Titular del organismo fiscalizador solicitó este martes la renuncia de todos los jefes y subjefes de división, con el objetivo de resolver su futuro en sus respectivos cargos. Si bien no existen plazos para que adopte una medida definitiva, se estima que las definiciones serán zanjadas en un tiempo breve.
El contralor general de la República, Ramiro Mendoza, se encuentra evaluando la continuidad de los jefes y subjefes de divisiones del organismo fiscalizador, para lo pidió a estos funcionarios poner sus cargos a disposición.
La solicitud, que también alcanza a la subcontralora, Noemí Rojas, fue presentada durante una reunión que Mendoza sostuvo el martes con los 25 funcionarios involucrados.
Según se indicó en la Contraloría, si bien no existen plazos para que el jefe del organismo fiscalizador tome una decisión sobre el futuro de sus colaboradores, se estima que ésta debería adoptarse lo antes posible.
La decisión, se aclaró, no supone que necesariamente todos los involucrados vayan a ser destituidos, pues existe la posibilidad de que más de alguno sea confirmado en el cargo.
La medida forma parte del proceso de modernización del organismo fiscalizador impulsado por Mendoza desde su llegada al cargo, en abril pasado.
En ese sentido, la decisión tendría como objetivo evaluar a los personeros de acuerdo al estilo de administración que ha comenzado a implementar el abogado.
Entre los cambios más notorios desde que asumió el cargo se encuentra la creación de la Unidad de Auditorías Especiales, que tiene como objetivo realizar investigaciones sobre asuntos que generen alto impacto público.
Precisamente, una de sus primeras indagatorias tenía relación con las posibles irregularidades en los honorarios de Gendarmería.
