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¿Y quién se hace cargo? Infancia y abandono político

Por: Paloma Domínguez. @mujerfresca, Consejera de Carrera de Educación Diferencial UDP 2016 – 2017, Delegada de Cultura Federación Estudiantes UDP 2016. Militante de Movimiento Autonomista


Señor Director:

No es requisito tener muchos conocimientos académicos en el tema para reconocer a la infancia como el período más importante en la formación vital de una persona. En particular, la primera infancia, es comprendida como la etapa en la que se gestan la personalidad, los miedos, las voluntades y la confianza.

Es la radicalidad de la influencia de la infancia en la biografía de los sujetos, la que nos debe llevar a atender a los niños y niñas en búsqueda del desarrollo integral de estos. Por ello, la visión panorámica de la realidad infantil chilena es realmente preocupante y se presta para proyectar un futuro bastante desolador.

Podemos iniciar la panorámica observando las realidades de los jardines infantiles, establecimientos que, en su mayoría, no dan abasto para cubrir las necesidades materiales y humanas. En estos recintos, al igual que en los colegios, resulta imposible atender a las necesidades de los niños y niñas de forma responsable, porque la falta de recursos lleva a sus sostenedores a conformar aulas de entre 30 y 45 niños.

Otro ejemplo interesante es la cultura Teletón, la cual es una práctica que normaliza la necesidad de “hacer una vaquita” a nivel país para cubrir la rehabilitación, ante la incapacidad del estado de cubrir la terapia de los 30.000 usuarios que posee el centro actualmente. Cabe destacar que el evento nacional, instala durante 48 horas al año la importancia de hacerse cargo de la calidad de vida de los niños y niñas. Sin embargo, no cuentan con la misma atención y suerte los y las menores que sufren de enfermedades paralelas a lo cubierto por la Teletón. He tenido la suerte de trabajar en una Escuela Intrahospitalaria y con tristeza he sido testigo del quiebre económico de familias completas que por culpa de la inexistencia de la aclamada “Licencia para cuidar”, han perdido hasta sus casas debido a que tener un trabajo regular y cuidar a un/a hijo/a con una enfermedad crónica es casi imposible.

Lo anterior, es sólo una muestra del panorama nacional, pues si estudiamos situaciones particulares, podemos detenernos en hechos gravísimos que trastornan la vida de más de 100.000 menores atendidos en Sename. Al hablar de SENAME, hablamos de la institución que atiende a todos y todas las menores de los cuales el país no ha sido capaz de hacerse cargo. Resulta bastante absurdo que una misma institución acoja en sus centros a infantes en proceso de adopción, junto con menores que han cometido delitos. Poco tiene que ver la niña cuyos padres están presos, con aquella que no tiene familia. Más todos tienen algo en común, han sido abandonados por el Estado.

Intentar apuntar con el dedo al responsable parece incluso más difícil que solucionar el problema. ¿Por dónde partimos? ¿El ministerio de Infancia? ¡No tenemos! Chile cuenta con un ministerio del deporte, de medioambiente e incluso de equidad de género, pero la infancia queda a cargo de un “Consejo Nacional” por lo que tiene la misma prioridad que la televisión y la radio.
Una de las muestras que deja este problema es por ejemplo, que Gendarmería (Ministerio de Justicia) se haga cargo del cuidado de los niños y niñas del SENAME. El resultado, más de 1.000 menores muertos a su cuidado.

Las voluntades políticas parecen estar dirigidas hacia cuántas horas de arte y matemática deben tener las escuelas, olvidando cuántas niñas y niños están siendo víctima de violaciones. Olvidamos poner los ojos en cuántos niños y niñas están siendo torturados y asesinados. Olvidamos la relevancia de la infancia e ignoramos que los niños y niñas son personas que merecen dignidad y respeto de sus derechos.

Urge instalar el tema tanto en las mesas de los almuerzos como en el parlamento. Es menester hoy, que quienes postulan al sillón de la moneda prioricen planes para cambiar el desarrollo de la infancia por sobre la solución a los portonazos.
Para que en el Chile del mañana no hablemos de suicidios, no hablemos de violencia, no hablemos de abandonos, de intolerancia ni delincuencia, es necesario hoy hablar de infancia. Tal como decía Gabriela Mistral “el futuro de los niños es hoy, mañana será tarde”.

Paloma Domínguez. @mujerfresca
Consejera de Carrera de Educación Diferencial UDP 2016 – 2017
Delegada de Cultura Federación Estudiantes UDP 2016.
Militante de Movimiento Autonomista

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