Entidad que agrupa a más de 600 establecimientos educacionales particulares reaccionó ante último informe de la Unesco.
No perder de vista que el desafío de la calidad de los servicios educacionales en Chile tiene aún mucho camino por recorrer y que se hace urgente abordar temas pendientes que apunten en la dirección de la calidad, manifestó la Federación de Instituciones de Educación Particular (FIDE), al conocer el informe de la Unesco «Educación Para Todos hacia el 2015», en el cual se señala que el país está en una buena posición y que cumplirá los objetivos fijados.
La entidad que agrupa a más de 600 establecimientos educacionales manifestó que existen medidas que son indispensables de considerar, si es que se desea dar un salto cualitativo en materia de calidad, y llegar así a 2015 con una buena parte de la tarea cumplida.
En este sentido, el presidente de la institución, Jesús Triguero, indicó que en primer lugar es fundamental retomar la preocupación por los estándares de calidad de los servicios educacionales. «Hace unos meses había cierto consenso en la importancia de fijar sus contenidos, cuestión que fue posteriormente casi olvidada», dijo.
«Compartimos la visión de que los estándares son herramientas para emitir criterios sobre la práctica en un contexto de significados y valores compartidos, para lo cual creemos que debe ser un tema suficientemente debatido y consensuado con los profesionales de la educación, más aún cuando éstos dan cuenta acerca de qué valoran los que los diseñan y en este sentido la participación de los profesionales de la educación es fundamental», agregó.
Como segundo punto, el dirigente explicó que antes de diseñar organismos como la agencia de calidad, hay que establecer estándares consensuados con las comunidades educativas, cuyo cumplimiento la autoridad educacional deberá verificar.
«Los estándares unen a las personas en torno a ideales y valores compartidos; su elaboración debe considerar que existen diversos caminos para alcanzar el mismo objetivo y que es probable que éste varíe según los contextos y las circunstancias. Por eso, su fijación y de la forma como éstos se evalúan, debe preceder a todos los otros esfuerzos en esta materia», explicó Triguero.
En tercer término, la FIDE indicó que es evidente que los procesos de enseñanza y aprendizaje no pueden ser mejorados, sino se afina adecuadamente y en la dirección correcta la regulación del ejercicio de la docencia que los anima.
En este sentido, añadió que sobre la situación actual de los docentes hay dos puntos especialmente importantes. El primero dice relación con que la educación chilena en general, y especialmente la educación municipalizada, necesitan una nueva regulación del ejercicio de la profesión docente que sea más breve, simple y flexible que la actual; y en segundo lugar, el trabajo de los docentes debe ser evaluado; pero esta evaluación debe hacerse de acuerdo a dos tipos estándares: unos comunes al sistema escolar y otros en relación con la especificidad de los proyectos educativos. Debiendo ambos estándares profesionales elaborarse sobre la base de la «autonomía» necesaria para la autorregulación, a cambio de cumplir rigurosa y eficientemente con ellos.
Como último punto a considerar, la FIDE afirmó que hay que procurar garantizar el mayor financiamiento posible para cada establecimiento educacional.
«Urge precisar y concretar aumentos de recursos para las escuelas y colegios, especialmente para los que atienden a las familias más necesitadas. Se requieren más recursos en las escuelas y colegios y para los que trabajan efectiva y directamente en los establecimientos educacionales», finalizó Triguero.
