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Estudiantes valoran movilización y autoridades los responsabilizan de desmanes

La negativa de la Intendencia Metropolitana a que la marcha se desarrollara desde la Plaza Baquedano hacia el centro fue desatendida por los convocantes. Como era de esperar, hubo enfrentamientos entre encapuchados y Carabineros que procedieron a disolver la protesta con uso de gases lacrimógenos y carros lanzaaguas.


“Mis vecinos quieren defenderse y me han pedido hoy día querellarse contra quienes convocaron la marcha y me han pedido levantar la voz con mucha fuerza contra las autoridades de gobierno porque yo represento a los vecinos”, afirmó esta tarde el alcalde de Santiago Pablo Zalaquett.

El jefe comunal expresó su molestia por los desmanes generados en enfrentamientos entre Carabineros y encapuchados, tras la marcha por la educación que reunió a unas 50 mil personas en el centro de Santiago y que fue convocada por la Confederación de Estudiantes de Chile y el Colegio de Profesores.

Según la Intendencia Metropolitana, los incidentes dejaron un saldo de 58 detenidos, la mayoría por desórdenes, 47 policías lesionados, entre ellos cuatro funcionarios por quemaduras, 31 heridos por piedrazos, y un herido por arma blanca. El caso más grave fue el del sargento segundo Gastón Pastene Ponce, quien sufrió quemaduras en su torso, piernas y vías respiratorias, producto de una bomba molotov.

Al respecto, el intendente Fernando Echeverría, aseguró que “es lamentable tener que realizar un balance negativo de una marcha que en su momento tuvo autorización de la Intendencia, con un recorrido sugerido por los propios organizadores y que, en último momento, rechazaron”.

Ello porque los organizadores se negaron a cambiar la convocatoria original de reunirse en la Plaza Baquedano, ante la propuesta de la autoridad regional para que lo hicieran desde el frontis de la Universidad de Santiago. La gran cantidad de personas que asistió a la protesta obligó a las autoridades a permitir que la columna avanzara hacia el centro cívico por la Alameda, pero a poco andar hubo disturbios, reprimidos enseguida por Fuerzas Especiales que procedieron a disolver la manifestación, iniciándose con ello los desmanes que incluyeron destrucción del mobiliario público, ataques a negocios y a vehículos por parte de encapuchados. Tales hechos provocaron críticas del alcalde Zalaquett a la autoridad regional, bajo la idea de que pudieron evitarse de mantenerse la prohibición.

Durante la caminata, el presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Santiago (Feusach) Camilo Ballesteros dijo que “la Intendencia nos cerró las puertas, nosotros las hemos abierto, nos tomamos la Alameda, porque la hemos ganado. No es posible que hoy nos estén reprimiendo, esta es una decisión que viene desde el Ministerio del Interior, levantamos nuestras manos porque estamos limpios, hoy demostramos que Chile está aquí, que queremos cambios profundos”.

El estudiantado contabilizó en 200 mil las personas que se movilizaron en todo el país bajo la idea de una mejor Educación. La presidenta de la Fech, Camila Vallejo, cuestionó al gobierno de Sebastián Piñera asegurando que la convocatoria corresponde a “una demostración clara de que no están siendo capaces, o no han querido realmente atender las demandas de la mayoría. Y mientras la clase política, el gobierno con el parlamento avanzan en acuerdos entre cuatro paredes, unilaterales, hoy día nosotros como movimiento social, con distintos actores ligados directamente con el mundo de la educación, pero también otros muchos más, estamos tratando de consolidar un gran bloque social, para avanzar en un acuerdo social para mejorar la educación y recuperar nuestro derecho a la educación pública”.

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