La mayoría de los 32 imputados, ex militares de las dictaduras latinoamericanas, no asistió, por lo que fueron representados por un abogado de oficio. La justicia busca castigar los delitos contra los ciudadanos italianos ocurridos en el continente entre 1970 y 1980. Un acusado uruguayo fue el único que estuvo presente.
Italia abrió hoy el proceso en primera instancia con el que pretende juzgar la muerte y desaparición de una veintena de italianos en la denominada «Operación Cóndor» durante las dictaduras latinoamericanas en las décadas de 1970 y 1980.
La primera audiencia comenzó a las 10.20 horas locales (9.20 GMT), cuando la jueza Evelina Colella accedió al aula búnker de la prisión romana de Rebibbia, donde se celebrará este proceso.
También estaba presente el fiscal Giancarlo Capaldo, el responsable de la investigación de este caso de presuntos crímenes de lesa humanidad y que inició sus pesquisas en 1999, tras la denuncia de un grupo de familiares.
Los imputados son 32 antiguos miembros de las Juntas Militares de cuatro países. Entre ellos 11 chilenos. A ellos se suman ex militares de Bolivia (1), Perú (4) y Uruguay (16), si bien la mayoría ha decidido no prestar declaración en este juicio por lo que les ha sido asignado un abogado de oficio.
El único acusado presente fue el uruguayo Jorge Néstor Troccoli, que vive en Italia, ya que cuenta con la nacionalidad de ese país desde el 2002.
Troccoli entró en la sala flanqueado por sus dos abogados de confianza, Francesco Saverio Guzzo y Anna Scifoni.
Ambos recordaron en declaraciones a Efe que su cliente ya fue encarcelado como medida preventiva en 2007 en la capital italiana y puesto en libertad cuatro meses más tarde, cuando el país negó su extradición a Uruguay para que fuera procesado allí.
Por esa razón los defensores consideran que el proceso no supondrá demasiados problemas para el exmilitar, de 67 años y a quien se le imputa la muerte de seis personas.
En la sala estuvieron numerosos familiares y víctimas, como el uruguayo Nicosio Romero, secuestrado y torturado durante mes y medio en Buenos Aires en el año 1974, explicó en declaraciones a Efe.
«Yo creo que en este momento Italia está dando un ejemplo en todo el mundo porque los crímenes contra los derechos humanos no pueden prescribir y los criminales deben ser perseguidos en todo el mundo», celebró.
También se hicieron presentes numerosas partes civiles, como familiares de víctimas, el Estado de Uruguay y la presidencia del Consejo de Ministros de Italia.
La Operación Cóndor fue un plan urdido por Augusto Pinochet y que coordinó la represión de la oposición política en las décadas de 1970 y 1980 por parte, sobre todo, de los regímenes dictatoriales de Chile, Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Bolivia.
