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BBVA pierde en la Suprema y deberá pagar US$ 7 millones a F.J. Errázuriz

De esta manera, el máximo tribunal confirmó lo resuelto por la Corte de Apelaciones de Santiago en agosto pasado, que rebajó el pago desde $ 6.000 millones a $ 3.800 millones lo adeudado al empresario en el marco de un arbitraje realizado por Samuel Lira y Arnaldo Gorziglia.


La Primera Sala de la Corte Suprema rechazó esta semana el recurso presentado por el BBVA que buscaba evitar el pago de poco más de US$ 7 millones al empresario Francisco Javier Errázuriz, en el marco del proceso que implicó la venta del Banco Nacional a fines de los 80.



La decisión de los altos magistrados mantuvo lo resuelto por la Corte de Apelaciones de Santiago en agosto pasado, cuando modificó la decisión adoptada por los jueces árbitros Samuel Lira y Arnaldo Gorziglia, que rebajaron el pago desde $ 6.000 a $ 3.800 millones.



El BBVA intentó que el tribunal revocara el pago de la deuda, por la vía de que los jueces del tribunal de alzada habían recurrido en faltas de aplicación del derecho, las que se hacían extensivas a quienes dirimieron en primera instancia.



Sin embargo, los supremos estimaron que no se reunían los requisitos esgrimidos por la defensa del BBVA, pese a que habían acogido a tramitación la acción legal.



De esta manera, se pone fin a un litigio de casi 20 años en los tribunales y acusaciones de uno y otro lado.



Cruces de historias



La historia de esta compleja trama financiera se remonta al 23 de julio de 1989, cuando Errázuriz y sus empresas vendieron el 97% de las acciones del Banco Nacional a algunos de los principales accionistas del Banco BHIF, hoy BBVA. La operación se efectuó con el objeto de fusionar ambas instituciones.



En la oportunidad, los vendedores estimaron que la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras (SBIF) de la época puso una serie de trabas para llevar a cabo el negocio. Para ello, generaron un mecanismo conocido como «cuenta de ajuste», que implicaba que ciertos beneficios se traspasaran a las empresas de Errázuriz.



Allí fue cuando también pactaron los árbitros cuya resolución fue recurrida ante el tribunal de alzada capitalino y esta última a la Suprema.



Con esta resolución se pone fin a casi 20 años de disputas judiciales. De hecho, en los pasillos de tribunales se comentaba, medio en broma y medio en serio, que por fin los jueces quedarían tranquilos, debido a la gran cantidad de demandas cruzadas y querellas que se han interpuesto las partes en conflicto.

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