Estudio del Banco Central Europeo
La Unión Europea está cerrando un año en el que el Reino Unido votó a favor de abandonar el bloque, se experimentaron crisis bancarias, y renunció el primer ministro italiano. Es poco probable que el próximo año resulte más fácil con elecciones en los Países Bajos, Francia y Alemania, y posibles votaciones en Italia y en Grecia.
Los europeos que protestan contra la desigualdad tienen media razón: la brecha entre ricos y pobres no se está cerrando.
Diez por ciento de los hogares de la eurozona posee más de la mitad de la riqueza de la región, según una encuesta realizada por el Banco Central Europeo (BCE) publicada el viernes. La medida estándar de la desigualdad aumentó “levemente” y casi todos los hogares estaban peor en 2014, el plazo de la encuesta, en comparación con la medición anterior en 2010.
Las conclusiones podrían dar argumentos a los populistas, quienes han ganado tracción política por manifestarse contra la división de la riqueza, y quienes dicen que la situación está empeorando. La última encuesta se basa en datos reunidos antes de que el BCE se embarcara en un programa masivo de adquisición de activos que se cree redujo la rentabilidad para los ahorristas y elevó el valor de los activos financieros y de los bienes raíces.
El hogar mediano en la eurozona tenía una riqueza neta de 104.100 euros (US$108.800) en 2014, aproximadamente una décima parte menos que en 2010, según la encuesta. El 10 por ciento más rico tenía 496.000 euros y el 5 por ciento más pobre tenía una riqueza neta negativa, con pasivos superiores a los activos. El coeficiente Gini, medida estadística de la desigualdad, se elevó a 68,5 de 68,0. Una lectura de 100 significa la desigualdad máxima.
Los trabajadores autónomos estaban entre los de mayor riqueza, con una mediana de activos netos de 256.100 euros. Quienes eran dueños completos de la vivienda tenían 226.700 euros, si bien esa cifra bajaba a 144.300 euros con una hipoteca. Los inquilinos estaban entre los más pobres, con 8.900 euros. La riqueza por lo general aumentaba con los grupos etarios de hasta 65-74, antes de volver a caer.
La encuesta excluye el valor actual de las jubilaciones esperadas que, hace notar el banco central, “para muchos hogares constituye una considerable fracción de su riqueza”.
La encuesta anterior provocó indignación en Alemania cuando demostró que los hogares en esa nación eran supuestamente mucho más pobres que los de los países del sur de Europa, como Grecia, que habían sido rescatados. Los últimos datos muestran que la brecha se redujo sustancialmente después de que cayeran los precios de los inmuebles en los países periféricos. Los alemanes suelen ser menos propensos a poseer bienes raíces.
La Unión Europea está cerrando un año en el que el Reino Unido votó a favor de abandonar el bloque, se experimentaron crisis bancarias, y renunció el primer ministro italiano. Es poco probable que el próximo año resulte más fácil con elecciones en los Países Bajos, Francia y Alemania, y posibles votaciones en Italia y en Grecia.
Los ataques terroristas – más recientemente en Berlín – han agregado una sensación de desencanto con el proyecto europeo, lo que ha impulsado el surgimiento de políticos como la líder del Frente Nacional de Francia, Marine Le Pen, quien se ha valido de la ira contra la inmigración y del deslucido crecimiento de los ingresos.
La encuesta del BCE, que abarcó 84.000 entrevistas en 18 de los países de la eurozona como también Polonia y Hungría, podría reforzar ese mensaje de desigualdad. En general, la riqueza disminuyó más en los hogares más pobres que en los más ricos. Los titulares de hipotecas también resultaron afectados porque la carga de sus deudas empeoró con la caída de los valores inmobiliarios. La riqueza neta de los hogares con préstamos inmobiliarios cayó 20 por ciento, en comparación con 7,9 por ciento para los inquilinos.
