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Vulnerados

Por: Grupo de Políticas Públicas de Enseña Chile


Señor Director:

Si quieres resultados distintos, no sigas haciendo lo mismo.

Esta frase se le atribuye a Einstein y tiene mucho que ver con la reforma educacional que se discute en el Congreso. El nuevo incentivo de reconocimiento por desempeño en Establecimientos de Alta concentración de Alumnos Prioritarios (igual al 20% de la asignación de tramo a que tenga derecho el docente más un monto fijo máximo de $43.726 para un contrato de 44 horas) pretende reducir la brecha de los estudiantes, movilizando a los mejores docentes a partir, mantenerse y moverse a establecimientos con alta concentración de estudiantes vulnerados. Nada muy distinto del anterior bono por desempeño en condiciones difíciles. ¿Qué cambios esperamos si seguimos haciendo lo mismo?

La pregunta obvia es cómo el sistema puede atraer a los mejores profesores a donde más se necesitan. Ante esta pregunta las respuestas son múltiples: ¿es necesario un incentivo económico para los profesores que trabajan en estos contextos? Sí, pero no es suficiente. Los profesores no son maximizadores de rentas, como se podría pensar, por lo que sólo ofrecer incentivos económicos a los “mejores” profesores implica correr el riesgo que en los colegios más vulnerables tengan expertos contestadores de pruebas y portafolios (evaluaciones que definen a los buenos profesores), sin la sensibilidad y responsabilidad necesarias que inspiran las necesidades de cada uno de los estudiantes del Chile vulnerado. Un profesor experto puede tener un gran conocimiento y un excelente portafolio, pero ¿dónde queda la dimensión afectiva y ética que implica enseñar? ¿Qué se puede ofrecer entonces? En un intento de respuesta creemos que para atraer y retener a los mejores profesores haciendo clases dónde más se necesita, son necesarias mejores condiciones laborales y de desarrollo continuo:

1. Para los profesores de estudiantes vulnerados, debería ser un derecho tener un proporción de horas lectivas y no lectivas de 50/50, que les permita tener el tiempo suficiente para poder reunirse con un equipo multidisciplinario, actualizarse día a día en una educación nueva, reflexionar y buscar las mejores estrategias de enseñanza, de motivación y sobre todo transmisión de sentido, a quienes más urgente lo requieren.

2. La posibilidad de especialización y desarrollo continuo, a través de posgrados y diplomados, debería estar garantizada (con tiempo y recursos financiados por el estado) para los profesores que trabajen en contextos donde más falta hace y donde nada debería realizarse a ciegas. No solamente las recompensas económicas atraen a un buen profesor, también hay anhelos más profundos, como el de cambio del sistema educativo, pero con las herramientas indicadas.

3. Establecer elementos de prestigio y reconocimiento al desempeño en contexto de vulnerabilidad, por ejemplo con la flexibilización del tiempo de contabilización de los años de experiencia para acceder a mayores asignaciones por tramo en la carrera docente, entre otros.

Ojalá los tres puntos anteriores fueran un derecho para todos los profesores, sin duda hacia allá tenemos que caminar, pero por lo pronto, son una urgencia para quienes educan a los que han sido postergados durante décadas.

La profesionalización docente es un desafío país prioritario y debemos enfrentarlo desde una ética formativa en donde el profesor se reconozca como clave para lograr objetivos de igualdad y calidad en educación. La gran mayoría de los profesores de Chile sienten vocación por enseñar, pero además necesitamos que esa vocación se transforme en un profundo anhelo de cambio en el sistema educativo, que lleve a los mejores profesores donde más los necesitan: en las escuelas y liceos donde hay más estudiantes vulnerados.

Este año, como ningún otro, existe la posibilidad de hacer algo realmente distinto, políticas educativas que cambien drásticamente el rumbo desigual y segregador que tomó nuestro país. Ciertamente las ya aprobadas medidas de fin al lucro, copago y selección en colegios que reciben recursos públicos son avances importantes. Pero, ¿con esto se garantiza mejor educación, en aquellos colegios de bajo desempeño?, la nueva asignación económica es insuficiente para generar los cambios que Chile requiere y parece ser un poco más de lo mismo.

Grupo de Políticas Públicas de Enseña Chile

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