El académico y cientista político fue exonerado en abril del 2003 sin causa alguna y, según los tribunales chilenos, se le aplicó la Ley Federici. De acogerse su solicitud se debería derogar dicha normativa que permite alejar en forma involuntaria a personas de las universidades chilenas sin existir motivos justificados de por medio.
El cientista político Ricardo Israel está a la espera de que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA se declare sobre el fondo de su denuncia contra las máximas autoridades de la Universidad de Chile, por violación a derechos fundamentales, luego de que fuera exonerado de dicha casa de estudios y poder entonces recurrir a la Corte Interamericana (CIDH) para pedir que el Estado de Chile elimine la legislación dictada en tiempos de José Luis Federici, rector designado por la dictadura en dicha Universidad.
«Mi propósito es obtener la derogación de las leyes autocráticas que aún rigen a las universidades públicas chilenas, incluyendo la llamada Ley Federici, que permite abusos como los que yo he sufrido. No soy la única víctima de esta ley universitaria que despide en forma arbitraria a las personas", precisó el académico.
Israel era profesor titular de la Universidad de Chile cuando hace tres años se le aplicó dicha ley que permite despedir a personas sin entregar ninguna justificación al respecto. El docente fue parte del Senado universitario, candidato a rector del plantel, director del entonces Instituto de Ciencia Política, y profesor titular por espacio de 20 años, pero en marzo del 2003, sin que mediara razón alguna, fue exonerado de la Casa de Bello.
"Se me aplicó una legislación que no se usaba desde la década del 80, en otro contexto del país. Nunca supe de qué se me acusaba. La Corte de Apelaciones declaró que mi exoneración había sido ‘ilegal y arbitraria’, y la Universidad reconoció que nunca había existido acusación alguna de tipo académico o administrativo en mi contra", recordó el profesional.
La justicia tampoco hizo nada. "Sin conceder alegatos, la tercera sala de la Corte Suprema revocó la sentencia anterior, argumentando que la legislación de los rectores delegados se mantenía vigente para el rector Riveros, pero aconsejándome que fuera a defender mis derechos donde pudiera".
Los derechos violados
Precisó que "ese lugar es la Justicia Internacional, y así fue que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos declaró totalmente admisible mi caso, aceptó mis argumentos, y por decisión propia agregó que en Chile todavía no se protegían adecuadamente los derechos de las personas.
Los derechos conculcados a Ricardo Israel, según la propia Comisión son los siguientes: el derecho a un juicio imparcial; el derecho a la libertad de expresión; el derecho de propiedad; el derecho a la igual protección de la ley; el derecho a la protección judicial, y el derecho a no ser discriminado en el ejercicio de las libertades reconocidas por la Convención.
-¿Qué pasa si su caso pasa a la Corte Interamericana
-Allí pediré que el Estado de Chile sea obligado a derogar toda la legislación que vulnera los derechos humanos y de las personas que se dictó a nivel educacional y universitario en la década de los 70 y 80.
-Ello significaría que….
-Podría obligarlo a reformar partes de la base del sistema educacional que es la LOCE, Ley Orgánica Constitucional de Educación. Como los casos de derechos no prescriben pienso volver a los tribunales porque las personas que participaron en la conspiración para echarme no respondieron y pidieron permiso los días en que se firmaron los decretos. Voy a pedir que sean citadas las autoridades políticas que no atendieron mi llamado porque se han formado precedentes en torno a la responsabilidad que a ellos les cabe, pero fundamentalmente lo hago por quienes no pueden llevar su caso a un tribunal internacional.
-¿Está confiado en que su caso tendrá buena acogida en la Corte?
-En mi caso se demoraron un año en contestar y estoy confiado de que vamos a ganar. No estoy pidiendo plata, sino que haya un pronunciamiento respecto a si la Ley Federici sigue vigente y si es así sea cambiada.
-¿Usted cree que esta ley no ha sido modificada?
-Debe estar derogada por los tratados internacionales que ha firmado Chile, pero si la Corte dice lo contrario van a tener que eliminar una serie de legislaciones que hoy le permite a los rectores despedir gente sin el debido proceso, pero también va a afectar parte de esa Ley Orgánica Constitucional de Educación que tampoco esta totalmente de acuerdo con esa ley internacional.
Desilusionado
-¿Está desilusionado de la justicia chilena?
-Me siento desilusionado no sólo con la Corte Suprema sino también con la Presidencia de la República, ministros de RR.EE, de Educacií²n, el Congreso y algunos medios de comunicación, por la despreocupación frente a estos temas, lo cual demuestra que la historia podría desgraciadamente repetirse, ya que en mi caso, las amenazas condujeron a que mi casa y familia estuvieran con protección policial.
-¿Existe conciencia de los derechos humanos en Chile, más allá de los crímenes y torturas?
-He descubierto entre nuestras autoridades una visión de hace una generación, donde se limita el tema de los derechos humanos a sus aspectos criminales como ser desapariciones y torturas y no el campo más amplio y moderno de los derechos de las personas.
-¿Qué le parece el actuar de la Cancillería en estos temas?
-El desinterés del Ministerio de Relaciones Exteriores, que es la contraparte en este juicio, va a perjudicar innecesariamente al sector privado, si es que la Corte Interamericana, tal como espero, ordena revisar toda la legislación educacional, incluyendo la LOCE.
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