Portavoz presidencial afirmó que los gobernadores «están buscando enfrentamientos, confrontación entre bolivianos y además división del país».
El gobierno boliviano calificó de «acto de sedición» el llamamiento a la «desobediencia civil» hecho el lunes por los prefectos opositores de cinco de los nueve departamentos de Bolivia.
Así lo afirmó en rueda de prensa en la ciudad oriental de Santa Cruz el portavoz del presidente Evo Morales, Álex Contreras, quien agregó que los prefectos (gobernadores) «están buscando enfrentamientos, confrontación entre bolivianos y además división del país».
«La paciencia (del Gobierno) tiene un límite», sentenció Contreras tras «condenar» la actitud de los prefectos.
Los gobernadores de cinco regiones de Bolivia, opositores al presidente Morales, llamaron el lunes a la «desobediencia civil» para que el Ejecutivo retire su plan de pagar un bono a la vejez con parte de las rentas petroleras que actualmente reciben los departamentos.
Además, el viceministro de Justicia, Wilfredo Chávez, acusó a los prefectos de cometer delitos «al llamar a la sedición y a la subversión», según la estatal Agencia Boliviana de Información.
Chávez anticipó que el gobierno está estudiando la posibilidad de iniciar una acción legal contra los prefectos.
El llamamiento a la «desobediencia civil» lo leyó el lunes Rubén Costas, gobernador del departamento de Santa Cruz, feudo de la oposición, quien en octubre insultó al presidente de Venezuela, Hugo Chávez, al calificarlo de «macaco mayor».
El prefecto cruceño había acusado el domingo al gobierno de buscar un «autogolpe», lo que fue desmentido de inmediato por el portavoz de Morales.
Contreras volvió a descalificar hoy a Costas al asegurar que, cuando hizo la declaración del ‘autogolpe’, «no estaba en sus cinco sentidos».
EFE
