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El lento despegue de Allamand a una candidatura presidencial

Claudia Rivas Arenas
Por : Claudia Rivas Arenas Periodista de El Mostrador @crivasa
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Al inicio del gobierno sólo un grupo muy pequeño percibía como factible la posibilidad de que el, por entonces, senador pudiera llegar a convertirse en la carta presidencial RN. Pero a diez meses de encabezar el Ministerio de Defensa sus partidarios van en sólido aumento. Con las cifras que muestran las encuestas, la figura de Laurence Golborne es cada vez menos inalcanzable. El desafío, ahora, es lograr mantener la alta aprobación que muestra la Adimark. Porque aunque Golborne bajó en el último sondeo a 75 por ciento, se le reconoce que ha logrado mantenerse sobre ese umbral más de un año.


La última encuesta Adimark cayó como un verdadero bálsamo para el equipo de Andrés Allamand y para el propio ministro de Defensa. Durante todo el mes se evaluaron los posibles escenarios que se abrían en el supuesto caso de que la fuerte alza anterior se revirtiera. Sobre todo porque el secretario de Estado tampoco ha desarrollado una estrategia mediática agresiva que pudiera hacer suponer que inundó los medios con su presencia, de manera tal que hubiera sido inevitable la mantención de la cifra anterior: un nada despreciable 78 por ciento de aprobación que no pocos eventuales aspirantes a La Moneda matarían por obtener. Pese a que en el reducido círculo íntimo del ex senador están concientes de que lo importante es encontrar la fórmula perfecta que permita estabilizar su figura en esa cifra sin tener que recurrir a salir en la prensa por cualquier cosa. Hazaña que ha conseguido el titular de Obras Públicas, Laurence Golborne, y que tiene a muchos sorprendidos en el gobierno.

Si en el entorno de Allamand recibieron el sondeo con satisfacción, en Renovación Nacional también le subieron considerablemente los bonos al ministro. En la tienda liderada por Carlos Larraín, cada vez son más los que están dispuestos a comprar acciones para una eventual candidatura presidencial de su ex timonel. En este sentido, el optimismo se ha ido apoderando de la sede de Antonio Varas, pese a los problemas internos que atraviesa RN. Si bien hay un pequeño grupo, que prácticamente lidera el senador Alberto Espina –quien incluso realizó una cena en su casa para el ministro de Obras Públicas-, que ha manifestado la posibilidad de levantar la candidatura presidencial de Golborne al interior de RN, el respaldo ciudadano que ha ido cosechando Allamand estos últimos meses ha contribuido a que sean cada vez menos los que se expresan públicamente en esa línea.

En Renovación Nacional de nuevo está ganando fuerza la idea del candidato propio y aunque conocen el anhelo de la UDI de que el 2013 sea el año para su presidenciable, en Antonio Varas hay quienes advierten que “sería raro que el partido del Presidente de la República no aspirara a la continuidad”. Y si en la tienda surgen estos envalentonados es porque se apoyan en la confianza que les dan las cifras. Un representante de RN admite que hubo un momento en que “muchos le encontramos razón a Espina en cuanto a apostar por un caballo ganador. Pensando en que Golborne se estabilizó sobre el 70 por ciento, en la última sólo llegó al 75 por ciento. Pero ahora cada vez hay más gente, en el partido, que cree que Allamand podría estar a la altura. Al menos ya van dos meses y sigue ahí”.

[cita]En el entorno del ministro prefieren no actuar llevados por la euforia y se están tomando el tema con calma. Insisten en que “salir en la prensa sólo por salir, no tiene sentido. Porque, al final, se puede conseguir el efecto contrario: que la gente se canse de tanto verlo”.[/cita]

En el entorno del ministro, en cambio, prefieren no actuar llevados por la euforia y se están tomando el tema con calma. Insisten en que “salir en la prensa sólo por salir, no tiene sentido. Porque, al final, se puede conseguir el efecto contrario: que la gente se canse de tanto verlo”. Por eso que, más allá de los números que marcan las encuestas, sigue realizando su trabajo. Aunque llama la atención que en medio de la agitación política que hay por estos días, un verdadero animal político como es reconocido Allamand por sus pares, pase casi desapercibido. En RN sostienen que ello ocurre por algo tan simple como que “su cartera es técnica y poco tendría que decir él respecto de lo que ocurre hoy en el país, sin salirse de su ámbito”. Aunque se le reconoce que “si hablara, seguro que tendría muchísimo que decir”.

Más amigos que enemigos

Pero el ministro no sólo no se ha involucrado en la situación política que enfrenta el país y, en particular el gobierno, tampoco lo ha hecho en el conflicto interno de Renovación Nacional. Aunque se han dado algunas explicaciones, éstas no convencen a todos, porque muchos querrían verlo liderando al grupo que osó levantarse en contra de Larraín. De hecho, un parlamentario sostiene un poco en broma y un poco en serio que, finalmente, “Andrés es el liberal más antiguo del partido. Pasó por tantas que yo me hubiera imaginado que él estaría con el estandarte encabezando a este grupo que levantó la voz, cuando Larraín prácticamente no tenía contraparte dentro del partido. Pero nada, pues”.

Una de las explicaciones que se da para el bajo perfil de Allamand en la interna partidaria es que en esta etapa de su carrera política y ante la disyuntiva de poder levantarse como candidato presidencial necesita más amigos que enemigos. Pero también se ha dicho que con todo lo que ha reclamado el timonel del partido y las sospechas que ha manifestado el entorno de Larraín, respecto de que este movimiento pudiera estar digitado desde La Moneda, “lo último que podría hacer Andrés es meterse ahí, porque no sólo se perjudicaría a él mismo, sino que le daría razones para sospechar a la gente de Larraín”.

Por lo que el ministro ha optado por una discreta lejanía. Eso sí, los allamancistas no pierden pisada de lo que sucede al interior del partido y no pocos de ellos incluso se autodefinen como disidentes. En todo caso, en reuniones de carácter social, el ministro habría mostrado su preocupación por el futuro electoral del partido. De hecho, a fines de julio, varios parlamentarios participaron en un cumpleaños al que también fue invitado Allamand. Según algunos de los presentes, en esa oportunidad, volvió a surgir una de las facetas políticas más valoradas del ministro: el analista. Y con dos procesos electorales ad portas, el municipal del 2012 y el parlamentario y presidencial del 2013, no pudo evitar plantear a los presentes la estrategia que creía debía adoptar el partido, en la parlamentaria.

Esta vez, Allamand, se habría inclinado porque el partido se aprontara para una fuerte competencia con sus aliados de la UDI. Y habría promovido la necesidad de RN de quietarle a la UDI las circunscripciones de Santiago Poniente y Oriente como un objetivo estratégico importante al que aspirar. Algo que no quedó en el tintero y que quienes lo escucharon ven menos lejano que en otras ocasiones, sobre todo porque varios de ellos estiman que en la Oriente, la senadora Ena von Baer “no tiene el mismo peso que (Pablo) Longueira. Y algo similar ocurriría en la Poniente si, como las habladurías tienen asidero y el senador Jovino Novoa tampoco repostula.

Según una fuente de RN, la importancia de la elección parlamentaria es que “buenos candidatos le pueden ofrecer una muy buena plataforma al abanderado”. Y si Allamand se decide a dar el salto, “debe querer tener un buen colchón, yo haría lo mismo”, concluye.

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