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Reproducción de la desigualdad y Becas Chile

Por: Beatriz Silva Pinochet


Señor Director:

En relación a los artículos y cartas al director publicadas recientemente sobre el programa Becas Chile de Conicyt, sobre los requisitos elitistas que definen su adjudicación e incluso sobre una supuesta elite del Frente Amplio que se habría perfeccionado afuera (omitiendo que todos los mencionados también estuvieron bajo dicha modalidad de becas), quisiera expresar algunos puntos.

En relación a la reproducción de la desigualdad que potencian las becas quisiera destacar que, si bien estoy de acuerdo con esta realidad, dicha reproducción se incrementa o disminuye en directa relación a las características de las bases concursables, las que han cambiado innumerables veces. Si en algunas convocatorias, -especialmente durante el gobierno de Sebastián Piñera-, se privilegió excesivamente la universidad elegida por el postulante, en otras convocatorias se ha privilegiado mayormente el currículum de aquel o aquella, lo que hace más fácil a personas que no postulan a las primeras universidades de mundo (generalmente de habla inglesa) ser beneficiadas por una beca. No obstante esta realidad, la adjudicación de las becas no se hace en base a amiguismos ni se hace a dedo. No existe una discriminación individual sino una reproducción de la desigualdad estructural del país que claramente no puede resolver Becas Chile. Por otro lado conozco numerosos estudiantes de máster y doctorado que no pertenecen a los últimos quintiles, ni tampoco son egresados de universidades como la PUC y La Chile. Creo que es un despropósito apuntar a que ellos y ellas no recibieron sus beneficios de manera justa. Cambiar los criterios de asignación de Becas Chile para que no profundicen la desigualdad estructural es una cosa y acusar discriminación personal es simplificar el problema, además de deslegitimar a tod@s los que hemos sido becari@s poniéndonos en inciertas relaciones con el poder para obtener beneficios sin mérito. Por último quisiera destacar que much@s de l@s que hemos sido becarios mantenemos al volver y también afuera, las difíciles condiciones de vida que se viven en Chile. Los másteres y doctorados que debemos realizar son más que un privilegio, una exigencia de parte de una carrera de perfeccionamiento cada día más álgida y muchas veces sin sentido claro. Muchos ex-becarios trabajan sin contrato, vuelven a Chile sin posibilidades de reinserción, deben pasar meses en cesantía y en muchos casos estando afuera también han enfrentado innumerables dificultades, según puedan o no residir con los ingresos disponibles. Creo que el problema, como en tantas cosas hoy, es empezar a hacer políticas públicas coherentes y con un objetivo país, donde los becarios ya formados puedan volver a Chile a aportar a resolver grandes dilemas como estos. Lo demás es seguir generando expectativas y sospechas respecto del otorgamiento de dichos recursos que tal vez merecen en este momento otro destino.

Beatriz Silva Pinochet
Becaria Becas Chile

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