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El delirio de Melnick que sedujo a la DC

En los próximos días se conocerá el documento "Chile en el 2030", preparado por importantes miembros de la falange, que asistieron durante un año a los talleres que dictó Sergio Melnick. El panelista de Tolerancia Cero y ex ministro de Augusto Pinochet está obsesionado con un futuro donde las máquinas se fundirán con el ser humano, lo que para él no se contradice con su afición a la Kábala y los temas esotéricos.


"¿Todos ven una Gioconda cierto?", dice Sergio Melnick mostrando una diapositiva con la clásica pintura de Da Vinci, distorsionada por una capa de grises. Nadie contesta. "¿Hay alguien que no la vea?", vuelve a preguntar. Esta vez se escucha un tímido "no" como respuesta. "La Gioconda que ustedes ven ahí no está ahí si no en sus mentes", concluye Melnick. El auditorio no reacciona y podría pensarse que el taller de "prospectiva" está destinado al fracaso. Pero no. Quizás la clave está en otra de sus frases preferidas: "la tecnología tiene poder de seducción", repite Melnick en las ponencias que hace ante distintos públicos, desde un grupo de adultos mayores en Providencia, hasta alumnos de ingeniería en la Universidad Adolfo Ibáñez, donde es profesor part time.



La mala leche



Durante más de seis meses, varias personalidades de la DC, incluyendo la senadora Soledad Alvear, se dieron tiempo para sentarse frente a Sergio Melnick en la sede del Centro de Estudios Para el Desarrollo (CED), ubicado en San Crescente 551.



Aunque la mayoría de los asistentes ya han pasado por la universidad, todos los viernes en la mañana llegaban puntualmente con los trabajos que el profesor o "metodólogo", como prefieren llamarle ahora, les encargaba la semana anterior.



El grupo coordinado por la precandidata a la alcaldía de Santiago Ximena Rincón, y Sergio Micco, estuvo integrado entre otros por Marcos Lima, jefe del equipo de control de flota de Transantiago y el actual subsecretario del Trabajo Mauricio Jelves. Para ambas reparticiones, Melnick hizo asesorías tecnológicas en 2007, a través de su consultora Anticipa S.A. Precisamente entre los tópicos que se trataron estuvo el tele trabajo y el desarrollo de las ciudades de aquí a 25 años más.



"Entre todos los que asistimos se formaron grupos de trabajo y cada uno desarrollaba un tema, y lo exponía la semana siguiente. Pero Melnick no influyó en el documento, fue sólo el metodólogo del sistema de trabajo", aclara Ximena Rincón, refiriéndose al documento "Chile en el 2030", que el partido presentará en un seminario programado para el 13 de junio en el centro de eventos CasaPiedra.



En el entorno de Soledad Alvear, existe molestia por la publicación "mala leche" que según ellos hizo La Tercera el domingo 1 de junio, donde se reproducían fragmentos de un discurso que la presidenta del partido pronunció en un seminario de formación política, donde aseguraba el advenimiento de una "mutación desde la actual condición humana hacia una nueva especie rediseñada en lo físico y potenciada cerebralmente mediante chips cinco mil veces más poderosos que las actuales. La creación de una generación de vida artificial e inteligente. Robots con pensamiento propio".



Humanos con chips en el cerebro



Hacia el final de sus exposiciones, Melnick predice que los chips serán parte del cuerpo humano, como ocurrió el viernes en el Club Providencia, donde entre otros asuntos habló de la nanotecnología, la inteligencia artificial, la transmisión directa entre cerebros, la fabricación de repuestos a través de impresoras 3D. A la salida, afirmó que todo esto es una "arista" de lo que expuso en el auditorio falangista. Según Ximena Rincón "nunca se habló de robótica sino de cómo mejorar Chile en el futuro". Lo cierto es que Melnick fue reclutado a instancias de Vicente Caruz, ex presidente del Banco del Desarrollo, que también asistió a los talleres. El ingeniero también asesoró a esa institución. Esta no es la única relación que el ex ministro de Pinochet tiene con militantes del PDC. Desde enero de 2006 Guillermo Díaz, ex subsecretario de Transportes que salió del aparato estatal luego de ser procesado en el marco del caso MOP Gate, trabajó en Anticipa como asesor externo.



El único sobreviviente



Melnick conoció a Guillermo Díaz a través de Jaime Hales, con quien comparte el look de barba larga y la afición por temas esotéricos. Melnick entiende mucho de Kábala, numerología y Tarot. "Las dos cosas están íntimamente relacionadas", dice cuando se le pregunta si su interés por la prospectiva o futurología no se contradice con su vocación por los temas sobrenaturales. Melnick practica la religión judía, de hecho un domingo dejó de asistir a Tolerancia Cero para celebrar el Yom Kipur, el día del perdón.



El 20 de marzo de 1987, Melnick tuvo un accidente que sin duda ayudó a difundir su aura mística. Ese día el avión en que viajaba se estrelló cerca de San Felipe. El resto de los pasajeros murió luego del impacto, él salió arrastrándose de la nave, minutos antes de que explotara. Un mes después, Pinochet lo nombró ministro en la Oficina Nacional de Planificación (ODEPLAN) y durante algunos meses se le apuntó como el "regalón" del general. La prensa de la época dijo que él y un grupo de ingenieros de la Universidad de Chile, unidos en el grupo bautizado como los "tucanes", estaba detrás del proyecto de racionalización de la casa de Estudios, que encabezó el ex rector José Luis Federici y que duró menos de tres meses en el cargo.



Él lo ha negado en repetidas ocasiones. Ahora, cuando a los democratacristianos les da algo más que pudor reconocer que los sedujo la posibilidad de tener robots con pensamiento propio, él ni se inmuta. Más bien lo reconoce con orgullo y sigue proclamando sus predicciones a todo el que lo quiera escuchar.

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