La polémica por la eficiencia de Codelco, su rol simbólico como empresa madre del principal recurso natural del país, y su condición de botín de guerra del gobierno de turno, siempre ha sido tema de conversación en círculos políticos, aunque sea muy complejo salir a cuestionar el tema de su propiedad estatal públicamente.
La polémica por la eficiencia de Codelco, su rol simbólico como empresa madre del principal recurso natural del país, y su condición de botín de guerra del gobierno de turno, siempre ha sido tema de conversación en círculos políticos, aunque sea muy complejo salir a cuestionar el tema de su propiedad estatal públicamente.
Y aunque el tema ahora lo instaló la candidatura de Marco Enríquez-Ominami, proponiendo vender un 5 por ciento de su capital accionario a las AFPs -si que es que no es satisfactoria la nueva ley de Gobierno Corporativo-, el asunto también lo aborda el libro «La Igual Libertad de Edgardo Boeninger», un texto entrevista el ex ministro y senador, considerado uno de los cerebros de la Transición, escrito por la periodista Margarita Serrano y editado por Uqbar, y que ha suscitado comentarios especialmente por los términos en que Boeninger se refiere a la familia Frei.
Respecto de Codelco, el ex rector de la Universidad de Chile señala que «Yo no creo mucho en las empresas estatales, creo que son bastante ineficientes, burocráticas, se convierten en un lugar donde se consiguen pegas para los amigos políticos, en fin, tienen todos esos bemoles…. Inevitablemente está en el futuro, en las cartas de este país, que la importancia y existencia de empresas estatales se tiene que ir reduciendo con el tiempo, porque justamente tienden a ser poco competitivas. Sin embargo, Codelco para mí, es como la gran expresión de una empresa gigantesca, de nivel mundial, respecto de la que todo un país puede decir ‘esta es nuestra empresa, también es mi empresa’. Que Ferrocarriles del Estado o ENAP o la Enami se privaticen, ningún problema, creo que deberían privatizarse; pero Codelco, no.»
