Una alta fuente de la cancillería indicó que el ministro está sorprendido por la postura de los diplomáticos que se hicieron a pulso en el servicio exterior, quienes sostienen que este “no se la jugó” por ellos para evitar que la Cámara incluyera una indicación al proyecto de modernización del Minrel que los obliga a tener estudios superiores para acceder a una jefatura de misión. Por el contrario, indican que Foxley ha hecho una serie de gestiones para evitar que se apruebe. Los funcionarios, sin embargo, lo contradicen.
La rebelión de los embajadores sin título profesional caló hondo en el ministro de Relaciones Exteriores, Alejandro Foxley. Estos funcionarios de carrera, tanto en privado como en los documentos internos de la asociación que los agrupa, señalan que el secretario de Estado ha hecho una gestión “tardía” para que evitar que el proyecto de modernización de la Cancillería incluya un artículo que les exige a quienes se hicieron “a pulso” en el servicio exterior el “cartón” universitario.
Fuentes del Minrel explicaron que Foxley, al contrario de lo que señalan los embajadores, “ha rechazado la exigencia del título universitario” en sus discusiones con los parlamentarios de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados.
Según se indicó, Foxley ha realizado diversas gestiones y sostenido duras discusiones con los parlamentarios para evitar que el proyecto de ley contenga esta nueva norma, que discrimina a quienes no pasaron por la universidad y eligieron la carrera en el servicio exterior.
“Él es un defensor con fuerza de la idea de que no se puede exigir título universitario a todos los directivos de la Cancillería. Es decir, en este punto tiene coincidencia completa con los funcionarios que optaron por la diplomacia como una alternativa a la vía universitaria”, dijo la fuente ministerial.
La indicación al proyecto la hicieron tanto diputados de la Alianza como de la Concertación (Marcelo Forni, Iván Moreira por la UDI, los PS Isabel Allende, Marcelo Díaz y el DC Renán Fuente Alba, respectivamente), cuestión que es interpretada internamente como una jugada en contra de los funcionarios de la “vieja escuela”.
La reacción del canciller se manifiesta en momentos en que la Asociación de Diplomáticos de Carrera (Adica) llamó a sus miembros a una asamblea general, para definir los caminos que seguirán de aprobarse esta indicación en la Cámara, ya que cerca del 70 por ciento de los embajadores no tiene título profesional, cuestión que provoca molestia al interior de la Cancillería entre quienes sí accedieron a estudios superiores.
Para la fuente ministerial es injusto el tratamiento que le han dado los funcionarios a Foxley, ya que incluso este ha hecho gestiones para que de aprobarse la obligatoriedad del título universitario para acceder al cargo de jefe de misión en la comisión de la Cámara, sea rechazada en la sala.
En todo caso, fuentes de la Adica contradicen las palabras de Foxley y señalan que, por el contrario, se enteraron tardíamente de los nuevos requisitos impuestos por los parlamentarios.
El canciller vuelve a Chile la próxima semana, luego de firmar un convenio en Londres para futuros becarios, asistir al BID en Estados Unidos y a la reunión de la APEC que se realizará en Lima, Perú.
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