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Venezolanos estrenan nueva moneda con polémica sobre sus efectos

El «Bolívar fuerte» será el resultado de una reconversión monetaria que quitará tres ceros a la moneda vigente.


Los venezolanos estrenarán mañana, 1 de enero de 2008, una nueva moneda, el bolívar fuerte, que el Gobierno del presidente Hugo Chávez promueve como una medida efectiva para combatir la galopante inflación y facilitar los procesos contables.



El bolívar fuerte será el resultado de una reconversión monetaria que quitará tres ceros al bolívar actual, con lo que la tasa de cambio controlada de 2.150 bolívares por dólar pasará a 2,15 bolívares fuertes por divisa.



El nueva moneda, que durante al menos seis meses convivirá con el bolívar actual, nace precedida de una intensa campaña del Banco Central de Venezuela (BCV-emisor), y en medio de una polémica sobre su efectividad para controlar la voraz inflación, que este año acumuló un 18,6 por ciento entre enero y noviembre pasados.



Para mañana la banca venezolana ha anunciado la suspensión «breve» de sus servicios electrónicos con el fin de «adecuar» sus «sistemas al proceso de reconversión monetaria, que se cumplirá de manera automática y confiable», según un comunicado de la Superintendencia Bancaria del país.



El 1 de enero las entidades bancarias no abrirán sus oficinas por festivo nacional, y la anunciada interrupción operativa afectará a los cajeros automáticos, puntos de venta comerciales e Internet.



Los servicios eléctricos y de telefonía también han anunciado la suspensión de las operaciones administrativas hasta el próximo 2 de enero para adecuarse a la reconversión monetaria.



El ministro de Finanzas, Rodrigo Cabezas, reiteró este domingo que la reconversión monetaria es una «decisión histórica que cierra un ciclo de inestabilidad de precios» en el país y «acorta un cono monetario con la más alta denominación en el continente».



Al anunciar la reforma monetaria, el pasado 15 de febrero, Chávez dijo que la medida buscaba abatir la inflación, que fue del 17 por ciento en 2006, cinco puntos por encima de la previsión oficial, y que este año finalizará por encima del 20 por ciento según cálculos privados.



La reconversión permitirá a la moneda local «recuperar todo el terreno perdido ante el dólar, el euro y todas las monedas del mundo», agregó entonces el mandatario socialista.



El ministro Cabezas llamó «a todos los sectores del país» a que se «sustraiga al bolívar fuerte del debate político», ámbito al que ha supeditado los negros augurios sobre una supuesta desbandada de la inflación con la nueva moneda.



Economistas locales han alertado que el bolívar fuerte corre el riesgo de diluirse rápidamente en medio de la irrefrenable subida de los precios, que según esos expertos, es alentada por políticas como el elevado gasto público y los controles cambiario y de precios vigentes desde febrero de 2003.



Una reconversión monetaria «siempre constituye un riego» porque genera «efectos inmediatos impredecibles», ha dicho el ex director del BCV Domingo Maza Zalava, quien ha advertido insistentemente al Gobierno la necesidad de frenar el «excesivo» gasto público, que no ha parado de crecer en lo últimos cuatro años según datos oficiales.



Entre enero y septiembre pasados el gasto ordinario del Gobierno alcanzó 86 billones de bolívares (40.000 millones de dólares), un 12 por ciento más que en 2006, mientras que el gasto extraordinario fue de 8,2 billones (3.813 millones de dólares), según datos del BCV.



Maza Zavala ha insistido que el Gobierno debe «racionalizar del gasto público» para frenar la inflación, que este año cerrará por encima del 20 por ciento, según cálculos privados, frente al 12 por ciento previsto por el Ministerio de Finanzas.



La economía de Venezuela, quinto exportador mundial de crudo, creció este año 8,4 por ciento y mantuvo la tendencia alcista que ha registrado durante «17 trimestre consecutivos, con un incremento promedio interanual de 11,8 por ciento», informó ayer el emisor.



Ese crecimiento económico ha estado impulsado por el «aumento de la inversión y el consumo, y por el nivel del gasto público asociado a la extensión de los programas sociales del Gobierno», según el BCV.



El incremento del consumo interno se patenta, por ejemplo, en la escalada de la venta de vehículos, cuyo promedio mensual este año ha crecido un 28,85 por ciento respecto al 2006, según la Cámara Automotriz.



EFE

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