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Arturo Vidal: Rey de Copas El origen marginal de un superhéroe deportivo

Arturo Vidal: Rey de Copas

Ha construido canchas de futbol en su barrio, trabaja con sus amigos de toda la vida en la hípica y forman parte de su círculo más cercano quienes lo acompañaron en Italia mientras jugaba la Champions. El volante vivía uno de sus mejores momentos, pero al parecer no puede arrancar de la fragilidad que lo acompaña desde que creció.


Todo iba bien. Jugó la final de la Champions hace dos semanas e hizo historia como quería.  Doce de sus amigos, el Yito y el Cazuela entre ellos, lo acompañaron en Italia un mes antes del partido, instalados en una casa que él arrendó y donde la parrilla estaba prendida en un rotativo interminable de piscinazos y distensión. También los invitó al partido en Berlín y, aunque no ganó, volvieron felices.

En el partido inaugural con Ecuador hizo un gol. Sampaoli le dio la tarde libre, y «Clavito Godoy», uno de sus caballos, ganó la primera carrera de ese viernes en el Club Hípico. Regresó antes de las 21:00 horas, la hora pactada con el entrenador. Frente a México marcó dos tantos y quedó  en los registros como el que marcó el gol número mil para la Selección. El Ferrari recién comprado logró eclipsar a todos los autos del resto del equipo.

Pero algo pasó. Como si Arturo Vidal no pudiera escapar de la fragilidad en que creció. Algunos de esos amigos que invitó a Europa y que por los diarios le dieron gracias a sus esposas por el permiso, estudiaron con él en la escuela Santa Fe, en San Joaquín, cerca de La Legua. A otros los conoció en el club Rodelindo Román, donde empezó a jugar. Vidal creció con su madre Jacqueline Pardo, que lo crió junto a sus cuatro hermanos. Ahora construyó tres canchas en el barrio, además de patrocinar iniciativas sociales.

Su biógrafo Nicolás Olea contó en abril del año pasado: “La población el Huasco queda en sector norte de la comuna de San Joaquín. Es una población que se fundó hace 70 años por los funcionarios municipales de San Miguel, que en ese tiempo estaba todavía la comuna grande, todavía no se dividía entre San Joaquín y San Miguel, y el alcalde en esa oportunidad dijo tomen estos terrenos, quiero que todos mis jardineros, basureros, operarios, todos vivan ahí (…) Vidal surge en ese sector, en esa población y por eso tiene un núcleo familiar bien potente, pero además tiene una comunidad detrás del. Hoy día trabaja en la hípica y toda la gente que trabaja ahí es gente del barrio. Tiene confianza en aquellos que alguna vez fueron igual que él”

“No fue fácil llegar a ser futbolista y por eso mismo no quiero ser solo eso. Quiero ser más. Quiero ayudar a otros a dar la pelea”, dijo Vidal cuando le preguntaron sobre su vocación social

El padre nunca estuvo.»Me abandonó cuando tenía cinco años», le dijo a un diario italiano. Erasmo Vidal apareció tarde y sólo para recordarle el ambiente en el que creció. El 2011 fue formalizado por tráfico de drogas junto a una tía. Su hermana fue detenida supuestamente por participar en un robo a un cajero automático en abril de 2012.

Ahora, «lo hizo de nuevo», era el comentario que predominaba en los medios y entre los aficionados chilenos acerca del último caso de indisciplina protagonizado por el «Rey Arturo».

Tras el partido del lunes con México (3-3), en el que Vidal anotó dos goles, la plantilla de la Roja se entrenó suave el martes por la mañana y el técnico Jorge Sampaoli premió a sus dirigidos con varias horas libres; debían recogerse a las 23.00 horas (02.00 GMT del miércoles) al lugar de concentración.

El jugador, al parecer, compartió primero un asado con otros jugadores en las afueras de Santiago y al regreso se detuvo en un casino donde se le vio en plan de fiesta y apuestas, acompañado de su esposa.

Con el tiempo justo para llegar a la concentración, corría a 160 kilómetros con su Ferrari cuando chocó con otro vehículo que volcó, se salió de la pista y se detuvo al borde de una zanja de varios metros a la que no cayó por milagro.

El también ex jugador del Bayer Leverkusen alemán y del Colo Colo  fue sometido a un control de alcoholemia que dio positivo (1,2 gramos de alcohol, según versiones extraoficiales), ya que en Chile se considera ebrio a quien marca 0,8 gramos.

El destino de Vidal comenzó entonces a jugarse en un tribunal y en las oficinas de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP), estremecidas por el escándalo, uno más en el currículo del jugador, que desde el 2007 ha estado envuelto en episodios de este tipo.

Aquel año, en el Mundial Sub-20 de Canadá, tras caer ante Argentina en semifinales, varios jugadores chilenos, Vidal entre ellos, se enzarzaron en una pelea con la policía, tras la cual fueron detenidos y conducidos esposados a un cuartel.

Vidal acusó a los agentes de haberlos insultado con expresiones racistas y de usar fuerza excesiva contra ellos.

Ese mismo año, varios jugadores de la selección adulta protagonizaron el «Puertoordazo», en la Copa América de Venezuela, cuando celebraban su pase a cuartos de final (como mejor tercero), autorizados por el entonces seleccionador chileno, Nelson Acosta.

La madrugada los encontró borrachos en el hotel de concentración, en Puerto Ordaz, acosando a las camareras y lanzándose piezas completas de jamón. El incidente le costó el puesto a Acosta y, en cuartos de final, Brasil despidió a la Roja del torneo con un demoledor 6-1.

Vidal volvió a las andadas en noviembre de 2011, en el llamado «Bautizazo», junto con Gonzalo Jara, Carlos Carmona, Jean Beausejour y Jorge Valdivia, quien aprovechó unas horas libres que les concedió el seleccionador Claudio Borghi para bautizar a uno de sus hijos.

Los cuatro volvieron atrasados y borrachos a la concentración, de la que fueron expulsados y castigados con veinte partidos sin poder jugar por la Roja. Al final hubo reducciones del castigo y el primero en pedir perdón y volver fue Arturo Vidal.

En octubre de 2013, en medio del jolgorio por la clasificación al Mundial de Brasil 2014, Vidal perdió el vuelo en que debía regresar a Italia y el entonces técnico del Juventus, Antonio Conte, lo dejó en el banco de suplentes por tres partidos y el club le aplicó una multa.

En el último torneo italiano, Vidal estuvo en una discoteca de Turín hasta las 05.30 de la madrugada de un viernes y debió ser sacado por los guardias tras una pelea con otro cliente.

Era la víspera de un partido con el Roma y el chileno llegó atrasado al entrenamiento, por lo que el técnico Massimiliano Allegri también le dejó en el banco, mientras los dirigentes le aplicaron una dura multa económica.

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