«Existe la percepción de que todo lo que el país ha avanzado podría retroceder (…) las señales que está dando el gobierno de Bachelet es decirles a los inversionistas: ustedes no son bienvenidos», sostuvo el ex timonel de la UDI.
Ex senador de la UDI Jovino Novoa admite que hay una mayor fuerza de izquierda en América Latina y eso le preocupa. Aunque, acota, «las expectativas no se ven tan oscuras, porque en los países que llevan un mayor recorrido en el socialismo del siglo XXI se les está poniendo más complicada la cosa, les está apareciendo oposición».
«En ese cuadro, se produce en Chile un retorno de Michelle Bachelet con un gobierno completamente distinto al anterior. La percepción que tienen afuera es que este gobierno está mucho más a la izquierda. Y eso sí que les preocupa a todos los latinoamericanos que nos visitan», sostiene en entrevista con El Mercurio.
Novoa es presidente de la Unión de Partidos Latinoamericanos (UPLA), organización de colectividades y de movimientos políticos de centroderecha de América.
Aclara que su preocupación tiene relación con que «Chile siempre había sido mirado como un referente en materia de estabilidad política, de desarrollo económico y modernización de las estructuras. Y ese referente, de alguna forma, deja de estar. Y eso causa preocupación».
«Porque la percepción que ya se está formando es que todo lo que ha avanzado Chile, y que lo llevó a las puertas del desarrollo, puede retroceder. Puede perderse. Cuando decimos que va a bajar la inversión, que Chile va a perder competitividad, acá nos dicen que somos alarmistas, que son prejuicios políticos. Pero la realidad es que, les guste o no, las señales que está dando el gobierno de Bachelet es decirles a los inversionistas: ustedes no son bienvenidos», recalca Novoa.
Consultado por el video difundido por el gobierno donde sale a defender la Reforma Tributaria, el ex timonel de la UDI señala que «ese video lo que hace es descalificar a las personas que piensan distinto. Nosotros somos contrarios al concepto que ellos tienen. Acá, cuando se aumentan los impuestos, se afecta a todos. Y que ellos digan que esto afecta al 1% más rico del país es una mentira. Y me preocupa, porque este tipo de cosas no pasaban hace cinco u ocho años».
Ante la pregunta: ¿Qué autocrítica hacen como UPLA respecto del giro a la izquierda en América Latina?, el ex parlamentario responde que «hay una autocrítica, pero más que como UPLA es una autocrítica que sucede en los partidos de la centroderecha. Nosotros, por mucho tiempo, no le dábamos la importancia que tiene a la actividad política, mucha gente la despreciaba. Y se contentaban con tener sus actividades privadas. Claro, uno cree en la libertad de las personas. Pero ojo, que no puedes llevar el individualismo a todas las esferas de la vida. La política es lo contrario al individualismo, hay que mirarla como un trabajo en su conjunto. Y veo que la izquierda en América Latina tiene líderes y problemas de caudillismo, pero tienen un objetivo político al cual supeditan sus intereses. Y eso en la centroderecha es mucho más difícil, hay un problema de un individualismo exacerbado».
Por último, hace hincapié en que «el gobierno de Bachelet se encontró con una Alianza dividida». «Teníamos dos partidos, ahora aparecen cuatro. Y ponerse de acuerdo entre cuatro puede ser más difícil que ponerse de acuerdo entre dos. De alguna forma el impacto de haber perdido la elección generó problemas internos que en la UDI lo hemos manejado mucho mejor, pero igual ha generado una dificultad. Ahora, la realidad que pretende imponer en Chile el gobierno de Michelle Bachelet es tan diametralmente distinta a lo que nosotros pensamos y se trata de imponer con tanta fuerza y agresividad, que al final vamos a terminar todos unidos», dice.
«Es evidente que el gobierno de Sebastián Piñera fue muy bueno en la gestión que realizó. Tuvo sus defectos en el tema político, pero uno puede perfectamente pensar que lo que va a perdurar está más en el terreno de lo que se realizó que en el terreno de los errores políticos que se cometieron. Pero aquí no se trata de salir a defender la obra de Sebastián Piñera de cuatro años, sino de defender un ciclo de 30 años, que ha sido el más virtuoso de Chile en su historia. Tenemos que defender una forma de sociedad que ha demostrado ser muy exitosa. Y si tenemos convicción de lo que estamos defendiendo, es perfectamente posible revertir esta situación política», concluye.
