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Papa Francisco: «Descartamos toda una generación por mantener un sistema económico que ya no se aguanta» En larga entrevista advirtió contra la «idolatría del dinero»

Papa Francisco: «Descartamos toda una generación por mantener un sistema económico que ya no se aguanta»

“En el centro de todo sistema económico debe estar el hombre, el hombre y la mujer, y todo lo demás debe estar al servicio de este hombre. Pero nosotros hemos puesto al dinero en el centro, al dios dinero”, dijo el pontífice en una extensa entrevista publicada en el diario español La Vanguardia, en una abierta crítica al modelo económico actual.


Una nueva y aguda crítica al modelo lanzó el Papa Francisco, quien en una entrevista publicada este viernes en el diario español La Vanguardia, acusó al sistema económico actual de fomentar la “idolatría al dinero” y fomentar una política de descarte.

“Está probado que con la comida que sobra podríamos alimentar a la gente que tiene hambre. Cuando usted ve fotografías de chicos desnutridos en diversas partes del mundo se agarra la cabeza, no se entiende”, dijo el Papa, quien no duda en responsabilizar de ello a “un sistema mundial económico que no es bueno”.

“En el centro de todo sistema económico debe estar el hombre, el hombre y la mujer, y todo lo demás debe estar al servicio de este hombre. Pero nosotros hemos puesto al dinero en el centro, al dios dinero. Hemos caído en un pecado de idolatría, la idolatría del dinero. La economía se mueve por el afán de tener más y, paradójicamente, se alimenta una cultura del descarte. Se descarta a los jóvenes cuando se limita la natalidad. También se descarta a los ancianos porque ya no sirven, no producen, es clase pasiva… Al descartar a los chicos y a los ancianos, se descarta el futuro de un pueblo porque los chicos van a tirar con fuerza hacia adelante y porque los ancianos nos dan la sabiduría, tienen la memoria de ese pueblo y deben pasarla a los jóvenes”, expresó.

Francisco dijo que ahora “está de moda” descartar a los jóvenes con el desempleo y advirtió: “Descartamos toda una generación por mantener un sistema económico que ya no se aguanta, un sistema que para sobrevivir debe hacer la guerra, como han hecho siempre los grandes imperios. Pero como no se puede hacer la Tercera Guerra Mundial, entonces se hacen guerras zonales. ¿ Y esto qué significa? Que se fabrican y se venden armas, y con esto los balances de las economías idolátricas, las grandes economías mundiales que sacrifican al hombre a los pies del ídolo del dinero, obviamente se sanean. Este pensamiento único nos quita la riqueza de la diversidad de pensamiento y por lo tanto la riqueza de un diálogo entre personas”.

Agregó que “la globalización bien entendida es una riqueza. Una globalización mal entendida es aquella que anula las diferencias. Es como una esfera, con todos los puntos equidistantes del centro. Una globalización que enriquezca es como un poliedro, todos unidos pero cada cual conservando su particularidad, su riqueza, su identidad, y esto no se da”.

El Papa, quien concedió la entrevista al día siguiente de la oración por la paz con los presidentes de Israel y Palestina, se refirió también al fundamentalismo, manifestando que “un grupo fundamentalista, aunque no mate a nadie, aunque no le pegue a nadie, es violento. La estructura mental del fundamentalismo es violencia en nombre de Dios”.

También reconoció que le gustan poco los protocolos y se refirió a su decisión de no usar el papamóvil, el transporte con cristales blindados que utilizó el Papa Juan Pablo II tras ser el blanco de disparos en la Plaza de San Pedro el 13 de mayo de 1981.

“Sé que me puede pasar algo, pero está en manos de Dios. Recuerdo que en Brasil me habían preparado un papamóvil cerrado, con vidrio, pero yo no puedo saludar a un pueblo y decirle que lo quiero dentro de una lata de sardinas, aunque sea de cristal. Para mí eso es un muro. Es verdad que algo puede pasarme, pero seamos realistas, a mi edad no tengo mucho que perder”.

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