Constanza Mekis, responsable de la Coordinación Nacional de Bibliotecas Escolares de la cartera, llamó al edil de La Florida, Pablo Zalaquett (UDI), a revisar los planes de estudio. Sin embargo, reconoce que la cartera no puede obligar a repartir el material, pero espera que los jefes comunales atiendan las necesidades de la ciudadanía.
Tras el rechazo de algunos alcaldes aliancistas por la entrega de copias de los informes de la comisión de Verdad y Reconciliación (Rettig) y de la comisión de Prisión Política y Tortura (Valech) a las bibliotecas de los colegios municipales, el Ministerio de Educación (Mineduc) considera como "inédita" la situación, ya que jamás se había cuestionado el contenido y negado la entrega del material a ningún tipo de texto.
Así lo establece Constanza Mekis, a cargo de la coordinación nacional de bibliotecas escolares del Mineduc, quien aclara que los dichos del edil de La Florida y presidente de la comisión de Educación de la asociación de municipios, Pablo Zalaquett (UDI), acerca de que los derechos humanos no forman parte del programa educativo de los colegios, atiende a la ignorancia.
"Tiene que revisar los programas de estudio de sexto, séptimo, octavo (básico) y en la educación media están esos contenidos, que son de historia, ciencias sociales, conocimientos de los cambios políticos, económicos y culturales de Chile. O sea es parte del plan curricular", replica Mekis.
Agrega que «el tema de los derechos humanos, a nivel universal, está dentro de los estudios de comprensión a la sociedad desde sexto básico. Todo lo que se refiere a la comprensión de la sociedad, a nuestra identidad, a nuestra historia y por tanto la crisis democrática y el golpe de Estado del ’73 están incluidos en los programas de estudio».
Y recalca que los materiales que evalúa el Ministerio de Educación para ser repartido a los sostenedores, siempre están dentro de los criterios confeccionados con el currículo actual de formación, tal como en este caso.
Y que aunque el sostenedor o los alcaldes puedan tener distintas apreciaciones al respecto, "lo que nosotros propiciamos es que el alumno sea un estudiante muy bien informado, que le guste la lectura, que haga buenos trabajos de investigación, que se entusiasme por conocer en este caso la historia y pueda tener su punto de vista. Entonces por cierto que todos estos testimonios son documentos oficiales, documentos históricos que son de interés al ejercicio del buen estudiante y del trabajo de los docentes".
Makis, argumenta que también esto permitiría contrastar la historia con la vida real, con lo que ocurrió en las familias de los jóvenes, a la vez que "ver la historia y conocer distintas interpretaciones".
Incluso, recuerda que en el caso del informe Rettig, es posible verlo a través de Internet, ya que está disponible en línea, por lo que cualquier persona puede acceder a la información sin restricciones ni cuestionamientos.
Puente Alto: sin informes
En el caso del alcalde de Puente Alto, Manuel José Ossandón (RN), no sólo cuestionó la iniciativa, sino que decidió no repartir los informes en los establecimientos educacionales, argumentando que incluye contenidos muy crudos para los menores.
Frente a esto el Mineduc no cuenta con herramientas para imponerse y obligar al edil a entregar el material, que fueron preparados por comisiones que incluyeron representantes de varios sectores políticos y sociales.
Mekis, que reconoce que la cartera está atada de manos, argumenta a que en Chile "a nadie se le obliga a leer nada, somos un país libre, soberano y democrático", por lo que espera que los alcaldes y sostenedores sigan las exigencias de la ciudadanía y que, si es preciso realizar acciones democráticas para que los alumnos tengan acceso al material en cuestión, se lleven a cabo.
"Yo pensaría que un buen alcalde es un demócrata, es un alcalde que escucha a la población y respeta la ciudadanía y debería hacer algún referéndum», argumenta.
