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Trastornos del piso pélvico: cómo identificar este drama silencioso que afecta a 8 millones de mujeres en Chile Salud

Trastornos del piso pélvico: cómo identificar este drama silencioso que afecta a 8 millones de mujeres en Chile

Prolapso genital, incontinencia urinaria y escapes de gases son los síntomas más frecuentes que están asociadas a esta patología. Este problema – que aumenta con el embarazo, el parto y con el inicio de la menopausia- se hace muy difícil de diagnosticar en etapas tempranas producto de la vergüenza que genera consultar.


Los trastornos del piso pelviano son patologías que afectan mayoritariamente a mujeres y que tienen una gran repercusión a nivel social y psicológico, pudiendo así afectar la calidad de vida de quien lo padece al limitar su autonomía y, a la vez, reducir su autoestima.

De hecho, en Chile se estima que este tipo de alteraciones afecta a cerca de 8 millones de mujeres y se proyecta que alrededor de un 11% de estas, en algún momento de su vida, tendrá que someterse a una operación por esta causa.

Según explicó Daniel Sfeir, ginecólogo y obstetra de Clínica MEDS, “el piso pélvico es un tejido muy similar a una malla o hamaca, que cubre la pelvis por abajo y que impide que los órganos que están en ese lugar desciendan. Los trastornos del piso pelviano se presentan cuando esta especie de tela tiene algún grado de falla”.

Respecto de los síntomas más comunes de esta patología que afecta a más de la mitad de las mujeres mayores de 55 años, Sfeir aseguró que “es muy usual tener la sensación de peso, de bulto en la vagina e, incluso, sentir la esterilización de alguna parte del aparato genital. También, se pueden presentar incontinencias de la orina, que puede ser involuntario, de esfuerzos o por un tema de urgencia, como así también puede haber escapes de gases o de deposiciones”.

El especialista en ginecología y obstetricia agregó que “esta patología no va a causar a nadie la muerte, pero el problema es que la gente no se atreve a consultar, ya que a la mayoría le incomoda decir que tiene escape urinario o sufre de gases. La vergüenza que producen las patologías asociadas al piso pélvico pueden derivar en un diagnóstico inadecuado, lo que no ayuda a mejorar la calidad de vida del paciente”.

Si bien las disfunciones del piso pélvico se pueden presentar a causa de múltiples factores, entre ellas, por la llegada de la menopausia, el envejecimiento y por algunas patologías crónicas como la obesidad y la diabetes, el embarazo y el parto también se constituyen como una de las principales causas de debilitamiento de este tejido.

Según consignó el profesional, “el embarazo puede llegar a aumentar en un 20% el peso de una persona y el parto en sí produce una gran sobrecarga en esta zona, donde se pueden producir alteraciones y secuelas, como cicatrices, fracturas o desgarros”.

El ginecólogo explicó que, en general, los dolores crónicos en el piso pelviano no siempre tienen solución definitiva. “Uno sí puede ayudar a disminuir el dolor en forma importante, a veces totalmente, pero las pacientes tienen crisis y reaparición de su dolor. “Uno acompaña y ayuda, no siempre resuelve totalmente”, agregó.

Respecto de las terapias existentes, Sfeir aseguró que “se debe hacer una evaluación del impacto que tiene este trastorno en la persona. Uno de los tratamientos fundamentales es recuperar la calidad de este diafragma muscular. Aquí juega un rol fundamental la kinesioterapia que puede ayudar muchísimo. Lo otro es la reposición y el trabajo con estrógeno que permite recuperar de forma importante este tejido. Después de la menopausia, se produce atrofia, disminución del colágeno y pérdida de la masa muscular, y con ejercicios y estrógeno se puede recuperar”.

Para corregir la incontinencia de orina de esfuerzo, el médico aseguró que “hoy se utiliza una cinta, que tiene como finalidad contener el peso de la uretra, para que ésta no baje cuando aumente la presión abdominal, lo que evita que exista algún escape urinario”.

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