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«Vamos a esperar que el gobierno reconsidere su respuesta»

Alejandra Carmona López
Por : Alejandra Carmona López Co-autora del libro “El negocio del agua. Cómo Chile se convirtió en tierra seca”. Docente de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Chile
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El dirigente espera que este jueves se demuestre la vigencia del movimiento en una nueva jornada de movilizaciones. Niega que existan divisiones en la Confech, pero sí acepta que hay críticas al manejo comunicacional de las caras mas visibles: Giorgio Jackson y Camila Vallejo. Critica la “demonización” que se ha hecho del ala más dura del movimiento y adelanta que el próximo paso será acudir a organismos internacionales como la ONU.


El jueves de la semana pasada, cerca de las seis de la tarde, Patricio Contreras (22) sintió lo mismo que en julio de 2006. Entonces, el hoy presidente de la Federación de estudiantes de la Universidad de Los Lagos era secundario y vivía un momento crucial en el movimiento: el rechazo por parte del gobierno de Michelle Bachelet a una de las garantías que pedían los estudiantes para conversar. “Cuando llegaron las respuestas del ministro Bulnes tuve la impresión de estar en ese mismo minuto, pero aprendimos la lección. Por eso mantenemos las garantías que pedimos”, dice, refiriéndose a los cuatro puntos que impuso la Confech para dialogar.

Estos son: detener la entrega de recursos públicos a entidades que lucren, transparentar el debate, congelar la tramitación de los proyectos de ley del Ejecutivo y posponer el cierre de semestre fijado para el 7 de octubre. Aunque los dos últimos puntos se rechazaron de plano, muchos entendieron que los dos primeros significaban un sí de parte del gobierno, sin embargo, el Ejecutivo no accedió a debates televisados. Y respecto al lucro mantuvo el argumento de que se está enviando al Congreso el proyecto de Superintendencia de la Educación Superior.

“La respuesta que nos da el ministro no pasa por responder a nuestras garantías… y estas condiciones son el reflejo de que la juventud y el movimiento estudiantil ha perdido la confianza en la clase política”, señala Patricio Contreras.

-¿Esto significa que las conversaciones están en punto muerto?
-Siempre se nos dice que no tenemos disposición para el diálogo, pero hoy día no estaríamos discutiendo en nuestras universidades el sentarnos a una mesa de diálogo si simplemente fuera el todo o nada o la intransigencia. Se han empeñado en hacer una campaña del terror a los mismos dirigentes y mundo social para que perdamos el apoyo ciudadano que ellos con bastante envidia ven desde la vereda de enfrente.

-Pero el ejecutivo ya fue claro: no va a postergar el envío de los proyectos de ley tampoco va a aplazar el cierre de semestre ¿A parte de las movilizaciones cuáles son las estrategias para el diálogo?
-Nosotros vamos a esperar que el gobierno reconsidere esta situación para llegar a consolidar algún espacio de diálogo con el Ejecutivo.

GESTIONES CON LA ONU Y DESGASTE DEL MOVIMIENTO

-¿La idea es que el gobierno reconsidere la respuesta que ya dio?
-Exactamente. Si ellos hoy día dicen que están en condiciones de aceptar esas garantías no debiese haber problemas para que nosotros podamos asistir a esta mesa de trabajo que para nuestros compañeros ya había sido validada con esas garantías. Mientras tanto, vamos a acudir organismos internacionales, estamos haciendo gestiones con la ONU donde queremos que se analice con especial atención el caso chileno. La Unicef ya ha estado apoyando en todo lo que ha sido la represión en este periodo y seguiremos coordinando con las distintas organizaciones sociales a nivel latinoamericano, que ya habían estado apoyando, sin desconocer tampoco que se viene la discusión del presupuesto y va a ser el momento también en que los parlamentarios van a tener que definir sus posturas. Hoy día el gobierno ha optado por apuntar a que el movimiento estudiantil está desgastado y se ha dedicado a dar esa señal a la ciudadanía.

[cita]“Se han empeñado en hacer una campaña del terror a los dirigentes y mundo social para que perdamos el apoyo ciudadano que ellos con bastante envidia ven desde la vereda de enfrente”.[/cita]

-¿Y no existe ese desgaste? A la última movilización fueron 20 mil personas.
-No creo que se está bajando el apoyo ni que el movimiento esté desgastado. Es que cuando se convoca una manifestación de un día para otro es muy difícil que tenga la masividad que han tenido las otras manifestaciones. Aun así, la última manifestación se convocó con menos de 24 horas de anticipación y llegó este número de gente. Hay manifestaciones que han convocado grupos de derecha con semanas de anticipación y llegan menos de 700 personas, entonces hay que entender que el movimiento sigue activo y que los estudiantes y la ciudadanía no transamos en nuestras convicciones. Si el gobierno apuesta al desgaste nosotros demostraremos que hay un camino hacia una reforma estructural en la educación y eso es irreversible.

-¿Y cuál es la expectativa de la Confech para este jueves?
-Las Fiestas Patrias cambiaron un poco el escenario por todo el proceso previo que hay que hacer a toda marcha: pegar carteles, hacer reuniones, etc. Sólo tenemos martes y miércoles para hacer propagada. Pero sí esperamos que sea una marcha masiva porque hay mucha indignación, mucha gente de nuestras Ues decían que las garantías eran la nada y aun así no se genera el diálogo. Hay indignación entre los dirigentes y la ciudadanía. Todos sostenemos este movimiento, por eso no hemos llegado hasta acá para volver derrotados como lamentablemente ha sucedido con tantos movimientos sociales producto de que la clase política termina dándoles la espalda.

“Hay demasiada exposición mediática de los dirigentes”

-En el último confech Giorgio Jackson y Camila Vallejo fueron cuestionados. Se colgó un cartel incluso donde se acusaba “amarillismo” y “farandulizacion”. ¿De dónde nace ese descontento?
-Primero, eso puede ser una crítica muy parcializada de algunos grupos, pero hoy no hay una posición de las federaciones en ese sentido. Hoy día sí hay críticas, pero estas tienen que ver con el manejo comunicacional, otras que tienen que ver con descoordinaciones en otros momentos, pero creemos que hemos tenido todas las discusiones para poder resolverlas.

[cita]“Hay indignación entre los dirigentes y la ciudadanía. No hemos llegado hasta acá para volver derrotados”[/cita]

-Incluso tu federación redactó una serie de críticas hacia Camila Vallejo. ¿Qué les molestó?
-Hay demasiada exposición mediática de los dirigentes, lo que hace que cualquier palabra pueda significar un reflujo muy fuerte a nivel estudiantil. Que haya dicho que no iba a haber movilizaciones se entendió como que se detenía el paro y era algo que no estaba decidido y afectó la convocatoria. La crítica es que los que están más expuestos a los medios de comunicación tienen que tener más cuidado al momento de manifestar las palabras. Entendemos que se puede tergiversar lo que se quiere decir y puede provocar cosas como que se entendió que se bajaba la movilización cuando no era así. Tampoco hay que transgredir lo que nosotros mismos hemos acordado en los confech.

¿Pero se ha transgredido?
-Por la explicación que dio ella (Camila Vallejo) no se transgredió, pero de alguna u otra manera, como lo dijo, terminó generando un efecto negativo.

“No hay división en la Confech”

-¿Y es algo que molestó a los grupos de izquierda no partidistas o la “ultra” como los llaman?
-Pasó que justamente Valparaíso, Concepción y Puerto Montt, que son los tres más fuertes de la “ultra” se movilizaban y Santiago no, que se entiende como el sector moderado, como el PC y la Concertación. Entonces la imagen que queda es que los “ultrones” salen y los moderados no marchan. En nuestros espacios también entendimos la complejidad de la catástrofe, pero en ese sentido siempre pensamos que a pesar de que era un momento complejo, la movilización tenía que seguir, aunque siempre con respeto. Nosotros ya teníamos todo preparado y claro, el escenario se dio como para que hablaran de las diferencias entre el PC y los “ultrones” y eso generó un efecto negativo como para que se hablara de división de la Confech.

-¿Y no hay tal división?
-No la hay. Lo que tenemos son diferencias políticas como hay en cualquier organización, en cualquier equipo de trabajo, etcétera.

-Cómo tomas las críticas, por ejemplo, del vocero de la UPLA, que dice que hay una minoría en la Confech que está sobre representada y que no deja avanzar.
-No esperaba esa crítica de la UPLA porque ellos tienen una postura bien cercana a la nuestra… En todo caso, no hay una minoría sobre representada, sino que una mayoría que lo único que quiere es garantizar que la clase política no termine traicionando al movimiento social. Se habla de que la intransigencia viene de los estudiantes, de esta izquierda antipartidista, se nos ha intentado demonizar, pero bueno, primero será el gobierno quien será recordado por no escuchar a la ciudadanía. Nosotros hemos querido llegar a los caminos, pero siempre hemos buscado la manera de que esos caminos se aseguren. Hoy no apostamos a terminar el conflicto entre cuatro paredes para que se terminen trazando las demandas más importantes del movimiento. Acá hay profesores, apoderados, compañeros en huelga de hambre. Por eso nosotros hemos sido insistentes en las garantías, en que los espacios sean televisados para que vean quiénes son los que defienden sus demandas y para que la gente conozca la postura de gobierno; porque a todas luces al gobierno le da miedo estar defendiendo a la clase empresarial y no a la ciudadanía a la cual dicen representar.

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