La reunión político-religiosa que se celebrará en septiembre ha reflotado viejas rencillas entre los principales directivos de la entidad. Acusan que el presidente del Consejo de Pastores, Francisco Anabalón, los ha excluido permanentemente de la cita y que actúa como vocero de la iglesia, pese a que su opinión no es compartida por muchos.
Serias diferencias han sostenido en los últimos días los máximos directivos de las distintas organizaciones de la iglesia evangélica por una de las ceremonias más importantes de la entidad: el Te Deum.
Para el mundo evangélico el Te Deum, instaurado a finales de los años setenta durante el régimen de Pinochet, es particularmente relevante pues se ha convertido en una cita político-religiosa donde este grupo, el segundo en número de fieles en el país, expone sus criterios sobre distintas materias sociales, y de paso, envía mensajes sobre proyectos emblemáticos para la iglesia.
El año pasado el encuentro fue útil para instalar la necesidad de un cementerio evangélico ante el Gobierno y este año, según fuentes de la entidad, se abordaría la iniciativa surgida por parte de empresarios evangélicos de crear una universidad, la que sería presidida por un ex ministro de Lagos.
A la reunión, regularmente, asisten el Presidente Ricardo Lagos, ministros de Estado, parlamentarios, rectores, representantes de las Fuerzas Armadas y miembros del cuerpo diplomático, por lo que sirve como una instancia de acercamiento al resto de la sociedad.
El problema con el ritual de este año es que las entidades más importantes de la iglesia -como el Consejo de Unidades Pastorales de la Región Metropolitana (Cuprem) y el Consejo Evangélico Nacional de Chile (Cenach)- están muy molestos por haber sido excluidas de la ceremonia organizada por el Consejo de Pastores, presidido por el pastor Francisco Anabalón.
Anabalón se convirtió, desde la discusión de la Ley de Culto, en el interlocutor de los gobiernos de la Concertación para materias legislativas y es invitado como vocero oficial del mundo protestante a todas las ceremonias del Gobierno.
Lo que más irrita a otras organizaciones de la iglesia evangélica es que el pastor entrega su particular visión sobre temas valóricos, como la ley de matrimonio civil o los Derechos Humanos, sin representar ni consultar la opinión de otros estamentos de la iglesia, según afirman sus detractores.
Otro de los puntos que preocupa al Cuprem y la Cenach es que la ceremonia del Te Deum, que se realizará el 14 de septiembre, no es "representativa" de la totalidad de la iglesia, pues tanto su contenido ideológico como los representantes de las distintas iglesias son "manejados" por Anabalón. Aseguran que incluso en varias ocasiones no han sido ni siquiera invitados. Por eso ahora condicionan su asistencia a la cita a una participación activa en el evento.
De hecho, se han realizado varias reuniones entre el Cuprem, la Cenach y el nuevo pastor de la Catedral Evangélica Pentecostal de Jotabeche, Eduardo Durán, para que sean integradas todas las denominaciones en los discursos principales.
Representatividad
Uno de los mas críticos a este proceso es el presidente del Consejo de Unidades Pastorales de la Región Metropolitana (Cuprem), Emiliano Soto, quien se quejó de que el Gobierno recibe sólo a representantes de una organización y excluye opiniones de otras que tienen igual o mayor representatividad.
"El Presidente de la República recibe a una sola autoridad evangélica, pero existen muchas organizaciones evangélicas. Ellos están siendo interlocutores frente al Gobierno y hay un grupo de organizaciones que nunca nos hemos pronunciado oficialmente en temas como derechos humanos o la ley de matrimonio civil", acotó.
"Ellos hablan de lo que estiman relevante y el Presidente de la República piensa que está conversando con la cabeza de la iglesia, tal como sucedería con un arzobispo, pero la realidad es que cada entidad evangélica tiene su propia organización y opiniones", dijo.
El pastor aseguró que la "exclusión" que tiende a practicar el pastor Anabalón se ha repetido por varios años. "En regiones como la Séptima, Octava y Novena hay interés de que se extienda esta reunión en esos lugares. En todas las regiones hay consejos que solicitan que las citas se hagan en sus regiones y con la presencia del Presidente en lo posible", sostuvo.
El presidente de la Cenach, Hedito Espinoza, aseguró que «existe inquietud porque la reunión debe ser representativa de quienes participan en el programa del Te Deum. Hemos planteado reuniones con los distintos grupos y si haya una negativa por parte de la entidad organizadora nosotros plantearemos públicamente que la reunión no es representativa de la iglesia evangélica".
Espinoza lamentó que Anabalón se pronuncie sobre temas valóricos, porque «nadie puede arrogarse la representatividad total y el su pensamiento no es afín con el de otros miembros de la Iglesia".
Como ejemplo de la disparidad de opiniones dentro de la institución, Espinoza señaló: «Anabalón está de acuerdo con que "dentro de la ley de matrimonio civil sólo las iglesias que tengan personalidad de derecho público puedan celebrar matrimonios. En cambio, las de derecho privado quedarían fuera. Y eso nos preocupa".
Agregó que el Consejo de Pastores se formó como un movimiento "coyuntural", para dar una señal de unidad en momentos en que se discutía le Ley de Culto.
Mediador en este "conflicto" es el pastor de la Catedral , Eduardo Durán, cuya figura es vista como una persona con una postura más abierta a la integración de nuevas voces al encuentro.
El pastor dijo que se está estudiando que otras organizaciones "sean parte importante de este servicio», de modo de dar una señal de unidad en la iglesia.
En tanto, la secretaria general del Consejo de Organizaciones Evangélicas (COE), Juana Albornoz, aseguró que a la cita están invitados representantes de todas las denominaciones como las iglesias históricas, misioneras y pentecostales. Asimismo, dijo que las agrupaciones que aglutinan las distintas "denominaciones" están invitadas, pero que el Consejo de Pastores es la entidad encargada de "coordinar" los alcances de la cita.
Pese a los llamados de este medio, el pastor Francisco Anabalón no dio su versión sobre las inquietudes planteadas en este reportaje.
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