cómplice” de las repactaciones unilaterales. La investigación, comandada por la Fiscalía Centro Norte, lo ponía a él como pieza central de las cuestionadas prácticas crediticias de la multitienda, en circunstancias de que este no actuaba solo, sino junto a Pablo Alcalde y María Isabel Farah.

Si bien esa diferencia no tuvo efectos prácticos –fue igualmente condenado por lavado de dinero y entrega de información maliciosamente falsa al mercado, entre otros–, sí limitó el rol de Moreno en el escándalo, para lo cual su estrategia judicial fue clave.

Los mismos abogados de Moreno son ahora los que están defendiendo a Mauricio Peña, el ex socio y gerente de inversiones de Aurus Capital y presunto autor de fraudes en dos fondos de inversión que habrían ocasionado un perjuicio económico estimado en US$25 millones.

Se trata del estudio de abogados Chaves Awad Contreras Schürman. Ayer su cliente fue a declarar a la Bridec, manteniéndose en las dependencias por alrededor de cinco horas. Todavía es muy temprano para tener clara una estrategia legal, pero –según explican conocedores del caso– Peña tiene dos opciones: o aceptar las imputaciones de Aurus y apostar por una condena baja, o matizar el relato de sus ex empleadores planteando que no solo fue victimario, sino víctima.

Esto último, considerando que todavía está por verse el rol que tuvo el directorio de la compañía, así como la auditora Ernst & Young –que revisó los estados financieros de los fondos en cuestión– y Compass, administradora de fondos que le prestaba servicios de back office a los vehículos que tenía Peña bajo su control.

El alcance de la participación que tuvieron ambas entidades es uno de los aspectos clave en la estrategia de Peña, sin embargo, el camino lo tiene complicado, pues desde el instante en que se le comunicó su despido que no tiene acceso ni a su correo ni a ningún tipo de documento de su ex empresa.

Para Aurus la verdad es una sola: Peña actuó solo falseando los “fact sheets” de los fondos Insignia y Global, de tal manera que ocultaba el verdadero rendimiento de sus inversiones alterando las valorizaciones de los activos en que invertía el fondo. Es por ello que se espera que en los próximos días presente una querella contra su ex hombre de confianza, la cual estaría en manos del penalista Juan Domingo Acosta.

El análisis de Compass

Mientras Aurus y Peña se afilan los dientes, en Compass también están haciendo análisis internos con el bufete de su confianza Barros & Errázuriz.

El espíritu es analizar la situación y, eventualmente, estar preparados si es que el caso les salpica en contra; muy en línea con el rol de Alfredo Alcaíno, quien también fue contratado por Aurus ante una potencial arista administrativa por parte de la SVS. La Superintendencia de Valores y Seguros (SVS) hasta ahora no ha iniciado un proceso sancionatorio contra Aurus ni Peña, solo ha recopilado información.

“Es difícil imaginar a una empresa que hoy en día se dedique al manejo de inversiones para terceros, que no comunique ni monitoree los productos derivados que realizan para manejar las inversiones. Es una tarea básica del backoffice. ¿Por qué no funcionó en el caso Aurus? Ahí está el mayor misterio”, dijo en una columna en El Mercurio Inversiones Carlos Ruiz de Gamboa, hoy socio de Tyndall y antes en JP Morgan.

Precisamente ese back office recaía en Compass. Según publicamos la semana pasada, el gestor prestaba este servicio en ambos fondos. Dicha tarea consiste, en términos generales, en llevar el registro de las transacciones, la contabilidad del fondo y la determinación del valor de la cuota. Para esto utiliza una fuente de precios independiente, de acuerdo al tipo de instrumento, pero en este caso el proveedor de precios habría sido el propio Peña, considerando que se trataba de instrumentos muy ilíquidos.

Las inconsistencias ocurrieron en instrumentos derivados, asociadas a determinados activos de los fondos, así como en la valorización de algunas cuotas de inversión privada.

Como publicamos la semana pasada, Compass le habría realizado preguntas a Peña, pero este respondía todo con falsos “fact sheets”.

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