Publicidad

Veinte muertos en atentado contra tres núcleos de comercio y ocio de India

Nueva Delhi ha sufrido varios atentados en los últimos años, el más sangriento el 29 de octubre de 2005, cuando murieron unas 50 personas en la explosión de tres bombas en zonas comerciales.


Tres de los principales y más concurridos núcleos comerciales y de ocio de la capital india fueron objeto este sábado de un atentado múltiple que se cobró la vida de 20 personas y causó decenas de heridos, según fuentes hospitalarias.



El portavoz policial Rajan Bhagat dijo a Efe que se registraron un total de cinco explosiones, en las que 15 personas perecieron y 55 resultaron heridas, pero fuentes hospitalarias citadas por la agencia IANS elevaron a 20 la cifra de muertos.



Las explosiones comenzaron a las 18.15 hora local (12.45 GMT) y se sucedieron por espacio de unos 30 a 40 minutos, un tipo de atentado que ya han sufrido este año otras grandes urbes indias como la turística Jaipur, la tecnológica Bangalore o la ciudad de Ahmenabad.



El primer estallido ocurrió en el mercado Ghaffar, especializado en teléfonos móviles, en el barrio de Karol Bagh del norte capitalino, donde murieron 13 personas y 40 resultaron heridas, según IANS.



Los primeros resultados de la investigación indican que el artefacto estaba colocado debajo de un «rickshaw», el popular triciclo motorizado indio, que se elevó por los aires y se enganchó con el cableado eléctrico, lo que hizo más mortífera la explosión.



«El rickshaw voló por los aires por el impacto de la explosión y vi cuerpos volando en todas las direcciones», describió Roshan Lal, un testigo en el mercado Ghaffar, a la IANS.



Las dos siguientes explosiones, que causaron siete muertos, se registraron en la céntrica Connaught Place, el corazón de Nueva Delhi, construida por los británicos.



Las bombas, colocadas en papeleras, estallaron en Central Park, núcleo ajardinado del distrito radial de Connaught Place, y a la entrada de una estación de metro en la calle Barakhamba.



Los últimos artefactos estallaron en un mercado de la barriada popular de Greater Kailash-I, en el sur de la ciudad, sin causar víctimas mortales.



«Estaba de compras con mi marido cuando oímos la explosión y vimos una luz muy intensa. Al principio, pensamos que se trataba de una bombona de gas, pero después, cuando la gente se dio cuenta de que era una bomba, cundió el pánico», describió la delhí Meena Rastogi.



Los heridos fueron trasladados a varios hospitales capitalinos, mientras la Policía evacuaba las zonas atacadas.



«Como todas las bombas estaban en mercados concurridos, hemos pedido a la gente que los evacúe y se quede en casa como medida de precaución», dijo a la agencia PTI el oficial policial Y.S. Dadwal.



La noticia del atentado convirtió Nueva Delhi en una ciudad desierta, con comercios, restaurantes y locales nocturnos cerrados al público.



«Estábamos cenando en un restaurante y nos enviaron a casa con la comida empaquetada», relató a Efe Bienvenida, una residente española.



Un vendedor de alfombras, Umar, describió también calles vacías y puertas cerradas en el pub al que acude todos los sábados.



Según Bhagat, la Policía halló tres bombas sin explotar, dos en Connaught Place y una en las proximidades de la Puerta de la India, uno de los monumentos delhíes más emblemáticos, ubicado en la zona céntrica que acoge las principales instituciones oficiales.



Baghat añadió que la Policía está interrogando a «varias personas» y dispone de «pruebas vitales» para esclarecer el atentado.



El grupo Indian Muyahidin, una supuesta nueva denominación del proscrito SIMI, se atribuyó la autoría con el envío de un correo electrónico a medios de comunicación, igual que hizo con anteriores ataques en otras ciudades indias que la Policía aún no ha logrado esclarecer.



Tanto el primer ministro indio, Manmohan Singh, como la presidenta del gubernamental Partido del Congreso, Sonia Gandhi, la jefa del Estado, Pratibha Patil, y la alcaldesa de Delhi, Aarti Mehra, condenaron el atentado e hicieron llamamientos a la calma ciudadana.



Los terroristas «no pueden matar el espíritu» de Delhi, aseveró Mehra, entrevistada por la cadena de televisión delhí NDTV.



Gandhi visitó a los heridos en hospitales, mientras el Gobierno central y el delhí anunciaron indemnizaciones para las víctimas.



Nueva Delhi ha sufrido varios atentados en los últimos años, el más sangriento el 29 de octubre de 2005, cuando murieron unas 50 personas en la explosión de tres bombas en zonas comerciales.



Tras el atentado de hoy, el Ministerio del Interior pidió a todos los estados indios que aumentaran las medidas de seguridad y tanto Delhi como las tres regiones que la circundan elevaron su nivel de alerta.



EFE

Publicidad

Tendencias