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Sistema de Observancia Laboral: Un sol para los trabajadores


¿Usted sabía que la diferencia de precios en cualquier supermercado entre un helado Trendy y uno Bresler -a veces de hasta $200 pesos a favor de este último- no se debe a que su fabricación tenga un ingrediente secreto, provenga de una receta casi ancestral o tenga una mejor tecnología incorporada en su proceso? No, simplemente ambos son el mismo helado, fabricado por las mismas manos trabajadoras, pero la diferencia está únicamente en que Unilever, empresa multinacional de capital de origen holandés, subcontrata la producción a Trendy y luego le estampa su marca para venderlo a mejor precio en el mercado.



Obviamente que la diferencia de precios no retorna a las manos de los trabajadores sino que es utilidad neta y pura para los bolsillos de la multinacional. Esta es una de las famosas «ventajas competitivas» que ofrece el mercado productivo nacional al capital extranjero y a los grandes consorcios multinacionales y que ha favorecido el «boom» de la apertura comercial, facilitando la entrada de estas empresas a Chile. Actualmente hay por sobre 1.500 multinacionales operando en nuestro país, con capitales proveniente de los grupos económicos y financieros más poderosos de todos los continentes, particularmente de Europa y Estados Unidos.



Con información de utilidad pública de este tipo se ha lanzado el Sistema de Observancia Laboral de la CUT, SOL, un hilo de derechos laborales en el enredoso laberinto de razones sociales y formas corporativas con que operan las grandes empresas y capitales extranjeros en Chile, entrando de lleno a la difícil y movediza arena de la veracidad de la información sobre las empresas y sus negocios. Responder a la pregunta – ¿Qué es de quién? – desde la perspectiva de los trabajadores y sus organizaciones es fundamental para desentrañar esta confusa y difusa cadena de operaciones de los negocios, que se sostiene en una elevada concentración en el acceso y manejo de información en manos de los empresarios, haciendo aún más profunda la brecha de poder con los trabajadores/as al momento de negociar y de los chilenos/as al momento de consumir.



Esta información se dice que es pública y libre, pero una somera consulta a personas comunes y corrientes, da como resultado justamente lo contrario, casi nadie lo sabe, ya que más allá de la repetida consigna a la que recurren cotidianamente los comunicadores públicos de «libertad de información», el nivel de control monopólico de acceso y uso de la información no permite que la mayoría de la población ejerza este derecho fundamental, que de humano, se hace cada día más humano, dado el arbitrio muchas veces con que esta información se entrega a la opinión pública, que más que un servicio se transforma en una amenaza a la integridad y respeto de la vida de las personas y las organizaciones.



Por ello la tarea de SOL es titánica, ya que si existe realmente un terreno nebuloso y oscuro en la información es justamente aquel que se refiere al manejo de las operaciones y negocios de los grandes capitales, consorcios y empresas, protegidas en gran parte por la propia legislación, ocultándole a la opinión pública tras una intrincada cadena de negocios, la precariedad del trabajo y el uso abusivo de la fuerza laboral del país.



SOL es un sistema de información que se construye colectivamente, con el concurso de organizaciones de trabajadores, de consumidores, medioambientalitas y sociales, y que se alimenta y retroalimenta cotidianamente gracias a la participación entusiasta de los sindicatos. Estará disponible al público en general durante la primera quincena de septiembre, a través de un sitio web especializado, para el acceso sin restricciones a la información más variada especialmente financiera, económica, laboral y sindical de multinacionales y exportadoras que operan en Chile.



Este Sistema, que es esencialmente un instrumento para potenciar la acción sindical, es también un instrumento ciudadano, por tanto, la invitación es a generar una red de organizaciones que se apropie de esta herramienta y que la enriquezca, ya que su credibilidad y permanencia como sistema informativo alternativo para las mayorías sólo es posible si conserva su carácter colectivo y participativo.



La invitación está abierta.





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Ana Bell Jaras. Directora Observatorio Laboral. Consejera nacional CUT




















  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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