PAÍS
¿Una bola de cristal? ¿consultó a un oráculo? ¿sabe algo que el resto no?, cual sea la respuesta esta semana a muchos se les vino a la mente la durísima carta que a fines del 2016 publicó nada más y nada menos que en El Mercurio el polémico empresario José Yuraszeck sobre el actual Presidente, Sebastián Piñera. También es inevitable recordar por estos días que estos dos personajes han sido protagonistas de una enemistad que se arrastra desde hace dos décadas, a raíz del escándalo del Caso Chispas.
«Solo Piñera sabe cuántas otras ‘operaciones Perú’ o ‘préstamos Latam’ existen. No hago un juicio de valor de dichas operaciones, pero estoy seguro de que si se lanza a la campaña presidencial, y llegasen a existir más ‘operaciones’ o ‘préstamos’, estos van a salir a la luz. De ser así, resulta evidente que cada episodio le restará apoyo y lo conducirá a una segura derrota», reza la carta que publicó Yuraszeck el 15 de diciembre de 2016, justo ad portas que se desatara la carrera presidencial del año siguiente.
Palabras que en ese momento sonaron mucho en el ambiente político como una “pasada” de cuentas de parte de Yuraszeck y que hoy a la luz de los acontecimientos huelen a vaticinio, considerando que en el último mes se confirmó la existencia de grabaciones secretas sobre la polémica compra de acciones de LAN, proceso en el que Piñera fue acusado de uso de información privilegiada y por el cual hay una denuncia anónima -tal como informó El Mostrador esta semana- ante la Securities and Exchange Commission (SEC) en Washington, desde el 18 de octubre pasado.
«Todo lo anterior se resume en que si Piñera se embarca en la carrera presidencial es porque está limpio de otras operaciones como las señaladas. Si no lo estuviese e igual se lanza, estaríamos frente a un caso de gran irresponsabilidad política. Esperemos su decisión», agrega la misiva de ese día de Yuraszeck, la que fue interpretada políticamente por muchos casi como una advertencia velada.
Es que la enemistad entre ambos se marcó a fuego después del escándalo bursátil del caso Chispas que los enfrentó.
En esa misma carta de 2016, el ex presidente de Azul Azul precisó que Piñera había sido un “buen Presidente” en su primer gobierno, porque había administrado “bien el país, creó empleos, eliminó las listas de espera en salud y el crecimiento fue más del doble del que tenemos en la actualidad”. Pero acto seguido, nuevamente lo golpeó al sentenciar que “su herencia política fue mala, ya que al desligarse de los partidos políticos, creó un vacío que ha sido desastroso para la derecha chilena. Dicho lo anterior, me llama la atención que diversos políticos de derecha afirmen que ya sería tarde para que el ex Presidente Piñera se desembarque de la próxima carrera presidencial. Pienso que ese es un tema que solo le compete a él y a su conciencia».
