Publicidad
El fracaso de Guilisasti y el fin de un circo que duró 13 meses: Ponce no vende Calichera y seguirá controlando SQM Acciones de SQM-B y las cascadas se desploman y lideran caídas de la bolsa local

El fracaso de Guilisasti y el fin de un circo que duró 13 meses: Ponce no vende Calichera y seguirá controlando SQM

Enrique Elgueta
Por : Enrique Elgueta Periodista y consultor senior en Comsulting.
Ver Más

Se dijo de todo, incluso que recibió US$3.000 millones por interesados chinos, pero ninguna de las cifras que hubo sobre la mesa fue suficiente para vender Calichera y, por ende, el control de SQM, pues las ofertas no se ajustaron al “interés social” de una compañía controlada por Julio Ponce. En 13 meses fracasó la intención de venta de esta firma, dejando a las acciones de la cascada con grandes dividendos en bolsa.


“El directorio de la Sociedad considera unánimemente que los términos y condiciones de las ofertas finales y condicionadas recibidas durante el Proceso, no contribuyen al interés social de la Sociedad y de todos sus accionistas, al tiempo que una de dichas condiciones sería imposible de cumplir, por lo que el directorio, en sesión celebrada hoy, acordó por unanimidad no continuar adelante con el Proceso”, dice el hecho esencial firmado, esta vez, por el gerente general de Oro Blanco, Ricardo Moreno. El que anunció la potencial e histórica salida de Ponce de Calichera y, por consecuencia, de gran parte de SQM, ocurrió el 12 de noviembre del año pasado y lo firmó su presidente, Rafael Guilisasti.

SQM es considerada un bien preciado en el mercado de la minería no metálica, sobre todo considerando las pertenencias mineras que todavía tiene a su haber y, de hecho, su control motivó una dura pelea entre Ponce y los canadienses de Potash Corp hace unos años. Sin embargo, el anuncio al mercado de que la sociedad se abría a buscar compradores que le permitirían tener tres de los ocho cupos del directorio, a la luz de los hechos, no habría sido suficiente para recibir ofertas que contribuyeran a este “interés social”.

El proceso iba en serio, se supone. Juan Antonio Guzmán, ex presidente de SQM, le decía a El Mercurio que “poner una persona a cargo como es Rafael Guilisasti ni tampoco mandar todo esto con información de hechos esenciales… No, si usted me pregunta a mí, no me parece que esta operación sea un saludo a la bandera. ¡Esto va en serio!”. Pero no vio la luz, Guilisasti asumió los primeros días de octubre la presidencia de las cascadas y antes de la primera quincena de noviembre anunció, a través de un hecho esencial, el interés de la sociedad por buscar compradores.

Hace un mes, este medio publicó que el proceso de venta de Calichera estaba paralizado, producto de una serie de factores. Entre ellos, su frente por las platas políticas y sus enfrentamientos con distintos organismos del Estado. Su relación con Corfo está rota, lo que supone una amenaza para las pertenencias mineras que tiene en arriendo y que constituyen el corazón del negocio de SQM, y se suman las últimas denuncias por parte de la Superintendencia del Medio Ambiente, que acusó a la compañía de infracciones en el Salar de Llamara y, recientemente, también en el Salar de Atacama.

Y a lo anterior se añade que el mismo empresario daba la impresión de no estar dispuesto a vender Potasios de Chile, condicionando al comprador de Calichera a participar de un pacto controlador por SQM junto a Ponce, quien a su vez quería deshacerse de dicha sociedad mediante el pago de un premio por el control de la minera.

Más que bien

Previo al anuncio de la venta de Calichera, Ponce se hallaba en una compleja situación financiera, con sociedades que no estaban cumpliendo los ratios de garantías exigidos para todas sus deudas. Esa situación lo llevó a buscar distintas alternativas para refinanciar sus pasivos, ya sea emitiendo deuda o, bien, suscribiendo contratos de crédito con CorpBanca, lo que terminó ocurriendo.

Hoy su situación está más que bien. Tiene holgura para todas las exigencias financieras asociadas a sus deudas, según la información reportada al tercer trimestre.

En Norte Grande cumple con el 478% de cobertura para créditos que le exigen poner en garantía el 300% del monto pedido, en acciones de la sociedad subyacente. En Oro Blanco el 504% y 486% para distintos créditos, cuya exigencia es el 300%. En Calichera el 154% para el 140% y 208% para otro crédito con un ratio estipulado de 200%.

A ello se agrega, además, que previo al crédito suscrito con CorpBanca, el ADR de SQM se cotizaba en torno a los US$14 y hoy lo hace en US$27,65, todavía más arriba de los US$19 en que se transaba cuando se anunció la venta de Calichera.

Es que ese anuncio ayudó mucho en la cotización de estas acciones. A pesar del castigo que ayer alcanzó a efectuar el mercado contra Oro Blanco, los títulos de la cascada han subido mucho desde noviembre pasado. Calichera desde $360 a los $587, Oro Blanco de $2 a $3,29 y Norte Grande de $1,9 a $2,9.

Publicidad

Tendencias