El senador de la UDI reveló que ya ha iniciado sus labores como aspirante al Ejecutivo, dando a conocer que prepara su periplo por Chile para difundir las ideas de su programa político. En cambio, si bien el empresario de RN no oculta sus intenciones de llegar al sillón de La Moneda, se muestra cauteloso a la hora de apurar su campaña.
Cuando los futuros comicios presidenciales apenas se vislumbran en el calendario de 2009, en la Alianza se piensa hace rato en las figuras y proyectos con los cuales competir, pese a que cada facción intenta imprimirle su propio ritmo a los aprontes electorales.
Si bien en Renovación Nacional (RN) Sebastián Piñera no oculta sus intenciones de llegar al sillón de La Moneda, se muestra cauteloso a la hora de adelantar su campaña, explicando que prefiere darle tiempo a la administración de Bachelet para evitar un clima de desgobierno que sería perjudicial para el país.
En cambio, el senador de la Unión Demócrata Independiente (UDI) Pablo Longueira no tiene empacho en contar que ya ha iniciado sus labores como precandidato, dando a conocer que prepara su periplo por Chile para difundir las ideas de su programa político.
Mientras en la tienda de Antonio Varas, la figura de Piñera no tiene grandes contrapesos (por mucho que el propio líder diga estar dispuesto a incentivar la generación de liderazgos alternativos a su candidatura), en el gremialismo Longueira destaca con claridad la figura de su contendora, la alcaldesa de Concepción, Jacqueline van Rysselberghe.
"Lo único que estaba claro en la mesa era que las candidaturas tenían que comenzar lo antes posible y es por eso que yo ya inicié el trabajo, voy a conformar los equipos, esperando para este semestre tener los itinerarios y el proyecto para ofrecerle al país", afirmó el parlamentario.
"Me gustaría estar antes del final de este semestre recorriendo Chile. Es fundamental empezar a entregar un mensaje con mucha anticipación. Voy a trabajar intensamente para levantar una opción presidencial. Lo importante para mí es tener una convocatoria importante, especialmente, en una generación de gente joven, profesionales que quieren servir a Chile", agregó.
Ante la premura de Longueira, el empresario y ex aspirante opinó que le parece "perfectamente legítimo que cualquier persona o partido tengan motivaciones presidenciales, pero lo importante es que el actual gobierno todavía no cumple su primer año, y está enfrentando graves problemas que afectan la calidad de vida de la gente, y por tanto, no me parece conveniente ni oportuno desatar hoy día la carrera presidencial, porque cuando se haga todos los ojos van a estar puestos en ese tema y nos vamos a olvidar de la actual administración".
"Aunque el Ejecutivo de ahora no lo está haciendo bien y tiene mucho que mejorar, es el único gobierno que tenemos y, por tanto, debemos tratar de no ignorarlo, anularlo o decir que ya terminó, como sostenía un senador de la República, porque si se acabó, entonces ¿quién va a gobernar Chile en los próximos tres años?", se preguntó.
¿Primarias o primera vuelta?
Frente a la disyuntiva de decidir el mecanismo adecuado para llegar a obtener una candidato único para la Alianza, Longueira siempre ha sido de la idea de dejar que la primera vuelta, en tanto que Piñera -al igual que varios dirigentes de su partido- se ha mostrado más cercano a la realización de una primaria.
A partir de la propuesta de Joaquín Lavín tendiente a la solución ya postulada por la mesa de RN, también en la colectividad de calle Suecia está encontrando simpatías la idea de llegar con un candidato único a enfrentar a la Concertación en 2009.
"Creo que es preferible, para que la Alianza por Chile tenga opciones de ganar, que se lleven dos candidatos a la primera vuelta y tener, ojalá elegido en la UDI antes de la elección municipal, el abanderado de nuestro partido", insistió el senador.
No obstante, aclaró que "tal como lo he señalado durante enero en dos reuniones internas de la UDI, yo voy a jugar en el escenario que decida la mayoría. Ya entregué mis argumentos acerca de por qué considero que una cosa es más conveniente que la otra, aunque no voy a imponer nada, en razón de que estoy al servicio de que la Alianza por Chile genere una nueva mayoría".
Por su lado, Piñera sostuvo que "para buscar un candidato de unidad que tenga plena legitimidad hay dos mecanismos: que se produzca un consenso en torno a algún nombre como ocurrió con Patricio Aylwin en 1989. De lo contrario, el mejor que hemos inventado los seres humanos hasta hoy día es el sistema democrático, abierto y transparente. Por tanto, si hay más de un candidato lo lógico y lo más potente es que se elija en función de una primaria abierta a todos los ciudadanos chilenos, exceptuando a los militantes de la Concertación. Eso es lo que afortunadamente se está transformando en una opinión cada día más compartida dentro de la Alianza".
Sin embargo, Longueira se muestra confiado."Desde el punto de vista personal, me convienen las primarias, aunque no son recomendables para la Alianza. Para mí es más fácil ser candidato único del sector en una primaria, entonces, me preocupa que se tomen decisiones por conveniencias personales y, generalmente, hay mucha gente pidiendo este sistema motivado por la posibilidad de que después exista un acuerdo parlamentario y se arreglen en cupos como un club", remarcó.
Partida diferida
Respecto a la posibilidad de que Longueira gracias a la anticipación de su trabajo electoral, pueda ganarle terreno al principal candidato de RN, el timonel de ese partido, Carlos Larráin, se muestra sereno.
"No me preocupa para nada, porque creo que efectivamente hay muchos asuntos en la parrilla y no hay que distraer la atención del público. Tenemos que esperar que se decante un poco el polvo antes de hablar de recambio, pero eso no quita que las personas que se interesan por la presidencia empiecen a conducirse como precandidatos", señaló.
"Contra eso no tengo ningún problema, porque le permite al electorado ir conociendo mejor a cada cual. Creo que no por mucho madrugar se amanece más temprano", manifestó.
