Publicidad

El tirano Martner Rex y la desorientación del PS


Día a día nos encontramos con políticos pegados en el siglo pasado, de esos que ven con admiración cómo se manejaban las cosas con el totalitarismo y la disciplina militar. Me recuerdan a mi abuela cuando me decía, con los ojos brillosos, que en sus tiempos los que se portaban mal las pagaban más duro que ahora. Estos son los dinosaurios de la política. Y la posición encabezada por el presidente del PS, Gonzalo Martner, lo transforma en uno de los principales ejemplos de este tipo de políticos.



La verdad, mal me parece que un socialista esté en contra del royalty. Pero me parece simplemente aberrante que se le expulse por esto. Quizás en palabras de Voltaire, este diría: «Aunque no comparto para nada su postura señores Correa y Loyola, daría mi vida para que pudieran expresarlas».



Hemos sido uno de los críticos del actuar del ex ministro Correa, refiriéndonos en duros términos a sus practicas. Pero, una cosa es disentir políticamente, debatir y enfrentar desde el plano de las ideas a quienes piensan distinto y creemos han actuado mal, y otra muy distinta es simplemente querer borrarlo del mapa.



El presidente del PS ha tenido una postura muy a lo Bush: «o estás conmigo o eres mi enemigo». Disto mucho de la posición antidemocrática de Martner, pero jamás se me ocurriría pedir su expulsión por esto. Las lógicas totalitarias dejémoselas a otros, que «los malos» sean los intolerantes. El general de los pañales y las cuentas en el Riggs decía que «estaban en contra de la patria» aquellos que no pensaban igual a él.



Los partidos políticos deben tener un marco ético y de principios básicos que le den unidad y vigencia histórica, del cual, sin duda alguna, no deben salirse sus militantes. Pero una cosa muy distinta a los principios son los temas coyunturales, de los cuales el partido legítimamente puede tener una posición, y de las cuales sus militantes legítimamente pueden no concordar, como en un tema tributario. Pero bajo la lógica del Sr. Martner, considerando al royalty un tema de principios, deberíamos estatizar todas las empresas y expulsar del partido a quienes tengan un reparo a ello. La actual dirigencia del PS no ha sabido procesar las diferencias en la toma de las decisiones, actuando con lógicas claramente ortodoxas, y por qué no decirlo, un tanto «talibanescas».



Hoy en día los partidos que quieran triunfar deben ser partidos abiertos a la sociedad. Dispuestos a que en sus filas ingresen personas con posturas distintas en muchos temas coyunturales, con la disposición de confrontar ideas y buscar consensos.



Debemos terminar con esta lógica de «expulsar, expulsar que el mundo se va a acabar». Más que preocupados de andar echando militantes, el camino va por preocuparse de sumar nuevos adeptos. Un partido democrático logra políticas por vías del convencimiento y no de la disciplina militar.



Esta forma de hacer política, sin duda alguna, equivoca el rumbo. Un PS intolerante, poco democrático y con estos tildes de estalinismo trasnochado, sólo perjudican la candidatura de Michelle Bachelet. Deja la imagen de un partido excluyente, encerrado en calle París y que espera que voten por él sólo los socialistas, refichados y adscritos a su núcleo.



No soy marxista, ni me gusta mucho levantar el puño, y la verdad, la bandera del PS me parece un tanto antigua. Pero me siento más socialista que nadie y respeto verdaderamente como «compañero» a quienes piensan distinto a mí en el interior del PS. La dirección del PS debe abandonar esta lógica de casería de brujas interna y debe entender que el verdadero adversario está en la vereda del frente. Nuestro rival no es quien tiene desencuentros en la interna partidaria, sino aquellos que quieren un país conservador, de injusticias y desigualdades. El adversario a vencer son los que quieren un Chile en que tengamos la cultura de la Paty Maldonado y los mensajes del cura Hasbún en la televisión publica. Yo tengo claro quién es mi adversario, pues no quiero un país en que deba necesitar receta retenida para comprar preservativos. Espero que Martner, Barrios y Cia. canalicen sus energías y entiendan que es a éstos a los que debemos enfrentar.





*Daniel Manouchehri Lobos es vicepresidente nacional de la Juventud Socialista y ex presidente del Parlamento Juvenil (daniel_manouchehri@yahoo.es).

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
Publicidad

Tendencias