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Iglesia no busca ‘inducir el voto’, pero rechaza ciertos programas políticos

Escudada en el "derecho y deber de pronunciar juicios morales sobre realidades temporales cuando lo exija la fe o la ley moral", la iglesia Católica divulgó un instructivo del cardenal Joseph Ratzinger a los católicos que participan en la vida política, donde los llama a rechazar las posiciones favorables al aborto, el divorcio, el matrimonio entre homosexuales y la eutanasia, entre otros asuntos.


"Sin ánimo de inducir el voto", pero -tal como lo ha hecho otras veces- aclarando que a la iglesia Católica "le corresponde el derecho y deber de pronunciar juicios morales sobre realidades temporales cuando lo exija la fe o la ley moral", la iglesia divulgó hoy una nota doctrinal destinada a insistir en que los católicos que participan en la vida pública no pueden sustentar posturas favorables en temas como el aborto, el divorcio, la anticoncepción, la eutanasia y el matrimonio entre homosexuales.



El informe eclesiástico asegura que "la conciencia cristiana bien formada no permite a nadie favorecer con el propio voto un programa político o una ley que contenga propuestas contrarias a la fe y la moral".



El obispo auxiliar de Santiago, Andrés Arteaga, quien dio a conocer el informe, precisó que la iglesia "no quiere ejercer poder político alguno ni eliminar la libertad de opinión sobre cuestiones contingentes, sino que busca instruir e iluminar la conciencia de los fieles, sobre todo de los comprometidos en la vida política que su acción esté siempre al servicio de la formación integral de las personas y bien común".



La "Nota Doctrinal sobre algunas cuestiones relativas al compromiso y la conducta de los católicos en la vida política" fue elaborada por la Congregación para la Doctrina de la Fe, está fechada el 24 de noviembre de 2002 y lleva la firma del cardenal Joseph Ratzinger y del arzobispo Tarcisio Bertone, respectivamente prefecto y secretario entonces del dicasterio.



Consta de cuatro capítulos y una conclusión y está dirigida a los obispos de la iglesia Católica y, de modo especial, a los políticos católicos y a todos los fieles laicos que participan en la vida pública y política en las sociedades democráticas.



Contexto en Chile



Aunque el informe fue dado a conocer casi al mismo tiempo en todo el mundo, en Chile se divulgó en una semana plagada de hechos que la Iglesia rechaza de plano, como la promoción de píldoras anticonceptivas o el aborto terapéutico.



El lunes el subsecretario de Salud, Antonio Infante, anunció que el ministerio estaba estudiando integrar la llamada "píldora del día después" a la red de atención primaria y a los servicios de urgencia del país, y levantar la receta retenida a la anticoncepción de emergencia.



Al día siguiente, sin embargo, el subsecretario "corrigió" la decisión sanitaria, al considerar que todavía había recursos pendientes en tribunales sobre la píldora en contra del Instituto de Salud Pública (ISP), organismo dependiente del Minsal. Adicionalmente, el presidente del PPD, Guido Girardi, propuso la distribución del medicamento en establecimientos educacionales.



En paralelo, el Colegio Médico y algunos diputados propusieron discutir sobre el aborto terapéutico por el grave estado de salud de una mujer cuyo embarazo pudo haber ocasionado su muerte, pese a que la vida del feto era inviable. Ella pedía que se le practicaba una intervención, pero el Ministerio de Salud se opuso. Finalmente debió ser operada de urgencia ante un empeoramiento de su estado.



Programas y votos



Sobre las leyes en materia de aborto y eutanasia, el informe sostiene que "se debe tutelar el derecho primario a la vida desde de su concepción hasta su término natural. Del mismo modo, propone insistir en el deber de respetar y proteger los derechos del embrión humano".



Frente a las leyes sobre el divorcio, el informe precisa que se deben salvaguardar "la tutela y promoción de la familia, fundada en el matrimonio monogámico entre personas de sexo opuesto y protegida en su unidad y estabilidad".



En cuanto al tema de las diferentes formas de familia y el eventual matrimonio entre homosexuales, señala que "no pueden ser jurídicamente equiparadas otras formas de convivencia, ni éstas pueden recibir, en cuánto tales, reconocimiento legal".



Uno de los puntos de referencia de esta doctrina es la encíclica Evangelium Vitae, que data de 1995, donde el Papa, refiriéndose al aborto, defiende los "casos en los que un voto parlamentario resultase determinante para favorecer leyes más restrictivas".



"Discusión con altura de miras"



El obispo auxiliar de Santiago, Andrés Arteaga, aseguró que la nota doctrinal fue a dada a conocer paralelamente en todo el mundo y que "no pretende inducir el voto ni a criticar a nadie, sino que formar una discusión con altura de miras sobre la política y quienes la ejercen".



Puntualizó además que "el cristiano debe reconocer la legítima pluralidad de opiniones temporales, pero está llamado a rechazar una concepción del pluralismo si se refiere a relativismo moral".



"Orientación, no imposición"



Parte del informe señala que "el compromiso político a favor de un aspecto aislado de la doctrina social de la Iglesia no basta para satisfacer la responsabilidad de la búsqueda del bien común en su totalidad. Ni tampoco el católico puede delegar en otros el compromiso cristiano que proviene del evangelio de Jesucristo, para que la verdad sobre el hombre y el mundo pueda ser anunciada y realizada".



Añade que "en circunstancias recientes ha ocurrido que, incluso en el seno de algunas asociaciones u organizaciones de inspiración católica, han surgido orientaciones de apoyo a fuerzas y movimientos políticos que han expresado posiciones contrarias a la enseñanza moral y social de la Iglesia en cuestiones éticas fundamentales. Tales opciones y posiciones, siendo contradictorios con los principios básicos de la conciencia cristiana, son incompatibles con la pertenencia a asociaciones u organizaciones que se definen católicas".



Senadores católicos del Partido Socialista y la -Democracia Cristiana consideran "positiva" la reflexión de la iglesia, aunque afirman que sus dichos se deben tomar como una "orientación" más que como una "imposición".



El senador Rafael Moreno (DC), quien encabezó la ofensiva de la iglesia en materia de ley de divorcio, aseguró que las declaraciones de la Iglesia que representan "una defensa intransable de la vida".



"Hago míos sus dichos. Lo que se plantea es tutelar el derecho a la vida ante todo a la hora de legislar, lo que se ve reflejado en la postura respecto a temas como la eutanasia o el divorcio".



El senador Jaime Naranjo (PS) sostuvo que con la Iglesia tiene opiniones coincidentes en cuanto a eutanasia, el aborto terapéutico y la clonación, aunque contradice su apoyo en torno a medicamentos para evitar la concepción.



"Disiento en el tema de la píldora del día despúes porque creo que es una opción personal de cada mujer y además se ha probado que no es abortiva, por lo que las católicas deben optar en conciencia", afirmó.



"Si la Iglesia emite su opinión no interfiere con los programas que desarrolla el gobierno, sino que se suma a la discusión que deben llevar todos los actores sociales", dijo.



En tanto, el senador Jorge Pizarro aclaró que es"positivo que la Iglesia recuerde su posición, que representa la opinión de mucha gente".



El parlamentario reconoció que para algunos la situación se complejiza pues "como católicos debemos legislar de acuerdo a sus principios, pero tomando en cuenta lo que es mejor para toda la sociedad y eso puede dificultar la discusión".



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