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El 6% de los secuestradores detenidos en México son militares y policías

El Gobierno mexicano ha empleado desde diciembre de 2006 al Ejército y la Policía Federal en tareas de combate al narcotráfico e investigación de policías locales, ante los menores recursos de que disponen éstas y la sospecha de casos de corrupción y lazos con el crimen organizado.


Un seis por ciento de los secuestradores detenidos por las fuerzas de seguridad federales mexicanas desde 2000 son militares y policías, algunos de ellos activos, publica este sábado el diario El Universal.



De los 897 secuestradores aprehendidos en este periodo de tiempo, 56 habían pertenecido a algún cuerpo de seguridad o se adscribían a él en el momento de su detención, según un informe oficial al que ha tenido acceso el rotativo.



Nueve de los detenidos en este periodo eran militares o marinos activos, 16 policías municipales de diversos estados, 14 policías de la capital y cuatro ex integrantes de la Agencia Federal de Investigación (AFI).



Los detenidos oficiaban en muchos casos un papel de liderazgo en las bandas o tenían un papel logístico en la comisión del secuestro.



El número de militares con participación en este tipo de delitos aumentó cada año: en lo que va de 2008 fueron detenidos seis, mientras que en 2006 y en 2004 se registraron una y dos capturas, respectivamente.



En cuanto a los policías municipales, destaca la detención en 2007 de diez agentes, incluido el jefe de la dependencia, en el municipio de San Pedro, en el estado norteño de Coahuila.



Por su parte, en el Distrito Federal uno de los detenidos se desempeñaba como subdirector del grupo de fuerzas especiales Cobra.



El secuestro es uno de los delitos que más preocupa a los mexicanos actualmente. El reciente asesinato del joven Fernando Martí, de 14 años, luego de ser secuestrado con la presunta ayuda de policías, ha despertado la indignación de la sociedad.



El secuestro de Martí se produjo a primera hora de la mañana por medio de un falso retén policial, instalado en una transitada avenida de la capital mexicana durante quince minutos.



El padre del joven, el prominente empresario deportivo Alejandro Martí, pidió esta semana a las autoridades, incluido el Presidente Felipe Calderón, que si no pueden poner freno al crimen y la inseguridad renuncien.



En los últimos ocho años, Ciudad de México, una urbe de casi 19 millones de habitantes considerada entre las más peligrosas del mundo, ha registrado 1.348 secuestros; en 60 de ellos, las víctimas fueron asesinadas.



Por este delito, las autoridades capitalinas han detenido desde 2000 a 1.316 personas, ochenta de ellas menores de edad.



La depuración de los cuerpos policiales es uno de los puntos más importantes contenidos en el Acuerdo por la Seguridad, la Legalidad y la Justicia, firmado esta semana por los tres poderes del Estado mexicano y agentes sociales, religiosos y laborales.



El Gobierno mexicano ha empleado desde diciembre de 2006 al Ejército y la Policía Federal en tareas de combate al narcotráfico e investigación de policías locales, ante los menores recursos de que disponen éstas y la sospecha de casos de corrupción y lazos con el crimen organizado.



En varios estados del país, las corporaciones locales de policía fueron desarmadas temporalmente para comprobar si sus armas habían tenido algo que ver en acciones del crimen organizado, lo que motivó algunas detenciones.





EFE


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