El magistrado Claudio Pavez, a cargo de aclarar el homicidio de Gerado Huber Olivares, se adentra en la hipótesis de que el crimen estaría íntimamente relacionado con el asesinato del ex químico de la disuelta DINA, Eugenio Berríos. Para ello, pidió que militares uruguayos, que serían extraditados a Chile, aclaren algunas sospechas surgidas en el curso de su investigación.
Un aspecto clave para esclarecer las circunstancias en que se llevó a cabo el homicidio del ex jefe del Departamento III de Adquisiones del Ejército, coronel Gerardo Huber Olivares, intenta dilucidar el ministro en visita a cargo de sustanciar esta investigación judicial por medio de la extradición de tres militares uruguayos procesados en el marco del caso Berríos.
Ese fue el real motivo de la breve reunión que sostuvo este jueves el juez Claudio Pavez con su par de la Corte de Apelaciones de Santiago, Alejandro Madrid, quien está a cargo de develar el asesinato del ex químico de la disuelta DINA, Eugenio Berríos, que fue trasladado ocultamente a Uruguay en 1991 y que desapareció en extrañas circunstancias en 1992. Mientras que sus restos fueron encontrados tres años más tarde en la playa El Pinar de esa nación rioplatense.
En el 2004, Madrid procesó al teniente coronel Eduardo Radaelli, el coronel Wellington Sarli y el coronel retirado Tomás Casella, todos militares uruguayos, por los delitos de asociación ilícita y secuestro, debido a su presunta actuación como custodios de Berríos en esa nación, en la cual trató de permanecer oculto con el fin de no declarar en la investigación de la justicia chilena por el asesinato del ex Canciller Orlando Letelier en 1976, en la ciudad de Washington, Estados Unidos.
Sistema de control de bajas
Fuentes de El Mostrador.cl explicaron que el interés del ministro Pavez para que se les tome declaración respecto a la muerte de Huber apunta a establecer la posibilidad que el malogrado uniformado haya estado incluído en el denominado «sistema de control de bajas», mecanismo ilícito que montó el Ejército a principios de la década del 90 para sacar clandestinamente del país a militares o ex agentes requeridos por la justicia.
Sin embargo, dicho interrogatorio no puede ser llevado a cabo directamente por Pavez, ya que la extradición concedida por la justicia uruguaya sólo se enmarca en el caso Berríos, por lo cual sólo el ministro Madrid podría realizar la diligencia.
Según trascendió, el mencionado interrogatorio a estos uniformados charrúas sólo sería en calidad de testigos y se referiría a si en algún momento ellos recibieron instrucciones respecto a recibir a Huber en Uruguay, o si estuvieron en conocimiento de que este militar chileno sería trasladado a su país.
La Corte Suprema de la vecina nación ya concedió las extradiciones a Chile de Radaelli, Sarli y Casella. No obstante, dicha decisión aún no se materializa a la espera que el máximo tribunal apruebe la orden de captura internacional (difusión roja) que solicitó el juez Madrid para lograr el arresto y traslado al país de los inculpados.
Sospechas sobre ‘el Güiro’
Sin embargo, esa no es la única inquietud que intenta resolver Pavez con la comparecencia de los uruguayos ante los tribunales nacionales. También quiere aclarar dudas respecto a la posible participación que le pudo caber al capitán (r) Luis Sanhueza Ross en el asesinato del coronel Gerardo Huber.
Sanhueza, alias ‘el Güiro’, está procesado por el homidio calificado del ex vocero del MIR, Jecar Neghme, en 1989. Sin embargo, para la fecha en que el mencionado coronel fue asesinado -entre enero y febrero de 1992- éste permaneció oculto en Uruguay, por lo cual es importante establecer si pudo haber viajado a Chile para perpetrar este asesinato.
Este ex agente de la CNI figura dentro de la lista de principales sospechosos de haber cometido el crimen de Huber, ya que en la investigación han surgido pistas que apuntan a otros posibles hechores también. Sin embargo, el pacto de silencio que ha rodeado el crimen aún no se ha podido romper, pese a las primeras luces de colaboración por parte de uniformados activos.
En todo caso, el ministro Pavez advirtió que «evidentemente hay gente que no ha cooperado con la investigación, evidentemente que esas personas tendrán en su oportunidad que responder por las infracciones legales que hubieren cometido en las actividades que han desarrollado».
Provis: elemento común
En todo caso, hay otro elemento común entre ambos procesos judiciales, ya que el ministro Madrid ya tiene acreditado que el ex químico Berríos estuvo oculto por cerca de 15 días en dependencias del Batalón de Inteligencia del Ejército (BIE), con el fin de ocultarlo de la justicia y llevarlo al extranjero.
En dicha ápoca, el jefe del BIE era el brigadier (r) Manuel Provis Carrasco, quien ya fue interrogado por este juez y proximamente será sometido a careos con otros funcionarios de dicha unidad con el fin de establecer su real participación en los hechos.
En esferas judiciales se especula que este ex uniformado podría ser procesado como autor de los delitos de secuestro y asociación ilícita. Mientras que en el proceso por la muerte de Huber ya está encausado por el segundo de estos ilícitos.
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