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Primer round: Victoria para Alvear


El debate entre las precandidatas presidenciales confirmó que Soledad Alvear es la candidata más solvente. La exitosa trayectoria de Alvear en tres ministerios fundamentó una actitud mucho más clara y asertiva que la de su oponente. Sobre todo en la primera etapa del debate, esto fue muy claro: las respuestas respecto de una eventual alza de impuestos, su postura hacia China y su percepción acerca la Ley Reservada del Cobre fueron los momentos más bajos de la candidata socialista. Era clara su incomodidad tratando de conciliar el ala liberal con el ala socialista que conviven dentro de su comando. Sobre todo, era notoria su molestia al intentar una respuesta obvia a la pregunta acerca de la redistribución de los ingresos. Finalmente, terminó por decir lo que hace temblar a la Sofofa y cree todo socialista: tendrá que haber alza de impuestos si queremos tener una sociedad integrada socialmente.



Cuando se le preguntó acerca de sus vínculos con la oposición más radical al régimen militar y su identidad socialista, fue nuevamente un mal momento. Todos tenemos derecho a cambiar, pero hay que asumir el pasado y dar razones de nuestros giros. Bachelet pudo haber sido más clara en sus respuestas y eso no la hubiese afectado en su popularidad. Pero se le veía tensa, igual que cuando intentaba dar cifras y no retenía bien. Confundió 800 mil millones de pesos con 800 mil millones de dólares. Era evidente que intentaba responder a quienes la han criticado por no estar preparada para la primera magistratura de la nación. Pero así perdió en lozanía y no ganó en consistencia.



Por su parte, Soledad Alvear apuntó bien con respecto a las políticas centrales de su gobierno. Incluso, cuando la tensión se elevó al preguntársele acerca de su marido y la licitación de la defensoría procesal penal. Su respuesta fue clara y categórica. Finalmente, es ella la candidata. Sin embargo, esa pregunta, a la par que la ausencia de Adolfo Zaldívar, atacaron la principal debilidad de la abanderada DC. Es indudable que las principales acusaciones y dudas en torno a ella no provienen tanto de su persona y su trayectoria pública, sino que de su entorno político partidista. ¿Habrá salvado este punto? Lo sabremos en los próximos días.



De igual modo, las preguntas con respecto a gastos reservados y los eventuales funerales públicos de Augusto Pinochet mostraron a una Soledad Alvear menos enfática, asumiendo más roles de estado que no son populares entre los eventuales votantes de la Concertación, que haciendo ver sus sentimientos.



Las invocaciones finales de ambas candidatas apuntaron a la emotividad más que a los contenidos. Eso mismo las traicionó un poco, al no saber cerrar bien sus intervenciones. Raya para la suma: lo no dicho. Una impresionante demostración de fuerza y civismo dentro de la Concertación y de cara al país. Dos candidatas que demuestran sus potencialidades y virtudes. Finalmente, Soledad Alvear más segura y solvente frente a una Michelle Bachelet con menos seguridad y solvencia. Ganó Soledad Alvear y la competencia se hace más reñida. Estos debates fortalecen la democracia cuando con amistad cívica se confrontan ideas. Esperamos que ésa sea la tónica de lo que viene.





Sergio Micco es cientista político y candidato a diputado de la DC.


  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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