El sector al que representa el senador Jorge Pizarro insiste en que dicho cargo, si es ocupado por un decé, debe ser por Andrés Zaldívar. En tanto, la Presidenta electa estuvo en su residencia particular durante todo el miércoles trabajando en el diseño del gabinete, y aunque no se reunió con los presidentes de los partidos de la Concertación, se comunicó con ellos por teléfono.
"No sirve para ese cargo". Esa fue la frase que más fue utilizada este miércoles por diversos personeros de la disidencia de la Democracia Cristiana (DC) al comentar la decisión del presidente de ese partido, Adolfo Zaldívar, de sugerir el nombre del senador saliente por la Sexta Región, Rafael Moreno, para ocupar el puesto de ministro del Interior a la Presidenta electa, Michelle Bachelet.
Nada de bien cayó en dicho sector esta nueva jugada de los colorines, ya que contaban con que el senador Andrés Zaldívar fuera el único propuesto por parte del jefe partidario a la hora de que Bachelet hiciera las consultas de rigor para llenar los cargos del próximo gobierno de la Concertación.
Si bien, el parlamentario por Santiago Poniente no es disidente ni colorín, a los alvearistas les genera confianza porque -aseguran- "él será un ministro, si es designado, para la futura gobernante y el país, y no para Zaldívar".
Mientras que los colorines refutan estas afirmaciones y señalan que no están haciendo exigencias de ningún tipo a Bachelet, porque ella tiene plena libertad para tomar las decisiones que estime conveniente. Lo cierto es que el tema fue tocado tangencialmente durante la reunión que tuvieron los representantes de las diversas tendencias con el objeto de analizar el diseño del nuevo gobierno.
En la ocasión, tanto el senador por la Cuarta Región, Jorge Pizarro, como el jefe de la bancada de diputados, Jorge Burgos, reiteraron -y en presencia del propio Moreno- que Zaldívar sería un buen nombre para Interior, palabras que no habrían sido comentadas por el líder colorín ni por el resto de los asistentes.
Al ser consultado Moreno, después del encuentro, con respecto a si tenía interés en ser ministro del Interior, respondió de manera escueta y tajante: "No estoy en la búsqueda de ningún cargo".
Disidencia pide integrar núcleo político de la Moneda
Pero a esta nueva polémica se agregan otros ingredientes: la disidencia quiere estar en el equipo político de La Moneda, ya sea en el Ministerio del Interior, en la Secretaría General de la Presidencia o en la Secretaría General de Gobierno, cosa que no habría sido bien recibida por Zaldívar.
Fuentes del sector, manifestaron que «sería legítimo» que algún personero de esta tendencia interna forme parte de alguna cartera política o incluso llegue a pertenecer al núcleo cercano de la gobernante, el que se ubicaría en el segundo piso del Palacio de la Moneda, como en la actualidad existe en la gestión laguista.
Después de la reunión inter-tendencial, el senador Pizarro dejó entrever esta demanda de su sector. "Entendemos que hay que jugar un rol político y ese rol está dado en el esquema de La Moneda, y sería una señal muy positiva, de fortalecimiento del trabajo del futuro gabinete, que la DC esté plenamente integrada en los niveles de decisión política, ya sea ministerios o en los equipos más cercanos a la Presidenta", manifestó.
Complicaciones para Bachelet
La sugerencia de Zaldívar complicó definitivamente el esquema de la Presidenta electa. Esto porque -de acuerdo a personas cercanas a ella- el senador por Santiago Poniente tiene un perfil más político y es una figura más transversal en la DC, es decir, capaz de lograr acuerdos con todos los sectores.
Mientras que Moreno tiene una gran experiencia en el mundo rural y social, y por lo mismo para Bachelet es más fácil moverlo a otro ministerio, como Agricultura, Economía o Vivienda, aunque incluso podría designarlo en la Corfo. La Presidenta electa ha conversado el tema con sus más cercanos asesores y también sabe que el senador por la Sexta Región no cuenta con el pleno apoyo que tiene Andrés Zaldívar, tanto al interior de la DC como en los partidos progresistas.
Por otra parte, durante todo el miércoles la médico pediatra socialista no tuvo actividades públicas y pasó gran parte de la jornada en su domicilio particular. Según se supo, se comunicó telefónicamente con los presidentes de los partidos de la Concertación para hacer las consultas del caso, analizando el tema también con uno de sus asesores comunicacionales más cercanos, Pablo Halpern.
Otro de los aspectos que durante todo este proceso ha complicado a la ex ministra de Defensa y Salud han sido los nombres que los partidos han sugerido. Según fuentes oficialistas, Bachelet no estaría conforme con las personas propuestas porque serían los mismos de siempre; es decir, quienes ya han estado en altos cargos de gobierno o de los partidos.
La futura mandataria, en esta materia, ha reiterado que en su gabinete quiere a los mejores, con experiencia y caras nuevas, es decir, que no haya gente que se repita el plato.
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