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Ministerio de Salud, la vitrina empañada del gobierno

Los escándalos que sacudieron al ministerio encabezado por Osvaldo Artaza terminaron por restar brillo a la difusión y debate del proyecto emblemático de Lagos, la Reforma de la Salud.


Los 365 días más agitados y cuestionados de los últimos años vivió el Ministerio de Salud durante el 2002. El año que termina la agenda de la cartera estuvo marcada por la puesta en marcha de la reforma del sector, la dura oposición de los gremios de la salud al Plan AUGE, y numerosos escándalos que terminaron por mermar la popularidad del ministro, Osvaldo Artaza.



Entre los desaciertos más bullados está la millonaria fiesta del Servicio Nacional de Salud (SNS) , la dura pugna entre altos funcionarios del sector, la salida de importantes autoridades acusadas de cometer irregularidades, la polémica por la cama mortal en la Unidad de Tratamientos Intensivos (UTI) del Hospital San José, la cuestionada campaña promocional del AUGE y el recorte de leche que provocó el enojo del Presidente Ricardo Lagos.



Los escándalos sacudieron al Minsal justo en el año en que debía convertirse en la vitrina del gobierno, pues debía impulsar el proyecto emblemático de Lagos, la Reforma de la Salud.



Artaza asumió el mando del ministerio a comienzos de año tras el enroque de Michelle Bachelet desde Salud a Defensa. Bachelet fue criticada al interior del Minsal por la dura pugna que sostuvo con el cerebro de la Reforma y amigo personal de Lagos, Hernán Sandoval (PPD), disputa que repercutió en el atraso que sufrió el despegue del emblemático proyecto del gobierno.



Para dar un empujón comunicacional a la reforma, Lagos optó por nombrar a Artaza al frente del Minsal. El ex director del hospital Calvo Mackenna había alcanzado notoriedad con la separación de los siameses en 1993, y desde entonces mantenía buena llegada en los medios y con la gente.



Artaza hizo dupla con su amigo y militante PPD, Gonzalo Navarrete, quien dejó el cargo de subsecretario en noviembre, y lo acompañó hasta que este medio dio a conocer un sumario realizado por la Contraloría General de la República cuando era director del Instituto de Salud Pública (ISP), en el que fue sancionado al contratar a personal de la repartición a través de «honorarios brujos».



Lagos rayó personalmente la cancha a Artaza y le encomendó como prioridades la puesta en marcha de la reforma -incluyendo la aplicación del piloto del Plan AUGE-, reducir la deuda hospitalaria y encargarse personalmente del trámite parlamentario de los cinco textos de ley que articulan la primera.



Paros con apoyo decreciente



El 2002 quedará marcado en la retina de la opinión pública por la fuerte oposición que demostraron los gremios de la salud a la reforma del sector y que terminó en el último trimestre del año con dos paros nacionales y una fuerte campaña comunicacional anti-AUGE encabezada por el Colegio Médico y que contó con un video y un programa de televisión.



Pese a que la primera protesta logró éxito relativo,

los dirigentes no lograron capitalizar el triunfo y menos doblarle la mano al Ejecutivo, mientras se reducía el impacto de las movilizaciones. Finalmente el gobierno logró quebrar el servicio a los gremios del sector y mantuvo con la acelerada tramitación en el Congreso de los proyectos de ley.



El Colegio Médico está conciente que tardó demasiado en concretar las paralizaciones. Entre las razones que tuvieron los dirigentes para dilatar el comienzo de aquéllas se contó evitar el denominado efecto micrero, revés que sufrieron los dirigentes de la locomoción colectiva al provocar serios trastornos en el tránsito de Santiago y que terminó con varios de sus líderes recluidos en la ex Penitenciaría.



Agotado los paros con medida de presión, los dirigentes médicos esperan reunir a los largo del país miles de renuncias con las que buscan amenazar al gobierno para que detenga la discusión de los proyectos.



Los paros anti-AUGE no han sido los únicos. Durante el primer semestre del año, el Minsal se vio enfrentado a diversas huelgas de diversos gremios ligados al sector salud. Es así como pararon sus actividades los funcionarios de la salud municipalizada, los médicos generales de zona, los trabajadores de la salud, agrupados en la Confenats y los funcionarios profesionales no médicos. Con las movilizaciones los dirigentes lograron concretar mejoras laborales y reaujustes salariales sobre el 11 por ciento.



Pese a que su imagen sufrió notoria baja en las encuestas y es considerado como el ministro peor evaluado del gabinete de Lagos, Artaza todavía tiene a favor su perserverancia para tratar de sacar adelante las tareas que Lagos le encomendó, y el optimismo con que enfrenta los aciertos y desaciertos. Por esta razón, no causó demasiada extrañeza el positivo balance que hizo de la gestión durante 2002.



Escándalos



La segunda mitad del año presenció repetidos golpes que sacudieron al Minsal desde su interior, evidenciados en serias diferencias internas que involucraron a altas autoridades.



Los primeros dolores de cabeza para Artaza corrieron por cuenta de sus jefas de gabinete. La primera, Carolina Rojas, se desempeñó hasta mayo en dicho cargo y salió de él tras versiones de prensa de que su marido tenía un contrato millonario con el Ministerio de Salud, cuestión que ella ha negado reiteradamente, en tanto que en el Ministerio se dijo que su salida obedeció a la necesidad de potenciar el equipo. El Mercurio, en tanto, atribuyó su dimisión a los reiterados conflictos con los médicos rurales.



En su reemplazó asumió Claudia Miralles, pero la gestión de la nueva jefa de gabinete estuvo lejos de aminorar los problemas internos y los escándalos. En sus manos estuvo uno de lo peores bochornos que sufrió Artaza, la cuestionada fiesta del Servicio Nacional de Salud (SNS) en tiempos de ‘recorte hospitalario’.



La celebración que fue dada a conocer por El Mostrador.cl, se realizó a fines de agosto y tuvo un costo de 28 millones de pesos. Se la adjudicó A2 Diseñadores, empresa del hermano del diputado socialista Sergio Aguiló, Osvaldo Aguiló.



El poder de Miralles dejó en evidencia fuertes disputas internas entre altos funcionarios respecto del manejo administrativo y de recursos que el Minsal destina al proyecto estrella del Presidente Ricardo Lagos, la Reforma de la Salud. El jefe de presupuesto de la cartera, José Miguel Arellano, fue alejado de su cargo por oponerse al millonario pago de la fiesta y por ser acusado como uno de los que filtró la información de gasto de la ceremonia.



Pese a que el ministro defendió en un primer momento la celebración del SNS,

pocos días después tuvo que retractarse y pidió disculpas por el excesivo costo del evento. No obstante, respaldo la gestión de la cuestionada jefa de gabinete.



Las disculpas coincidieron con el duro golpe que le propinó Ricardo Lagos a Artaza a fines de octubre. El Mandatario tomó la decisión de cambiar a Gonzalo Navarrete (PPD) como subsecretario de Salud, tras el reportaje de este medio que dio a conocer que durante su gestión en el Instituto de Salud Pública (ISP) fue sumariado y sancionado por el pago de honorarios «brujos» a funcionarios de dicho organismo como a personas externas.



Artaza calificó la renuncia de Navarrete como un «cambio de equipo» realizado por el Presidente Ricardo Lagos. No obstante, admitió que el cambio implicó una etapa de reflexión al interior de la cartera. «En este ajuste de equipo ha habido reflexión, y claramente despúes de la reflexión viene la acción», indicó.



Otro de los frentes que centró la atención se dio en el Instituto de Salud Pública (ISP). La ex directora de la repartición Jeanette Vega, renunció en medio de una fuerte disputa con los gremios de la salud al tratar de cerrar el laboratorio de vacunas y pugnas con el ex jefe de finanzas del instituto y brazo derecho de Navarrete, Francisco Márquez.



Los trabajadores también cuestionaron a Vega tras conocer el resultado de una investigación que llevó a cabo la Contraloría General de la República que constató la existencia de irregularidades en contratos a honorarios suscritos por altos cargos de esa repartición.



Llama también la atención que sólo faltando meses para que se cumpla un año desde que detonó la denuncia de la cama 8 de la UTI del Hospital San José, que reveló supuestas deficiencias en la construcción del hospital y que implicó que durante el lapso de dos años el sistema de oxígeno del recinto funcionara en mal estado al menos en dicha cama del centro asistencial, aún no se conozcan los resultados del sumario que lleva a cabo el Servicio de Salud Metropolitano Norte.



Otro punto que nubló la gestión del Ministerio fueron los 551 millones que costo la campaña para promocionar el Plan AUGE. la Contraloría General de la República cuestionó la publicidad, la que consideró engañosa, porque se ofrecía un servicio que no se estaba entregando.



Entre el tour y la leche cortada



En diciembre nuevamente salió a la luz pública una dudosa actividad organizada por la la jefa de gabinete de Artaza. Esta vez se trató de un tour

que tuvo como escenarios el País Vasco y Francia, y se realizó en septiembre pasado. Participaron autoridades del Ministerio de Salud y los parlamentarios de la Democracia Cristiana que presiden las Comisiones de Salud y Hacienda de la Cámara de Diputados. En ambas instancias se discuten actualmente los proyectos de ley de la Reforma de la Salud.



Una investigación realizada por El Mostrador.cl arrojó la existencia de una serie de contradicciones en torno al financiamiento y la finalidad de la gira, protagonizada por Miralles, y los diputados Patricio Cornejo y Pablo Lorenzini (ambos DC). En ese plano, autoridades vascas confirmaron que ellos se limitaron a financiar una cena de camaradería, y no el alojamiento ni los gastos en alimentación.



Pese a que el ministerio explicó en un comunicado público que el objetivo del viaje «fue conocer experiencias exitosas que permitieran alimentar mejor la discusión que hoy se realiza en el Parlamento en torno a la reforma» no aclaró el tema del financiamiento.



El último tropiezo que protagonizó la cartera fue el anuncio de cortar el suministro de leche a niños de entre 4 y 6 años y que fue duramente cuestionado por algunas sociedades ligadas a la nutrición. La decisión provo el enojo de Lagos y fue calificado por el propio Presidente como «un error comunicacional» y de inmediato ordenó suspender la medida.



Las ondas expansivas de los escándalos que llenaron la última parte del año aún no se apagan, y nuevos antecedentes podrían volver a provocar dolores de cabeza al Mandatario este 2003, cuando el que el Ejecutivo todavía espera ver consolidada la Reforma.



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