Muy especialmente un sector de la UDI aspiraba a que el jefe de Estado mandara una fuerte señal de que asumirá una agenda más cercana al ADN de su sector. Finalmente, pese a los anhelos hechos públicos, el mandatario se definió por no ser demasiado audaz. Hay quienes creen que en ello tuvo algo que ver la baja aprobación que ha marcado en los últimos meses.
Aún cuando el oficialismo se fue contento tras escuchar el segundo Mensaje de la administración del Presidente Sebastián Piñera, calificándolo de “contundente”, algunos admiten que para más adelante les gustaría que el mandatario tuviera “la misma audacia”, que mostró la semana pasada, con el anuncio de las medidas económicas, en relación con las laborales. Algo había adelantado hace un tiempo el senador gremialista Jovino Novoa, quien aspiraba que a partir de este 21 de mayo comenzara a surgir una agenda más propia del sector del jefe de Estado, es decir, un cambio de rumbo en consideración a que la instalación del gobierno ya concluyó. Pero lo cierto es que no hubo anuncios extras a los efectuados en materia de seguridad del trabajo.
En tal sentido, el diputado Ernesto Silva (UDI) recordó que el martes 17 de mayo, el Presidente anunció una batería de medidas económicas que van muy en la línea de la Alianza, lo que genera gran optimismo en el sector. Aquello, dijo, reflejó la “sintonía” del mandatario con el oficialismo al anunciar iniciativas que apuntan “al impulso competitivo” de la economía, aspecto en el que aseguró que “me siento bien representado”. La confianza del legislador se debe a que el lunes 16 un grupo de diputados, entre los que se encontraba, liderados por el senador Jovino Novoa le habían entregado al ministro de Economía, Andrés Fontaine, un documento –denominado “Audacia para Crecer”- que proponía avanzar en materias como las anunciadas el día siguiente.
Sin embargo, Silva admite que le gustaría avanzar más rápido en materias laborales. Aunque valoró los anuncios en seguridad del trabajo, señaló que gustaría que ya se abordaran temas laborales relativos la indemnización por años de servicio o una “revolución en capacitación”. Ello, porque a juicio del legislador “el Código Laboral hay que verlo desde el tipo de Estado que tiene nuestro país”.
[cita]Nadie en la Alianza quiere decir abiertamente que el Presidente quedó en deuda con el sector pero quienes querían escuchar anuncios laborales “más audaces”, como la flexibilidad, el mandatario al menos tiene una pequeña deuda[/cita]
Así las cosas, queda de manifiesto que Novoa, el primero en pedir al gobierno más audacia en la implementación de la agenda, no era una voz perdida en el desierto. Por el contrario, sus planteamientos fueron refrendados, entre otros, por el ex ministro de Hacienda del régimen de Augusto Pinochet y actual consejero y fundador de Libertad y Desarrollo –think tank ligado a la UDI-, Hernán Büchi. En referencia a lo que ha sido el gobierno de Piñera hasta ahora, comparó la actual administración con la de Jimmy Carter, en Estados Unidos, señalando que “la habilidad de gente como Reagan es la capacidad de cambiar el escenario. Me parece que no hemos sido capaces. Tampoco he visto esa audacia”, porque hasta ese momento veía la economía chilena –tal vez cambiara de opinión después del martes 17- como “un atleta bien preparado” al que “le pusieron un yeso en la pierna sin necesitarlo”.
Y aunque nadie en la Alianza quiere decir abiertamente que el Presidente quedó en deuda con el sector, lo cierto que para quien quería escuchar anuncios laborales “más audaces”, como la flexibilidad, el mandatario al menos tiene una pequeña deuda. Este no es un tema nuevo, ya que el oficialismo hizo todos los intentos por ponerlo en la agenda de la Concertación, lo que nunca consiguieron debido a su alta impopularidad. En el oficialismo están concientes de ello y también de que no es una materia fácil de abordar en una etapa en que tanto el Presidente como el gobierno parecen estar girando de la línea de crédito, dada la baja aprobación con que cuentan, según los sondeos de opinión de Adimark.
Una mirada mucho más pragmática tiene el empresario y ex vicepresidente de RN Osvaldo Carvajal. Como la mayoría en su sector, reconoce que no son pocos los que esperan anuncios más audaces en materia laboral y también otras. Pero explica que no es nuevo el hecho de que mientras a un sector de la Alianza le gustaría avanzar en materias más cercanas a su ADN hay otro que comprende que, dada la realidad política del país, eso no es fácil de implementar. “Es una tensión permanente entre lo doctrinariamente correcto y lo políticamente deseable, el que las medidas (implementadas) no sean vistas claramente dentro del ideario más ortodoxo de la Alianza”, aclara.
Y si bien comprende que algunos estén más ansiosos en tal sentido, advierte que “si nos ponemos talibanes de la ortodoxia económica su (del sector) continuidad política sería muy compleja. De haberlo hecho, habríamos tenido un gobierno magnífico de cuatro años”, insiste, dando por hecho que bajo el actual escenario es altamente probable que Piñera le entregue la banda presidencial a un representante de la Alianza, el 2014. En opinión de Carvajal, “a veces hay que hacer concesiones y una lectura con buena disposición sobre lo políticamente viable dentro del ámbito de Ejecutivo”. Frase que inevitablemente trae a la memoria otra muy usada en los primeros gobiernos de la Concertación post era Pinochet: “en la medida de lo posible”, lo que genera la sensación de que las cosas no van a cambiar, al menos en materia laboral, con la “audacia” y rapidez que querría un sector de la Alianza.
En este sentido, el empresario rescató el hecho de que “al interior de nuestro sector hemos asumido la diversidad de posiciones como un valor, lo que nos genera una gran potencia”.
Por lo pronto se generó el debate, como parte de la “diversidad” del sector probablemente, porque mientras algunos valoraron los múltiples anuncios –nada que no hubiera adelantado las semanas previas, incluido el paquete de medidas económicas-, otros aseguran que lo que hizo Piñera fue dar un balance de su gestión.
