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Bin Laden está mitificado por Occidente dice estudioso de sus discursos

Miller, que trabaja actualmente en un proyecto para analizar la legitimidad de los discursos del líder terrorista y el realismo de sus amenazas, no dudó a la hora de calificar de falso el vínculo entre los atentados del 11 de septiembre de 2001, Sadam Hussein y Bin Laden.


Occidente ha mitificado la figura de Osama bin Laden, según un profesor experto en sus discursos, que definió al líder terrorista como alguien de intelecto creativo, que suena humilde y se expresa como un militante.



Flagg Miller, académico experto en Islam, que trabaja en la universidad californiana UC Davis, llegó a esta conclusión después de años analizando decenas de grabaciones de Bin Laden requisadas en una operación militar en 2003 en Afganistán, que formaban parte de una colección de casi 1.500 casetes de reflexiones político-religiosas.



En una entrevista con Efe, Miller arrojó dudas sobre la imagen que se tiene en Occidente del propio Bin Laden y de la organización Al Qaeda, «engrandecida» ante los ojos de los ciudadanos por los medios de comunicación y los Gobiernos occidentales.



«Los imaginamos como una red bien organizada de gente a través de todo el mundo en la que manda Bin Laden, pero esta idea general no se percibe en esas cintas. El término Al Qaeda en árabe significa regla, base y puede referirse a muchas cosas, incluida su connotación militar», dijo.



En las grabaciones se captaron diferencias entre Bin Laden y sus compañeros sobre cómo interpretan algunos conceptos, y retrataron a este grupo en situaciones algo caóticas, como de viaje o cocinando, que los muestra como heterogéneos y poco sofisticados.



Sin embargo, Miller acusa a las autoridades estadounidenses de querer «simplificar al enemigo ante la audiencia y Bin Laden es el centro de eso. Algo que los terroristas utilizan para su beneficio».



«Es una amenaza que hay que tomar en serio, pero debemos enfocarla de una manera más compleja», insistió Miller, para quien los terroristas emplean ahora el concepto que Occidente acuñó sobre ellos.



Este profesor, que en el número de octubre de la revista Language & Communication publicó un análisis semántico titulado «Al-Qaeda as a ‘pragmatic base’: Contributions of area studies to sociolinguistics», criticó también la literatura existente sobre Al Qaeda, que tampoco ayuda a comprender el problema.



«Me sorprenden los libros que salen de Bin Laden y Al Qaeda en los que se eligen trozos sueltos de discursos que sirven para formar nuestra perspectiva de red global terrorista. Hay otras ideas que no llegan a la gente y que facilitarían la comprensión de lo que pasa», dijo.



Tras horas escuchando a Bin Laden, Miller concluyó que se trata de una persona «intelectualmente creativa, que habla con pasión del Islam y de cómo ha sido dañado por Occidente y los mandatarios árabes. Se dirige a su oyente en árabe estándar, de forma humilde, pero no como un político o un religioso, sino como un militante».



Miller, que trabaja actualmente en un proyecto para analizar la legitimidad de los discursos del líder terrorista y el realismo de sus amenazas, no dudó a la hora de calificar de falso el vínculo entre los atentados del 11 de septiembre de 2001, Sadam Hussein y Bin Laden.



«No hay pruebas de ello. Además, los ataques de Al Qaeda en Irak suponen un 5 por ciento de todos los que sufren las tropas de EE.UU. Hay muchas otras organizaciones involucradas», indicó este estudioso conocedor de Oriente Medio, región donde vivió durante cuatro años.



El académico aseguró estar a favor de cualquier acción que promueva el diálogo intercultural, como la «Alianza de Civilizaciones» promovida por el presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero.



«Esta idea es ahora más importante que nunca, porque el ‘choque de civilizaciones’, aunque es un concepto persuasivo, es menor que la relación que hay entre las sociedades, que originalmente han tenido más intercambios y aprendizaje que animadversión», comentó.



Las cintas analizadas por Miller, que dio a conocer la CNN tras el hallazgo, se encuentran en la Universidad de Yale, donde se procederá a su digitalización para su conservación y nuevos estudios.



EFE

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