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El duopolio de BlackRock-Vanguard pone a prueba los pilares gemelos de eficiencia del mercado y gobernanza corporativa

El duopolio de BlackRock-Vanguard pone a prueba los pilares gemelos de eficiencia del mercado y gobernanza corporativa

Están a menos de 10 años de administrar un total de US$20 billones, según cálculos de Bloomberg News. La concentración de esa suma probablemente cambie de forma drástica el sector de gestión de activos. Ambas administran parte de la inversiones de las AFP en el exterior.


Imaginemos un mundo en el cual dos firmas gestoras de activos lo deciden todo, en el que su riqueza supera el PIB actual de Estados Unidos y donde casi todos los fondos de cobertura, los gobiernos y los jubilados son sus clientes.

Está más cerca de lo que podría pensarse. BlackRock Inc. y Vanguard Group –que ya son las dos mayores firmas administradoras de dinero del mundo- están a menos de 10 años de administrar un total de US$20 billones, según cálculos de Bloomberg News. La concentración de esa suma probablemente cambie de forma drástica el sector de gestión de activos, profundice su propiedad de las mayores compañías de EE.UU. y ponga a prueba los pilares gemelos de eficiencia del mercado y gobernanza corporativa.

Nada menos que el fundador de Vanguard, Jack Bogle, considerado el padre del fondo de índices, plantea la perspectiva de que hay demasiado dinero en muy pocas manos en tanto BlackRock, Vanguard y State Street Corp. tienen en conjunto importantes participaciones en las empresas más grandes de EE.UU.

“Alrededor de un 20 por ciento es propiedad de este oligopolio de tres”, dijo Bogle el 28 de noviembre en el Consejo de Relaciones Exteriores en Nueva York. “Es malo que no haya más gente en el negocio de fondos de índices”.

Vanguard se dispone a llevar sus activos de US$4,7 billones a más de US$10 billones para 2023, mientras que BlackRock podría alcanzar ese nivel dos años después, en comparación con US$6 billones actuales, según estimaciones de Bloomberg News sobre la base del último promedio de cinco años de crecimiento anual de activos.

Esos aumentos reflejan en parte un mercado alcista en acciones que ha llevado activos a productos de inversión y que podría no continuar.

Ambas administran parte de la inversiones de las AFP en el exterior.

Inversores desde particulares hasta grandes instituciones como fondos de cobertura y de pensiones se han volcado al dúo, seducidos en parte por los bajos costos de sus fondos y la amplitud de ofertas. La proliferación de fondos que cotizan en bolsa (ETF por la sigla en inglés) también refuerza a esas firmas y es probable que continúe haciéndolo.

Los activos de ETF globales podrían explotar a US$25 billones para 2025, según estimaciones de Jim Ross, presidente del negocio de ETF global de State Street. Tan solo esa suma significaría billones de dólares más para BlackRock y Vanguard dada su actual participación de mercado.

“El crecimiento no es un objetivo, ni hacemos pronósticos sobre futuro crecimiento”, dijo el vocero de Vanguard, John Woerth, en relación con los cálculos de Bloomberg.

Si bien más grande puede ser sinónimo de mejor para los gigantes de fondos, los fondos pasivos podrían estar esfumando el valor inherente de los títulos implícito en las ganancias o el flujo de caja de una compañía.

El argumento es el siguiente: la cantidad de índices supera ahora a las acciones estadounidenses y el surgimiento de fondos pasivos impulsa la demanda de valores en esas referencias en lugar del universo más amplio de acciones y bonos. Eso podría exagerar o deprimir el precio de esos valores respecto de activos similares no indexados, lo cual podría crear burbujas y movimientos volátiles de precios.

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