Para fijar su frontera marítima, Chile considera que el límite territorial no está a orillas del mar sino en el Hito 1, situado unos 220 metros tierra adentro, mientras que Perú señala como frontera el llamado punto de la «Concordia», a orillas del mar.
El ministro de Defensa de Perú, Ántero Flores-Aráoz, consideró este sábado «inoportuno» aunque no «provocador» el anuncio de un grupo de diputados chilenos de reunirse en la zona fronteriza entre ambos países, por cuyos límites Lima y Santiago mantienen una dura controversia.
El titular de Defensa señaló, en declaraciones difundidas por la agencia oficial Andina, que la decisión de las comisiones de Relaciones Exteriores y Defensa del Congreso chileno de reunirse en el Hito 1 de la frontera peruano-chilena, «evidentemente es inoportuna», pero indicó que «no tiene que ser considerada una provocación mientras se cumpla con los protocolos».
Para fijar su frontera marítima, Chile considera que el límite territorial no está a orillas del mar sino en el Hito 1, situado unos 220 metros tierra adentro, mientras que Perú señala como frontera el llamado punto de la «Concordia», a orillas del mar.
Chile defiende que la frontera marítima entre ambos países quedó fijada con una serie de convenios firmados entre 1952 y 1954, en tanto que para Perú esos documentos solo trataban asuntos pesqueros y no un acuerdo de límites.
El pasado 16 de enero, el Gobierno peruano oficializó una demanda para solventar esta situación ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya, lo que generó malestar en el país vecino.
Flores-Aráoz reclamó responsabilidad a los cargos públicos para evitar que estos temas puedan ser considerados provocaciones y destacó que los políticos de ambos países están «en la obligación de mantener una buena relación», sobre todo cuando han «dicho que el tema del diferendo marítimo está en la Corte de La Haya».
El ministro destacó que es necesario mantener la política de cuerdas separadas para que dicho conflicto no perturbe las otras relaciones, entre ellas las económicas y comerciales, que, según él, «siempre han sido buenas».
EFE
