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Mirar al futuro

Es el momento de mirar al futuro y dejar atrás las tensiones de las últimas semanas. Creo que luego del Consejo General de Renovación Nacional hay que poner todas nuestras energías en cimentar la solidez de la Alianza por Chile y consolidarla como alternativa del gobierno.


Pasó el Consejo General de Renovación Nacional y creo que primó la unidad. Como se ha informado profusamente a través de los medios de comunicación, se encontró la fórmula de consenso que permitió mantener la unidad y la integridad del partido.



Fracasaron, entonces, quienes buscaban su división desde el interior, mediante múltiples llamados a dejar la tienda a quienes no compartiéramos las decisiones de la mesa directiva ni acatásemos sus instrucciones, aunque ellas no representaran el pensamiento mayoritario de los parlamentarios del partido.



Primó finalmente la cordura y serán los propios parlamentarios quienes tendrán un derecho en las decisiones que puedan tomar los órganos legítimos del partido y que los comprometa en el Congreso.



El Consejo General fortaleció la democracia interna de Renovación Nacional, porque los acuerdos que se tomen, de ahora en adelante, serán efectivamente representativos de la mayoría de quienes tienen a su vez la representación del electorado: los parlamentarios. Por esto, si bien se ha reiterado que no existen ni podrán existir nunca órdenes de partido, como sería el caso en temas valóricos y otros de alta superioridad doctrinaria al momento de votar, nos hemos comprometido a respetar en el Congreso las decisiones que se generen al amparo de la nueva modalidad interna que esta vez es estatutaria, como lo exigimos oportunamente.



Es el momento de mirar al futuro y dejar atrás las tensiones de las últimas semanas. Creo que luego del Consejo General de Renovación Nacional hay que poner todas nuestras energías en cimentar la solidez de la Alianza por Chile y consolidarla como alternativa del gobierno.



Junto a la UDI y todos quienes tienen interés en hacer realidad la alternancia en el poder, uno de los pilares de la democracia, tenemos ahora despejado el camino para avanzar hacia el objetivo y llegar a La Moneda el 2006 con Joaquín Lavín.



Por eso, podríamos decir que con los acuerdos logrados en el Consejo General todos ganamos. Ganó Renovación Nacional, que evitó su quiebre y salió fortalecida, con una nueva institucionalidad en la que se plasman concretamente sus distintas sensibilidades.



Ganó la Alianza por Chile, que ha visto terminado un capítulo de serias divergencias al interior de uno de sus principales pilares, generándose las condiciones para su proyección definitiva hacia la victoria. Ahora, hay que conjugar el verbo unir y no imponer, ni dividir.



Y ganó Chile, que verá cumplir el sueño de la mayoría de sus habitantes respecto a poner término al ciclo de la Concertación y comenzar una nueva era de progreso y desarrollo a partir del primer gobierno de la Alianza por Chile.



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