Un informante declaró en Argentina que los fugados estaban realizando distintas gestiones para lograr la repatriación del cuerpo un chileno. El informe fue enviado desde Buenos Aires, donde la secretaria de un tribunal trasandino reconoció a Mauricio Hernández Norambuena y Patricio Ortiz Montenegro, los últimos días de febrero de 1997.
Conforme avanzaba el mes de enero de 1997 y se conocías cada día mayores detalles de la fuga, las respuestas de la INTERPOL y la inteligencia argentina, daban nulos resultados. Los nombres de los operadores de la fuga, por razones obvias, no coincidían, ni sus direcciones ni sus números de identidad. Es en ese contexto es que la policía argentina inició un seguimiento a la escritora y periodista Alejandra Costamagna , con los mismos resultados.
Pero la investigación no se detenía. El 30 de enero de 1997 el ministro en visita Lamberto Cisternas recibió un informe de un oficio que había evacuado a la inteligencia de Carabineros para que comprobara por qué la irlandesa Frances Shannon, llamó desde el apart hotel Los Españoles a dos números de teléfono que se identifican en la foja 765, por el comandante de Carabineros Luis Muñoz Vásquez.
El primer teléfono pertenecía a Mario Cortés Saavedra. El segundo a Fabrizzio Cortés Rivera. Los hermanos de este último estaban vinculados al FPMR. En todo caso, los interrogados, negaron cualquier vinculación con los hechos y no volvieron a ser interrogados por la policía.
El misterio de Buenos Aires
El entonces oficial de enlace de la Policía de Investigaciones en Buenos Aires, Nelson Jofré, disfrutaba de un nombramiento en la capital argentina, como premio por haber aclarado junto a Rafael Castillo y el ministro Adolfo Bañados, el caso Letelier.
No le fue fácil entrar en el círculo de las policías, sólo la demostración de sus habilidades como analista e investigador ante sus colegas alemanes por el destino de un narcotraficante, le terminó granjeando el respeto de sus pares europeos. Pero el 4 de abril de 1997, Jofré recibió una llamada de la policía del país vecino, para relatarle que dos personas de nacionalidad chilena se habían presentado para entregar información sobre los fugados.
El informante, cuya identidad no revela el informe rolado a fojas 1.123, relata que en el lugar donde vive, en Ciudadela Norte, llegó a vivir otra persona, llamada Leandro Díaz Madariaga, quien fue asesinado a tiros, sin móvil aparente en 1993. Hasta ahí la historia sólo se trataba de un hecho delictual, salvo que el padre del occiso había pertenecido al FPMR.
El informante relató que los familiares le habían pedido que vendiera el departamento, como también que fueran avisados cuando pudieran retirar el cuerpo de Leandro Díaz y dejó un teléfono de la comuna de Estación Central, perteneciente a Marina Díaz Madariaga.
A fines de febrero de 1997 el informante se contactó con Marina en un restaurante, donde la mujer apareció acompañada de dos hombres, a quienes en un principio no identifica.
El sujeto relató estos mismos hechos a un familiar policía, quien a su vez se dirigió al juzgado donde se tramitaba la investigación por la muerte de Leandro Díaz y la sorpresa llegó de inmediato, los mismos dos hombres habían ido al tribunal. Una actuaria reconoció a dos de los fugados: Mauricio Hernández Norambuena y Patricio Ortiz Montenegro, mientras que el informante lo hizo con Pablo Muñoz Hoffman.
En Chile, en tanto, un reo común daba nuevas informaciones a la policía. Estos hechos, sumado a una serie de informaciones sobre posibles destinos de los fugados, que inteligencia de Carabineros e Investigaciones obtenían de sus "fuentes propias", irán conformando un cuadro cada vez más difuso del tema, pero una llamada, cambió todo el escenario, que veremos en el siguiente capítulo.
Lea además
Los secretos que guarda la investigación de la fuga de la CAS (III) (31 de mayo de 2004)
Los secretos que guarda la investigación de la fuga de la CAS (II) (17 de mayo de 2004)
Los secretos que guarda la investigación de la fuga de la CAS (I) (17 de mayo de 2004)
El lunes de la próxima semana,
Los secretos de la investigación de la fuga de la CAS (V).
