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La cota mil impone a Longueira y la derecha se atrinchera En RN existe la convicción de que no le gana a Bachelet

La cota mil impone a Longueira y la derecha se atrinchera

Claudia Rivas Arenas
Por : Claudia Rivas Arenas Periodista de El Mostrador @crivasa
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Con un votación nada alentadora, pero que le permite seguir avanzando hacia la primera vuelta, el candidato gremialista cumplió su cometido, venciendo a Andrés Allamand por un estrecho margen. El mundo que representa anoche durmió tranquilo. Aún queda esperanza de que la UDI logre contener los intentos de transformar el modelo que nació para proteger.


Aún antes de que se consolidara el estrecho triunfo de Pablo Longueira (51,37 %) sobre Andrés Allamand (48,62 %), en la UDI ya había comenzado el festejo. Y si bien el famoso “centro social” al que apeló el abanderado gremialista desapareció de un plumazo al contar los votos, sí se consolidó el respaldo de la derecha dura al ex titular de Economía. Los números le dan al representante de “la fuerza creadora” un fuerte espaldarazo del mundo en que se concentra el poder, particularmente económico. Ello, porque se impuso al autor de “El Desalojo” por 61.61 contra 38.38 por ciento en Vitacura; 60.46 versus 39.53 por ciento en Las Condes; y, 61.37 frente al 38.62 por ciento en Lo Barnechea. En este escenario, la agenda de la colectividad fundada por Jaime Guzmán Errázuriz está a salvo, porque no queda espacio para reformas políticas o económicas.

Ese era uno de los principales temores que expresaban en el entorno del propio Allamand, incluso pocos días antes de la primaria. Un diputado muy involucrado en la campaña del representante de RN advertía que de ganar su adversario, “se comenzaría a imponer el alma más pura de la UDI que va a bloquear cualquier tipo de reforma”. Y admitía que en ese escenario “para nosotros es muy fuerte tener que apoyar a Longueira”. Lo cierto es que eso es algo que era imposible de asimilar en la casona de Antonio Varas, por lo que la desolación aumentaba en la medida en que sus cómputos les advertían que el aspirante gremialista a La Moneda comenzaba a tomar distancia. De hecho, cuando se pensaba que el resultado sería aún más estrecho se evaluó la posibilidad de llegar al Tribunal Calificador de Elecciones (Tricel), pero la idea se desechó rápidamente. Eso profundizaría el malestar que crecía entre la militancia de Renovación, en la medida que se corría la voz de que la elección estaba perdida lo que era tremendamente perjudicial para la Alianza en la etapa que viene. Pero también, porque finalmente la diferencia no fue “por algunos votos” como pareció en un primer momento.

Sea como sea, el alma más liberal de RN ve en el triunfo de Longueira una imposibilidad concreta de avanzar en todo tipo de reformas. Pero también que ahora sí se trata de salvar las parlamentarias. Porque en la tienda liderada por Carlos Larraín Peña tienen la convicción de que Longueira no le gana a Michelle Bachelet. Y si bien, desde hace meses, el oficialismo jugaba con la idea de que no había muchas posibilidades de vencer a la ex mandataria y que había que volcarse a salvar el quórum parlamentario, ahora están convencidos de que eso es lo que ocurrirá en la práctica. Al punto que un analista político del sector advierte que sin ser exactamente el mismo escenario, el de ahora se asemeja más que ningún otro al de la elección presidencial de 1993, cuando toda la derecha apoyó la candidatura de Arturo Alessandri Besa, levantado por la UDI, y que fue derrotado estrepitosamente por Eduardo Frei Ruíz-Tagle por 57.98 por ciento contra 24.41 por ciento en primera vuelta. La explicación es que “la candidatura presidencial iba por un lado y la parlamentaria por otro. El candidato quedó prácticamente solo, porque los partidos se abocaron a aumentar el número de parlamentarios. En este caso va a ser similar”.

[cita]Los números le dan al representante de “la fuerza creadora” un fuerte espaldarazo del mundo en que se concentra el poder, particularmente económico. Ello, porque se impuso al autor de “El Desalojo” por 61.61 contra 38.38 por ciento en Vitacura; 60.46 versus 39.53 por ciento en Las Condes; y, 61.37 frente al 38.62 por ciento en Lo Barnechea. En este escenario, la agenda de la colectividad fundada por Jaime Guzmán Errázuriz está a salvo, porque no queda espacio para reformas políticas o económicas.[/cita]

Por otra parte, se agrega que “Longueira no tiene la capacidad de aglutinar al centro. El centro se va a ir con la Concertación, como ha sido siempre post-dictadura. Por lo tanto, los partidos se van a concentrar en las parlamentarias. Y Longueira no es un soporte importante en esa campaña, porque tampoco va a sacar mucho voto frente a Bachelet. Incluso, con su triunfo queda abierta la posibilidad de que ella gane en primera vuelta”. De paso se abre la crítica desde RN al “centro social” que fue lo más parecido a un relato que Longueira mostró durante su campaña. En la tienda de Antonio Varas todavía aluden con sorna al tema. Sobre todo, argumentan, si se considera que Allamand se impuso en Puente Alto (64.82 versus 35.17 por ciento), La Florida (50.22 versus 49.77 por ciento) y Maipú (53.91 versus 46.08).

Así, el fantasma de perder en la primera vuelta tiene cooptado a Renovación, que no ve en la figura de Longueira el candidato más idóneo para representar el proyecto de la centroderecha. Más bien, dice un antiguo militante visiblemente molesto, lo que el abanderado del sector representa es “a la derecha sin apellidos”. Pero también calcula que la decisión de Allamand de quedarse a cuidar el voto duro sin mostrar su lado liberal, permitió que en algunos sectores Andrés Velasco se llevara al electorado natural de su representante. Asimismo a eso contribuyó que nadie en el entorno del candidato de RN supo leer hacía dónde se están moviendo las aspiraciones de la ciudadanía que quieren representar. El tremendo caudal de votos que obtuvo Bachelet indica que está haciendo la lectura correcta. Y así lo perciben incluso algunos analistas de la tienda, quienes no sólo estiman que “el centro político no va a estar representado” en la presidencial, porque finalmente se ha inclinado hacia la Nueva Mayoría, sino que la derecha va a terminar atrincherándose tras la figura de Longueira que excluye de su programa cualquiera de esos cambios que tanto asustan al sector.

Desde RN incluso no dudan en insistir, tal como lo hicieron durante la campaña de primarias, que el alto rechazo de Longueira no contribuye a siquiera “soñar en ganarle a Bachelet, menos después de la votación que (ella) tuvo hoy día (ayer)”. Pero también facilita el trabajo de la oposición, la historia del candidato. Por algo es que en su discurso de reconocimiento de su derrota, Allamand recordó que regresó a la política, a mediados de los ’80, para contribuir al retorno de la democracia. Con ello sacaba al tapete indirectamente la larga historia de Longueira en defensa de la dictadura y de la figura de Augusto Pinochet. Un ejemplo de ello lo constituye el video que circula en las redes sociales y en el que es parte de un grupo que, en 1986, intentó impedir el paso de la comitiva de Ted Kennedy, en su visita a Chile. Adicionalmente, la alta votación de Bachelet dejó de manifiesto que la ciudadanía no creyó en la campaña del terror, por lo que algunos creen que es más difícil aún encontrar algún elemento que permita revertir tan altas cifras de aprobación.

La UDI percibía que tenía tanto que perder que hizo la pega, reconocen desde el comando aliado. Pero también insisten en que su candidatura tiene escasas posibilidades de triunfo “aun cuando todos nos pongamos a trabajar en su campaña. Algo que no va a pasar, porque en Renovación hay gente que simplemente no puede hacer una campaña publicitando las bondades de Longueira, porque no cree en ellas”, confiesa un militante de RN que antes de conocer los resultados oficiales ya había decidido que “hasta aquí no más llegamos”. Y dado que en el escenario “más oscuro”, para la tienda de Larraín, el ex titular de Economía se impone por poco a su candidato, y es necesario comenzar a diseñar una salida para no quedar relegados a menos de lo que ahora tiene de representación el partido, están los que no descartan en continuar asociándose legislativamente a la oposición para presionar a que se concreten algunas reformas políticas, como el cambio al sistema binominal.

Ello, porque a partir del momento en que Longueira logró imponerse a Allamand se comenzó a tejer la idea, ahora más concreta, de que la oferta del candidato apuntará a menos cambios políticos y económicos. Algo que es perjudicial para Renovación, según se comenta en el partido, porque en la tienda existe piso no sólo para modificar el sistema electoral, sino también para avanzar en reducir significativamente las leyes de quórum calificado.

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