Este sábado los universitarios presentarán su «Pliego de Demandas»
Marta Matamala, vocera de la organización, aclaró que «es deseable que las universidades que hoy día son privadas también contengan estos criterios, para poder hablar de educación con márgenes y pisos mínimos de igualdad». Luego de ese avance, según la dirigenta, «cabría preguntarnos por qué esta permanece como privada si tiene más criterios de estatal que privados».
El anuncio de un proceso de gratuidad en escalada, que en un primer momento se pensó dejaría fuera a la universidades que no son parte del Cruch levantó una serie de críticas hacia la figura de Nicolás Eyzaguirre y al actuar del Ministerio de Educación.
En una semana marcada por el paro indefinido de los profesores y en una jornada que registró una masiva marcha que unió a estudiantes y docentes, Eyzaguirre dio una clara señal a las instituciones privadas y aseguró que habrá gratuidad para ellas.
“Hay ciertas instituciones que están fuera del CRUCh, que dicen que tienen tanta calidad y plantean por qué no son incluidas. Nadie está excluido, este es el primer paso, nosotros enviaremos el segundo semestre el marco regulatorio que dejará claro que cualquier universidad, sea del CRUCh o no, pueda ingresar a la gratuidad», dijo a Radio Bío Bío.
La pregunta es cuál es ese marco regulatorio que ingresaría al Congreso en la segunda parte del año. Al respecto, muchos hablaban de que la eliminación de la figura del lucro y mayor fiscalización a las universidades eran un punto base. Lo que no es suficiente para la Confech, que lleva meses trabajando en cuáles son los requisitos para que las instituciones de educación superior puedan acceder al financiamiento del Estado.
En entrevista con El Mostrador, la vocera de la Confech y presidenta de la Feusach, Marta Matamala, explicó que para que las universidades puedan acceder a la gratuidad universal, estas deben cumplir una serie de requisitos que supera la división entre las que son parte del CRUCh o las que están fuera. La vocera estudiantil asegura que deben ser instituciones que no lucren, pero que «una institución que no lucra no va a significar necesariamente que pueda dar la gratuidad a quienes estudian ahí, deben tener también criterios de acceso, complementario, o más bien de acceso diferenciado, ya sea por pruebas específicas, selección de talentos durante la Enseñanza Media, ahí se puede discutir. No puede restringirse solamente a la PSU».
Además, explica que deben ser espacios con una «orientación del conocimiento diferentes, que tengan ciertas características de extensión, de inserción social, que cumplan con que la investigación tengan características sociales».
Según Marta Matamala, debe tener asimismo criterios de democracia interna con participación «resolutiva tanto de estudiantes como de trabajadores, y tener condiciones laborales aptas dentro de estos centros educativos. Debería contar con una amplia cantidad de profesores planta», apunta, y que no existiera la gran cantidad de académicos a contrata que se mantiene hoy en las universidades.
«Y yo creo que debe tener cierta orientación de que las mallas curriculares apunten hacia el bien social y no empresarial», recalcó.
Respecto a la diferenciación entre universidades integrantes del CRUCh o «tradicionales» y las que no son parte de este grupo, Marta Matamala explicó que es una discusión importante al interior de la Confech. «Existen instituciones privadas que tienen esos criterios, que mencioné, mucho más avanzados que las universidades del CRUCh y qué decir de las Universidades Estatales», señaló.
Añadió que «hoy es un descriterio partir por el CRUCh, cuando la verdad debería ser la gratuidad en términos universales, aspirando también a la conclusión y la consecución de estos mismos objetivos». «Nosotros hemos sido claros al decir que el CRUCh hoy tiene un criterio de selección de universidades, como si fuese una especie de fraternidad, más que algo que apunte a la educación de excelencia», precisó la dirigenta.
A juicio de la vocera de la Confech, la diferencia inicial entre universidades del Estado y privadas, es que las universidades estatales debiesen ser las primeras en avanzar en los requisitos que fueron enumerados por Matamala. «Más que la gratuidad y a quién debería ir primero, debe apuntar a los criterios que hemos definido como Confech: avanzar en una universidad donde el mismo Estado tiene responsabilidad», puntualiza.
Manifiesta que «es deseable también que las universidades que hoy día son privadas los contengan, para poder hablar de educación con márgenes y pisos mínimos de igualdad». Luego de ese avance, según la dirigenta, «cabría preguntarnos por qué esta permanece como privada si tiene más criterios de estatal que privados».
Este sábado 6 de junio se realizará una nueva sesión de la Confech, en Puerto Montt, donde se terminará de caracterizar la próxima marcha del 10 de junio, además de presentarse todas las propuestas del «Pliego de Demandas», que se entregará en forma de libro. Además, se va a zanjar la posición de la organización estudiantil respecto a la propuesta del ministro Eyzaguirre, que los llamó a levantar una mesa de diálogo.
