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Las oportunidades de Viña del Mar luego de los resultados del Índice de Calidad de Vida Urbana 2022 Sustentabilidad

Las oportunidades de Viña del Mar luego de los resultados del Índice de Calidad de Vida Urbana 2022

Viña del Mar era una de las ciudades que encabezaba todos los estudios sobre bienestar y calidad de vida urbana, pero la pandemia, entre otros factores, han hecho que en un último reporte tuviera un descenso.


La ciudad de Viña del Mar, junto a otras como La Serena, Talca y Valdivia, fue noticia hace algunas semanas por bajar en los resultados del Índice Calidad de Vida Urbana (ICVU) que realiza anualmente la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) en conjunto al Instituto de Estudios Urbanos y Territoriales de la Pontificia Universidad Católica de Chile.

Principalmente, la disminución de las distintas comunas se debió a factores como el efecto de la pandemia, que amplió la brecha en las dimensiones de salud, entorno y en ambiente de negocios, debido al negativo impacto del confinamiento, especialmente en materia de empleo.

Ante esto, arquitectos, urbanistas, autoridades y distintos actores de la ciudad han reflexionado sobre lo que significan los resultados para Viña del Mar y cómo poder encontrar soluciones en conjunto para volver a estar entre las urbes con mejores estándares de calidad de vida.

Para Gabriel Benavente, presidente de la CChC de Valparaíso, existe una clave muy concreta en el caso de Viña del Mar y de la Región que es “desarrollar una planificación urbana integrada, inclusiva, sostenible y de largo plazo, que trascienda los intereses de los gobiernos locales de turno y que enfrente propositivamente el déficit de vivienda y la precariedad urbana de la ciudad”, explica.

Desde la misma vereda, su par de la CChC de La Serena, Daniel Mas Valdés, acepta que los resultados significan un retroceso, “lo que evidentemente nos preocupa como gremio, porque lo que buscamos es avanzar, crecer y contar con ciudades sostenibles”.

Agrega que para mejorar en los índices “el trabajo colaborativo público-privado es clave y, para ello, es fundamental consensuar entre todos los actores de nuestra sociedad qué queremos para nuestras ciudades, qué proyectos priorizamos y cómo sumamos las voluntades para que las cosas realmente pasen y mejoren. Y aquí convergen varios temas de fondo, entre ellos, la planificación territorial y la actualización de los Planes Reguladores Comunales, la implementación de políticas públicas, levantar recursos públicos y privados e incentivar la inversión”.

Múltiples oportunidades para la Ciudad Jardín

Pero es posible que ese retroceso que hoy se percibe en el índice pueda revertirse en futuras mediciones, al menos en cuanto a retomar el ritmo de innovación y desarrollo urbano.

Jaime Arnaiz, director ejecutivo del Distrito de Innovación V21 de Viña del Mar, indica que si bien los resultados del estudio no son buenos, lo que también señalan es que se requiere un trabajo colaborativo entre los distintos actores que forman parte del ecosistema tanto de la ciudad como de la Región.

“Por una parte se hace necesario abordar todo el proceso de planificación urbana incorporando nuevos parámetros de ciudad, ciudad de 15 minutos, suelo integrado, diversidad de uso de suelo o integración social, de manera que la ciudad pueda configurarse con una mirada de largo plazo desde el punto de vista urbanístico”, señala.

A su vez, indica que el V21 “es un modelo de ciudad y un proceso de transformación urbana, económica y social y creemos que esa es la mirada que se necesita para volver a instalar a Viña del Mar en el lugar que se merece dentro de las ciudades de nuestro país y del mundo. Creemos que este modelo es absolutamente replicable y uno que las autoridades deben mirar como una alternativa real para el desarrollo de la ciudad”.

Por su parte, Ricardo Labarca, gerente de Desarrollo de Las Salinas, señala que “estoy convencido que ambos proyectos o áreas de desarrollo -el distrito V21 y el terreno Las Salinas- tienen la oportunidad de ser grandes actores relevantes en la historia de la ciudad de Viña del Mar”.

Destaca que lo que puede ser hoy día una percepción de estancamiento o dificultades de desarrollo es algo que perfectamente se puede revertir en lo que sigue.

“Nuestro compromiso está en poder seguir avanzando en una perspectiva de aporte y creo que lo relevante es que para que eso ocurra tiene que haber diálogo, espacios de encuentro y de aproximación entre los distintos actores que terminan haciendo esto posible. Estamos los actores privados, la comunidad y la autoridad que tiene la oportunidad de hacerse presente y todos nosotros, junto a la academia, vamos a poder generar estos espacios colaborativos para lograr avanzar”, explica.

Agrega Labarca que “en algún minuto vamos a terminar con este terreno saneado y eso abre un campo de oportunidades amplio. El terreno saneado de Las Salinas puede y debe ser un aporte al desarrollo de Viña del Mar. El compromiso que nosotros tenemos y que hemos mantenido en el tiempo es sumarnos a esa visión de ciudad”.

Ciudades líderes

Más allá de los índices, Viña del Mar tiene caminos para recuperar posiciones perdidas y para aumentar la calidad de vida de sus habitantes y visitantes ocasionales de la ciudad.

Actualmente, la ciudad se encuentra en pleno proceso de revisión y propuesta de su Plano Regulador Comunal, que abre la oportunidad de proyectar un desarrollo inclusivo y sostenible que promueva una visión común, en favor de una ciudad que tiene todos los atributos como para estar entre las primeras del país.

Una senda que deben también retomar ciudades como La Serena y Valdivia que, junto a Viña del Mar, eran las que encabezaban todos los estudios sobre bienestar y calidad de vida urbana, pero que en este último reporte tuvieron un descenso. La tarea está pendiente.

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