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Presidente de Suprema prepara discurso con críticas a Ejecutivo y Congreso

Presidente del máximo tribunal, Enrique Tapia, insistirá en los cuestionamientos a ambos poderes del Estado, en la tradicional alocución de marzo, con la que se reanuda a plenitud la labor judicial. En tal sentido, expresaría su malestar por la escasa interlocución con el Gobierno y por la »discriminación» de la que estaría siendo víctima de parte del Senado.


Una alocución en la que repasará la serie de conflictos que mantiene la Corte Suprema con los poderes Ejecutivo y Legislativo prepara el presidente del máximo tribunal, Enrique Tapia, en su discurso de inauguración del Año Judicial 2007 que pronunciaría el próximo jueves 1 de marzo.



Durante el receso de febrero, Tapia se ha dedicado a afinar los detalles de la tradicional alocución con que se dan inicio a las actividades del Poder Judicial, y a la que están invitados los representantes del Ministerio de Justicia y del Senado, dos de las instancias que se han visto enfrascadas en conflictos con el máximo tribunal.



Tapia pidió asesoría a la Dirección de Estudios del Poder Judicial y a sus colaboradores más cercanos para preparar el discurso que marcará el término de su gestión de dos años en la testera de la Suprema y en la que, según fuentes de tribunales, el punto central serán las conclusiones del encuentro anual de los ministros del máximo tribunal que se realizó en diciembre pasado.



Las fuentes consultadas aseguran que se informó que los problemas planteados al Ministerio de Justicia luego de esa cita no se han solucionado, pese a que se nombró una comisión bipartita para resolverlos, por lo que serán abordados en el discurso inaugural.



Tras el encuentro anual de magistrados, los integrantes de la Suprema criticaron directamente al ministro de Justicia, Isidro Solís, por su falta de capacidad para enfrentar los problemas del Poder Judicial, que se manifiestan en temas como retrasos excesivos en los nombramientos de jueces y ministros de Corte, falta de previsión al afrontar problemas derivados de las grandes reformas de justicia y escasa flexibilidad para abordar los presupuestos.



Según trascendió, todos esos aspectos serán repasados por Tapia en su discurso, que en lo formal debe plantear un balance del trabajo del año anterior de todos los tribunales del país, pero que tradicionalmente es utilizado para implementar las inquietudes de la Corte Suprema ante la comunidad.



Senado



Sin embargo, no sólo el Ejecutivo será criticado por el discurso del ministro Tapia, sino que también habrá cuestionamientos a la labor del Legislativo, sobre todo al Senado, por la propuesta de integrantes de la cámara alta de establecer un horario de trabajo de ocho horas en todos los tribunales del país y restringir la labor académica de los magistrados.



Los cuestionamientos irán en la misma línea que el informe que se envió al presidente de la comisión de Constitución del Senado, José Antonio Gómez (PRSD), en el que se acusaba a los legisladores de discriminación al proponer un horario de trabajo fijo para los tribunales y, además, de vulnerar la independencia del Poder Judicial con las ideas planteadas.



La molestia por estos temas es algo que persiste entre los integrantes de la Corte Suprema, sobre todo porque los cambios nunca fueron planteados por el Ejecutivo en el proyecto que crea la Corte de Apelaciones en lo Penal de Santiago, y en cuya tramitación se incorporó la idea de un horario de trabajo para jueces.



Abordando el aspecto netamente formal, Tapia dará a conocer las cifras del resumen de causas falladas en 2006 por el máximo tribunal en la que se ha detectado un incremento de los asuntos resueltos, producto de la extensión de una hora en el trabajo diario de audiencia y una mayor eficiencia al despachar los asuntos que llegan hasta el máximo tribunal.

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