La resolución incluyó el artículo 53 del cuerpo legal, que establece las transacciones y triangulaciones ficticias. La Décima Sala incluyó también a Eduardo Monasterio, Larry Fletcher, Eduardo Tapia y Javier Moya. Este hecho implica que Corfo podría recurrir penal y civilmente en contra de las instituciones financieras que pudieron estar involucradas en los hechos.
La Décima Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago resolvió procesar a dos operadores de corredoras bancarias y a cuatro altos ejecutivos de Inverlink, en virtud del artículo 53 de la Ley de Valores. La resolución implica un vuelco radical en la causa para los intereses de Corfo, ya que de esta forma podrá recurrir -si así lo estima- penal y civilmente contra las organizaciones financieras que pudieron estar involucradas en los hechos.
El fallo establece que Inverlink logró estafar a Corfo gracias al "concierto" de corredoras bancarias donde trabajaban Gino Tirapegui y Juan Pablo Prieto, Scotiabank y BBVA, respectivamente, quienes junto a funcionarios de Inverlink cometieron el delito establecido en la mencionada ley, mediante "triangulaciones engañosas".
El artículo 53 de la Ley de Valores está sancionado en el 59 letra E, del mismo cuerpo legal, que establece la ilicitud de hacer transacciones ficticias, engañosas o fraudulentas. Las penas pueden involucrar desde los 541 días hasta diez años.
El fallo señala textualmente «que el 10 de diciembre de 2002 la Sociedad Inverlink Consultores S. A. tomó depósitos a plazo por un valor nominal total de $2.986.000.000, con vencimiento al 12 de marzo de 2003, los que fueron comprados el mismo 10 de diciembre por un operador del Scotia Sudamericano (Gino Tirapegui), persona que ese día vende dichos documentos a término a la Corfo».
Y sigue: «Los documentos no fueron entregados a Corfo, sino que a Inverlink Consultores S. A., procediendo agentes de este consorcio a transferirlos a terceros. Asimismo, entre el 17 de diciembre de 2002 y el 4 de febrero de 2003 miembros de la misma entidad realizaron a los menos once operaciones de venta y compra a término, por un monto de $26.435.974.232, actuando éstos con la intermediación de un operador del BBVA Corredores (Juan Pablo Prieto), quien actúa como vendedor intermediario de los documentos a Corfo, pero recibiéndolos la empresa Inverlink, que los incorpra a ssus activos para luego traspasarlos a terceros».
A renglón seguido la Corte explica cómo opero el ilícito: «De acuerdo a regulaciones propias de Corfo los instrumentos que operaba su mesa de dinero, sólo podían ser canalizados a través de corredoras pertenencientes y/o respaldadas por bancos. Inverlink no tenía esa calidad, pero logra el concurso de operadores de las indicadas corredoras, quienes obtienen de los agentes de Inverlink pagos por la suma de $20.000.000 a lo menos, y del encargado de la mesa de dinero de Corfo (Javier Moya), eludiendo de esta manera la prohibición ya conocida en el mercado financiero para ser en definitiva la empresa Inverlink la contra parte real de las transacicones con la Corfo. Las operaciones se desarrollan por medio de un mecanismo de triangulación, de carácter simulado y engañoso, para insertar estas transacciones en el mercado de valores, percibiendo las corredoras sus respectivas comisiones».
También fueron procesados por los mismos delitos Eduardo Monasterio, Larry Fletcher, Eduardo Tapia, Luis Hernández Palma, Javier Moya, quien era el jefe de la mesa de Dinero de Corfo y que, según la resolución, fue el puente entre Inverlink y las corredoras bancarias para realizar el ilícito.
El fallo, redactado por el ministro Juan Muñoz Pardo, también establece que estas empresas privadas recibieron las comisiones respectivas, pese a la prohibición que existía en el mercado de operar con Inverlink.
La decisión es un duro golpe a los bancos ya que hasta ahora las responsabilidades habían sido centradas en los operadores de las corredoras, como entes individuales e independientes, no obstante ser filiales bancarias.
La Sala, además del ministro Muñoz, estuvo compuesta por Rosa María Maggi y el abogado intengrante Hugo Llanos.
Nuevos pasos
La estrategia judicial de Corfo, de ahora en adelante, estará centrada en incluir, por ejemplo, al jefe de la cuenta corriente de Inverlink en el Banco Santander, Claudio Novoa, debido a que éste último -más tarde despedido de la institución por faltas a la ética- recibió millonarios pagos de parte del holding.
El organismo gubernamental también buscará recuperar del Banco Santander los dineros de la Corfo con que la entidad bancaria se pagó las acreencias que tenía con Inverlink.
Junto a los anteriores, están procesados: Enzo Bertinelli, Patricio Collarte, Eduardo Tapia, Richard Suazo, Pamela Andrada, Cristian Schultz, Marcial Izarnótegui, Manuel Leyton, Patricio Torres del Pino, Carlos Rubilar, Patricio Reyes y María Angélica Martin.
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