Bachelet dice que en Chile falta un «cara a cara con la verdad y la justicia» pero que permanencia de Cheyre en su cargo es «una decisión personal»

Fiel a su estilo de campaña, la ex presidenta Michelle Bachelet no se pronunció ni a favor o en contra de la continuidad del general (r) Juan Emilio Cheyre al frente del Comité Ejecutivo del Servicio Electoral (Servel), tras los cuestionamientos en su contra por el rol que desempeñó a fines de 1974 en el caso de Ernesto Ledjerman, a quien entregó con dos años de edad a un convento en La Serena tras el asesinato de sus padres, el argentino Guillermo Lejderman y la mexicana María del Rosario Ávalos.

En cambio, la abanderada del pacto Nueva Mayoría manifestó que era un tema que el ex comandante en jefe del Ejército debía resolver apelando a su fuero personal.

“Creo que la continuidad en el cargo es una decisión personal que él tiene que tomar”, dijo. Previamente, eso sí, manifestó que “Este caso doloroso demuestra que 40 años después del Golpe de Estado en Chile, todavía falta un cara a cara de la justicia y la verdad”.

Y enfatizó que “me parece que todavía hay varios sectores del país que no han hecho un cara a cara con la verdad y la justicia”.

Las declaraciones las formuló poco antes del medodía, tras sostener un encuentro con el presidente de la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC), Andrés Santa Cruz y contrastan con las del candidato presidencial del PRO, Marco Enríquez-Ominami, quien abiertamente considera necesaria la salida de Cheyre.

“Yo pido, sin odio ni venganzas, ni ánimo de ajusticamiento, la renuncia de este ex comandante. Me parece que él debe renunciar a su cargo, no corresponde que siga, ya está en tela de juicio su ética”, dijo, argumentando que «esto es como el caso Jaime Guzmán. Cuando alguien dice ‘yo sabía que había muchos crímenes, pero hice lo que pude y rescaté a un niño’, quiere decir que sabía que habían otros niños en estos casos y nada hicieron”.