El documento tenía estampada la rúbrica de la ex Presidenta
El ex titular de la cartera de Justicia habría entrado en estado de rebeldía con la decisión presidencial, lo que explicaría el extraño «no se pudo» que esbozó en la ex ministra Narváez.
La jornada de cambio de mando presidencial estuvo marcado en todo momento por la expectativa del posible cierre del penal de Punta Peuco y de traslado de los militares (r) condenados ahí por violaciones a los derechos humanos. Sin embargo, nada de eso se concretó.
Según consigna La Tercera, el responsable de que el cierre no se llevara a cabo fue el entonces ministro de Justicia, Jaime Campos, quien se negó a firmar el decreto que ya llevaba la rúbrica de la Presidenta.
Sin embargo, Campos niega haber recibido el documento. «No he firmado nada ni nadie me ha presentado un borrador de decreto en relación a un cierre de Punta Peuco. Si hay una acto que violenta lo que señala mi conciencia o lo que creo indica la Constitución y las leyes, por supuesto que no lo ejecutaré».
El ex titular de la cartera de Justicia habría entrado en estado de rebeldía con la decisión presidencial, lo que explicaría el extraño «no se pudo» que esbozó en la ex ministra Narváez.
Cabe destacar que el plan de Bachelet -el cual contaba ya con un informe técnico y con el apoyo del ministro de Defensa, José Antonio Gómez- incluía como primera señal trasladar el ex jefe operativo de la CNI Álvaro Corbalán, condenado por su participación en la Operación Albania; el brigadier (R) y ex agente de la Dina Miguel Krassnoff, recluido por su rol en múltiples actividades represivas, entre ellas el asesinato del líder del MIR, Miguel Enríquez; y Raúl Iturriaga Neumann, quien fue director asistente de la DINA y que cumple sentencia por varios ilícitos como la fallida tentativa de asesinato contra el demócrata cristiano Bernardo Leighton y su esposa en Roma.
Por otra parte, Campos tampoco habría dado el visto bueno al indulto, visado por Bachelet, del ex miembro del FPMR Jorge Mauricio Mateluna Rojas, condenado por su supuesta participación en el asalto a un banco Santander en Pudahuel, en el año 2013.
Por último, en el círculo del ex ministro argumentan que a sus manos nunca llegó físicamente un documento para la firma.
